Capítulo 30

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A-Qing

Tenía miedo, mucho miedo, no comprendía la situación que estaba viviendo y porque en este momento.

Transpiraba frío, sucedió muy rápido y yo solo quería abrazar a mi padre.

—Me preguntaba ¿Quién es esa niña que estaba con Wen Ning? Y resulta que eres mi sobrina — seguía apuntando el arma en nuestra dirección.

Mi papá me protegía con su cuerpo, odiaba el hecho que, se me olvidase el dinero en casa, y hoy fuese su descanso, y me viniese a buscar. Justo hoy donde aquel loco nos había acorralado.

En mi cabeza se repetían aquellas palabras del abuelo Wen RuoHan: Wen Chao es peligroso.

—¿Qué es lo que quieres? — pregunto papá valientemente, mi mente solo compilaba: corre, corre, corre.

—De ti, nada — lo señalo con el arma — pero de ella, la necesito, es la clave para que mi hermana se acerque a mí.

—No te la llevarás — yo quería decir que guardará silencio, que no dijera nada, mi papá seguía hablando.

—Lo haré, lo haré — aquella risa burlona era lo peor — no le haré daño, ella formará parte de mi nueva familia, mis hermanos, mis padres y mi Wei WuXian.

Pero no dejaría que le hicieran daño, nadie pasaba por el callejón y si solo había una oportunidad de salvarnos tenía que intentar.

—Iré — dije con miedo — pero no le hagas daño a mi papá.

—A-Qing —negué al borde de las lágrimas.

—Me proteges siempre, y me toca a mí ahora, dijo que no me hará daño, que está buscando llegar a mamá — no aguante más y susurré — encuéntrame.

Camine con lentitud hacia aquel hombre, y esté asintió contento.

Su mirada cambio de pronto, mi padre venía hacia nosotros, no hubo duda en su mirada.

Alzo su arma y disparó.

Iba a regresar, pero me atrapo.

Todo ocurrió con mucha lentitud.

—¡Papá! — después el contundente golpe, y la imagen de mi padre cayendo al suelo se hacía borrosa, no sabía si por las lágrimas o mi perdida de consciencia.

-n-

Olía a mar, recordaba aquel olor de la primera vez que fui, estaban mis padres aun casados, ellos iban de la mano observándome, y yo corría feliz de estar en contacto con la tierra y el agua.

Estaba tan feliz en ese momento, ellos sonreían, y se miraban, y eran felices.

Pero solo era una imagen.

No sé como llegué al mar.

No podía moverme, estaba amordazada, mis brazos y piernas firmemente amarrados, y ese hombre sentado, viéndome, sonriendo.

—Sabes, los Lan tienen muchos enemigos — se levanto de la silla — te cuento esto porque no tengo a nadie más... por ahora. El punto es que yo les prometí deshacerme de los Lan, o destruirlos a cambio de suministros.

Seguía con miedo.

—El punto es, que ya llamé la atención lo suficiente, ahora solo falta llamar la atención del amor de mi vida, es de risa — me quito la mordaza —¿Quién es tu hermano? —no hable — deja que te replantee el escenario, ya mate a tu padre, y mataré a todo ser que ames, ahora dime ¿Quién es tu hermano?

ɪɴꜰɪᴇʟ (ᴡᴀɴɢxɪᴀɴ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora