Buenas! ¿Cómo están? Espero que muy bien y listos para leer (?
Este capítulo es una especie de transición, pero no por eso menos importante en la construcción de la otra shipp, espero lo disfruten :)
Muchisimas gracias por todos sus comentarios, de verdad me alegra hacerlos reír con las tonterías que escribo y que disfruten la trama xD
Les recuerdo para quienes no me sigan en fb o twt, mañana comenzaremos a publicar "Érase una vez", una IwaOi dentro del universo alterno del HQ quest!, espero nos veamos por allí también (abarcará otras shipps también porque nunca escribir sobre una sola, Chiru, siempre mezclar todo vos).
Sin más que añadir, ¡acá vamos!
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Como lo había vaticinado horas atrás, Oikawa no podía dormir.
A veces odiaba ser tan intuitivo. O quizás él mismo había provocado el insomnio de conciliación que lo estaba asesinando, a él y a su cintura. ¿Era realmente insomnio? A Oikawa le parecía que no.
Luego de darse la vuelta por enésima vez en la cama de Iwaizumi procurando no mover demasiado el colchón ni entrar en en contacto con el cuerpo inerte y petrificado del otro a unos centímetros de distancia, Oikawa se dijo a sí mismo que aquello era el maldito jet lag. Estaba teniendo un trastorno temporal del sueño provocado por el cambio del huso horario, y eso ya lo tendría que haber previsto incluso desde antes de tomar el avión; le había pasado algo muy parecido cuando había llegado a Argentina y le había costado casi 3 días acostumbrarse al cambio.
Maldijo internamente mientras acomodaba la almohada, intentando rememorar la conversación que había tenido con Iwaizumi mientras cenaban. A la mañana temprano, mientras Iwaizumi salía al mundo exterior y trabajaba como el hombre independiente y responsable que era, Oikawa tenía la incómoda tarea de sacar un turno con el traumatólogo que siempre lo había atendido en Japón en las ocasiones en las que se había lesionado. Recordar aquello le generó cierta sensación de malestar en el estómago pero no supo atribuirle la verdadera causa; no sabía si eran los nervios, la incertidumbre o sencillamente el jet lag haciendo de las suyas a esa hora.
Estaba empezando a dolerle la cabeza. La espantosa sensación de opresión sobre la nuca le indicaba que en breve iba a sufrir una verdadera cefalea. Maldijo otra vez.
Estiró el cuello para divisar la hora en el reloj de la mesa de noche.
Las 3:11 AM.
Ya estaba transitando la hora del Diablo.
Era momento de levantarse.
Con todo el cuidado que pudo logró sentarse e incorporarse sin que Iwaizumi se moviera ni su respiración pesada y demasiado lenta se modificara. Era increíble, pero dormía cual roca. Mientras se dirigía hacia la cocina en busca de alguna medicación que le calmara el dolor antes de que empeorara, intentó rememorar si Iwaizumi siempre había tenido el sueño tan profundo. Su mente estaba un poco desorientada en esos momentos y lo deprimió un poco no poder recordar cuándo había sido la última vez que habían dormido juntos, ni siquiera en la casa de quién. Sí había sido hacía demasiado tiempo porque ambos aún vivían con sus respectivas familias...¿hacía tanto ya? ¿6 años?
Encendiendo la luz y rebuscando entre los cajones logró dar con un analgésico que no dudó en tomar rápidamente. Intentando que la píldora no quedara atravesada en su garganta mientras bebía agua se rindió sacando cuentas del tiempo que hacía no compartía una habitación con Iwaizumi. El pensamiento era tonto y carecía de importancia pero a Oikawa le había pegado la nostalgia a esa hora.

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Chacal Negro
RomanceLos chacales podían parecer criaturas inofensivas, incluso en algunos aspectos amigables y sociables. Sin embargo, los demás no podían olvidar que aún seguían siendo depredadores y que, orillados a hacerlo, podían volverse peligrosos si veían amenaz...