Viernes

16.

Joaquin

La mano de Emilio se extiende para tomar la mía y yo entrelazo nuestros dedos mientras caminamos a través de la puerta en la que somos admitidos después de pronunciar nuestros nombres, la entrada del lugar está guiada a través de un pasillo forrado de espejos que van del suelo hasta el techo y que logran marearte de alguna manera al recibir diferentes versiones de ti mismo en los reflejos, la imagen de ambos me distrae por un momento, cada quien con su propio estilo

Emilio lleva una de sus camisas favoritas en color negro con los botones abiertos hasta la mitad de su pecho y algunos collares colgando sobre él, sus jeans mas amados en un tono grisáceo y unos tenis negros con plataforma que contrastan con las botas de tacón que llevo puestas y los pantalones negros rasgados en las rodillas ajustados a la piel, combinados con una pequeña musculosa color arena que deja expuesto mi abdomen como un crop y que llevo cubierta con una chaqueta de cuero encima

Él se ve guapísimo

Me inclino hacia él, le sujeto las mejillas y le doy un corto beso que lo hace sonreír cuando comienzo a menear mis hombros al sonido de la música que nos rodea al entrar a un espacio abierto que no es demasiado grande pero si bastante bonito, iluminado de manera tenue con las luces de colores que salen del centro de la pista de baile y de las paredes del lugar, hay una gran cantidad de gente reunida en la barra y unas cuantas más en las mesas a orillas del lugar, la sección de reservados está en el segundo nivel y Emilio ubica a alguien desde donde estamos por que levanta una mano saludando

-Todavía podemos huir- me susurra y yo ruedo los ojos empujándolo con el hombro, pero sin soltarlo

-No seas aguafiestas, estaremos bien, ademas, esto podría servirte para conocer personas, nunca esta de más- desde temprano ha estado ansioso con la situación y aún que una parte de mí intenta no pensar de más en su comportamiento, presiento que debe estar nervioso de conocer personas en la industria, lo cual no está para nada mal si eso podría ayudarle con su carrera más adelante

Ambos tenemos metas y prioridades y a pesar de que me molesta un poco que Estela sea quien lo está introduciendo a este mundo, soy consiente de la gran oportunidad que tiene enfrente

Además esta semana ha sido difícil para mi y nada me viene mejor que un par de tragos y bailar con mi chico hasta que sienta que no puedo salir vivo de aquí

Me pongo frente a él antes de que comencemos a subir las escaleras y enrollo mis brazos sobre su cintura para mantenerlo cerca y plantarle un beso en la barbilla

-Emilio- canturreó su nombre con el tono de la canción de fondo mientras intentó que se mueva conmigo al ritmo, algo torpe- Estamos aquí y sí, tal vez por qué yo insistí pero sobre todo por ti, hay que divertirnos, así que saca de su caparazón a ese chico extrovertido y carismático que siempre eres y conoce a cuánta gente puedas, ¿De acuerdo?- lo beso de nuevo- Te amo- y antes de que pueda responder, lo dirijo hacia arriba, finge subir las escaleras con pesadez pero después coopera conmigo e intenta relajar los hombros

Nos recibe un chico en el último escalón, parece ser mayor que nosotros pero no demasiado, Emilio me suelta un momento para saludarlo, se dan un pequeño abrazo y lo escucho decirle lo feliz que está de que haya decidido venir

-¿Él es tu novio?- pasó desapercibido un par de segundos hasta que la mirada de ambos se dirige a mi y la mano de Emilio recupera mi cintura