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Emilio

Suavidad

Todo Joaquin lo es

Suavidad y blancura cubierta de lunares, reposa sobre su vientre en mi cama con las sábanas cubriendo un pequeño espacio de su cuerpo y dejando todo lo demás al descubierto maravillándome con lo precioso que es desde la línea de su columna a sus omóplatos y subiendo hasta su cuello que reposa un poco enrojecido debido a las marcas que mis dientes seguramente dejaron en su nuca

Una de sus piernas se escapa de la sabana y no puedo evitar recorrerla con la palma abierta deleitándome con el calor de su piel

Precioso, Angelical

Su pequeña risa inunda mi habitación completa y yo siento que me derrito más de la cuenta

-Buenos días- susurra y se voltea sobre su espalda para poder mirarme, yo estoy recargado en el respaldo de la cama con la ropa de salir ya puesta pero en este momento con Joaquin recién levantado, sonriéndome y prácticamente desnudo, comienzo a pensar en que no debe de haber ningún problema con el hecho de llegar tarde a nuestro primer día de clases del nuevo semestre

Pero él parece darse cuenta antes de mis intenciones por qué niega y rápidamente se pone de pie

-No pienso llegar tarde por ti, no de nuevo- inconscientemente mis labios se juntan en un puchero y él vuelve a negar al mismo tiempo en el que se desliza en sus bóxers negros para levantarse de la cama

-Vamos, la última vez no fue tan malo-

-Claro, solo recibimos un descuento en las décimas de nuestro promedio final de parte de la profesora de cálculo- ruedo un poco los ojos, la señorita Rodríguez ya se la traía contra mí y luego también contra mi precioso novio, lo veo sacar de la mochila que ha traído su ropa extra para el día de hoy y se apresura a pasar a mi lado hacia el baño pero soy más rápido que él y lo tomo de la cintura para después arrojarlo a la cama de nuevo, intenta empujarme, me tiro encima suyo

-Emilio, esto es en serio- y lo sé por el tono de su voz pero no me importa, de cerca es incluso sublime, le atrapo las manos con las mías, a los costados de su cabeza y acaricio mi mejilla con la suya, la barba en esta hace a mi cuerpo vibrar y el recuerdo de sentirla anoche rozando mis muslos me hace querer soltar un sonido bastante vergonzoso

-Que suerte tengo de tenerte- sujeto sus manos por sobre su cabeza con una mano y dirijo la ahora libre hacia su pequeña cintura, con mis dedos casi le cubro la mitad del vientre plano que tiene

Perfecto

Mierda, estoy bastante perdido por este hombre, él se retuerce bajo mi toque

-Amor, de verdad, no quiero llegar tarde- su voz sale controlada pero puedo ver la dilatación en sus pupilas y estoy seguro de que si mis labios se dirigen al pulso en su cuello lo encontraré acelerado

Pero me dijo amor y carajo, yo hago lo que esté hermoso príncipe me pida así que lo suelto, sin embargo cuando estoy por levantarme él enrolla las manos en mi cuello y se acerca a mi rostros para compartir un beso rápido

-Me encantas- susurra- Yo también tengo tanta suerte de tenerte- y eso es todo, creo que estoy en el cielo, le rodeo la cintura con los brazos arqueándolo hacia mi

ViernesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora