Viernes

23.

Joaquin

Buzón de voz

Ya perdí la cuenta de cuantas veces lo he escuchado pero estoy harto de la maldita grabación

Si no necesitara mi celular para continuar intentando comunicarme con Emilio ya lo habría aventando por la ventana del automóvil desde hace mucho

Michael me avisa que ya estamos en su vecindario, Joshua me lanza una mirada apenada por el espejo retrovisor y estoy seguro de que es por que no he dejado de soltar lágrimas silenciosas desde que Emilio dejó de responderme hace más de una hora

-Estoy seguro de que él terminara por entender Joaco, tranquilo- la voz de Josh sale tímida pero lo suficientemente sincera como para brindarme confianza, se inclina a través de los asientos y me ofrece un pañuelo desechable para después volver a su lugar y dirigirle la mirada a Mike que ha comenzado a buscar estacionamiento desde una cuadra antes, por que al parecer hay tantos coches que es lo más cerca que podemos aparcar -¿No lo crees tú Mike?-

-No lo sé bebé yo estaría muy sentido contigo si hubieras faltado a mi primer concierto- recibe un gran manotazo de parte de Joshua- Pero seguro será diferente con ustedes Joaco, los vi ese día en la fiesta, se nota que te ama- y aun que debió dolerme mas el primer comentario, el que me lastima es el segundo, por que efectivamente Emilio me ama y yo no debí defraudarlo de esa manera

Mike está por estacionar, cuando lo veo, entre la noche, sobre la banqueta, caminando en dirección contraria a la gran fiesta en la casa de la esquina de aquel elegante fraccionamiento

Mi chico camina titubeante con una mano en su sien y por la manera en la que tropieza más de una vez puedo notar que está borracho

-Deténte- gritó de inmediato y Mike me obedece a mitad de su maniobra de tres pasos, abro la puerta y prácticamente salto del vehículo en dirección a Emilio

Él cuál se muestra ajeno y continúa caminado

Grito su nombre y se detiene cuando escucha mi voz, me busca con la mirada, esta oscuro y con su estado no me sorprende que no me encuentre rápido sino hasta que estoy lo suficientemente cerca

-¿Joa?- su tono de voz es confundido pero no parece haber ningún ápice de molestia, así que me lanzo contra él y tengo que sostenernos a los dos o para no irnos de espalda

-Oh bebé, perdóname- de cerca puedo verlo mejor, está hecho un desastre, con los ojos rojos inyectados de alcohol y un gesto imperturbable en el rostro, su cabello rebota despeinado y la camiseta blanca que lleva puesta esta más que arrugada, no me abraza de vuelta y eso hace a mi corazón doler incluso más, mantiene sus manos apartadas de mi cuerpo, su respiración se siente pesada y cuando me separo de él al sentir sus manos empujando las mías fuera, lo veo, justo en la zona de su cuello, un lugar enrojecido por marcas de labial y siento que me falta el aire

Doy un gran paso atrás apartándome, desconociéndolo, como si cualquier dolor sufrido antes no hubiera sido nada comparado a este, como si mi horroroso ex novio fuera una burla, él me engañó más de una vez, pero nunca lo había amado de la forma en la que amo a Emilio y esto de alguna manera comienza a matarme, lanzo un grito ahogado, las lágrimas inundan mi rostro y Emilio como si se encontrara afligido por mi comportamiento alarga el brazo intentando consolarme, me alejo bruscamente