24.

4.9K 506 307
                                    

Joaquin

Es tarde por la mañana cuando me despierto sobreslatado, abro los ojos y los tengo que cerrar de nuevo para adaptarme a luz, he despertado tantas veces en este lugar que he comenzado a sentirlo propio

Reconozco todo, el ligero olor a lavanda de las velas aromáticas que le regale a Emilio, la suavidad de la tela de su ropa de cama, el ligero malestar en el cuello que me causan sus almohadas al ser más altas que las mías en casa

Todo está aquí, todo excepto el calor de un cuerpo más grande que el mío recubriendome desde la espalda y la satisfacción que me causa el sentir la proximidad de la persona que amo, el ligero revoloteo en mi estomago que indica, estoy comenzando un nuevo día junto a él

Junto a Emilio

Que hoy no esta, ni a mi lado junto a la cama, ni en ningún rincón de la habitación o el baño aledaño, me mojo el rostro para parecer un poco más presentable y me dirijo hacia afuera

El lugar está en completo silencio, pero sigo el ligero olor a café que llega desde la cocina, lo encuentro ahí, sentado en la mesa con una taza cercana a él, tiene los codos recargados y el rostro cubierto por sus palmas, levanta la mirada cuando escucha mis pasos y me observa sin decir nada unos segundos

Termino por saludarlo, para intentar borrar la incomodidad en el ambiente que se viene arrastrando desde anoche, él me sonríe a medias y vacila un poco antes de levantarse  y ofrecerme la silla a su lado, lleva el cabello en un pequeño moño como el día de nuestro escape romántico, lo que causa que el dolor que ha estado en mí desde que lo encontré borracho en la acera se expanda al notar el abismo que existe ahora, se mueve para servirme un vaso con jugo y un panecillo que saca de una bolsa de papel

Lo pone frente a la silla que es para mi y se sienta de nuevo, dándole un sorbo a su café

-¿Desayunarás tú también?- la voz me sale débil, demasiado tímida, tanto que no la reconozco, él Joaquin de siempre está escondido en algún lugar detrás del miedo que me surge de repente

Me acerco a él a paso dubitativo, abrazándome a mi mismo

De cerca, cuando lo puedo ver mejor, noto lo mal que está la situación gracias al semblante en su rostro, las grandes ojeras bajo sus hinchados ojos, el pálido tono de su piel y el ligero temblor de su labio inferior cuando los separa para hablar, el nudo en mi garganta se hace cada vez más grande

-No, no tengo nada de hambre- finge una sonrisa apenada- La cabeza me está matando y las pastillas todavía no hacen efecto, pero tú deberías comer, ya es tarde- no soy capaz de llevarme nada a la boca, se me cierra la garganta incluso antes de que de la primer mordida cuando él carraspea antes de hablar -Joa- me pongo nervioso de inmediato , él intenta encontrar mi mirada pero no se la devuelvo, suspira profundo y siento a mis manos temblar cuando las recargo en la mesa - Creo que deberíamos tomarnos un tiempo-

-¿Qué?- mi voz sale demasiado aguada y no estoy seguro de si realmente dije algo en voz alta después del shock inicial, él se levanta, como si no pudiera seguir junto a mi y mi corazón cae en picada, se rompe incluso muchísimo más, sus palabras resuenan en mi mente como un eco confuso, incomprensible

-Lo estuve pensando y la cague muy grande anoche, está bien si estás molesto y quieres pensar las cosas bebé - se recarga en la barra de la cocina  y lleva las manos a los bolsillos delanteros de su pantalón, sonando tímido, dolido, casi como si haber dicho esas palabras hubiera rasgado sus cuerdas vocales

ViernesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora