levitating ━ regulus black ¹

chapter i ━━ December 25

001. December 25

DICIEMBRE 24, y la casa de los Golightly está demasiado callada para ser el hogar de una Ravenclaw parlanchina y dramática, y un hombre con pinta de metalero y muy social.

Entonces Circe baja corriendo las escaleras hasta la sala, donde está su padre casi quedándose dormido.

—Hice una lista del por qué no debemos ir a la fiesta del Ministro, espero sea interesante y lo suficientemente convincente para que no vayamos... —ella dice, sentándose en la alfombra frente a su padre.

Brian Golightly se ríe, haciendo que Circe frunza su entrecejo a su dirección.

—Me gustaría escucharla, aunque sería tiempo perdido. No puedo quedarle mal al Ministro —su padre dice, medio adormilado mientras extendiende el periódico mágico donde su rostro está nuevamente en primera plana.

Resulta que su padre había salvado la vida del Ministerio de Magia, Alphard Black, unos días antes de que ella volviera a su casa. Y en agradecimiento, el señor Ministro los había invitado a la cena de Navidad en su casa, con algunos otros funcionarios del Ministerio y su familia.

Circe había escuchado sobre el tema días antes. El señor Black es el tío de Sirius (ella es su consejera amorosa y vecina de su mejor amigo, James), el punto era que, había visto a Sirius bastante preocupado por su tío y su bienestar. De hecho, había sido él quien le comentó a Brian, su padre, sobre el problema.

—¿Puedes leerla sí o no?

Él se encoge de hombros y baja el periódico. Circe le tiende el pedazo de pergamino, mientras él la ve con una risa ladeada.

Seis razones por las cuales no debemos ir a la fiesta del Ministro Black.

1. Estará uno de mis amigos, y es el que dices que es mala influencia. ¿Quieres que tú hija empiece a consumir LSD por tu culpa?

—Nunca probarías de eso, y solo digo que Sirius es un poco rebelde —dice su padre.

—Tú solo lee, papá.

Él pone sus ojos en blanco, y sigue:

2. Probablemente me hagan mala cara porque soy una mestiza, ¿eso sería de tu agrado?

—Circe, el Ministro no es prejuicioso. Su familia sí, pero somos los invitados de él... —irrumpe Brian.

—Te gusta interrumpir, ¿verdad? Las preguntas y opiniones al final. Gracias, Brian.

3. No soy de usar vestidos y tú no eres de usar trajes. Estaríamos incómodos, piensa con la cabeza, no con el estómago.

4. No sabes ponerte una corbata.

—¡Hey! Sí puedo ponerme una de esas, que no me guste es diferente. Además es solo una noche —se defiende su padre.