chapter xi ━━ The Marauders

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011. The Marauders







—¡Maldita sea, no! —se quejó Narcissa, tapando sus ojos—, cuando vayan a hacer sus cochinadas avisen para no tener que estar presente.

El chillido de la rubia hizo que Circe y Regulus separaran sus labios y Regulus le mandara una mirada fulminante a su prima.

—Tú vas vas a casarte con Lucius y eso es peor —terció Regulus. Circe le dio un codazo—. Lo siento, pero no me pegues.

—Creí que ya habíamos hablado sobre esto, Reg —le dijo la castaña.


—Yo solo tengo una duda —comenzó Narcissa, ignorando el comentario de Regulus y el regaño de Circe—: ¿van a comerse la boca donde vayan?

Circe se sonrojó, mientras que Regulus solo murmuró un como si fuera lo más obvio.

Bueno, Circe apenas se estaba acostumbrando a las muestras de afecto considerando que nunca había tenido un novio. Y el drama por carta que le hizo su padre al enterarse era algo de lo que definitivamente no quería hablar (—solo Remus lo sabía, y se pasó burlando toda la tarde).

—¿Y no les dejan tarea? Ay no, mejor ni me imagino lo que hacen en lugar de escribir. No respondan, gracias —dijo Narcissa—. Circe, espero verte en mi boda... Igual a ti, idiota.

Regulus volcó sus ojos.

—Trataré —respondió Circe, pellizcando el brazo de Regulus para evitar que soltara algún comentario inapropiado. Narcissa disparó sus cejas hacia arriba—. Bueno, es que con papá quedamos en ir a visitar a mi tío en Liverpool, y no sé cuántos días serán, así que...

Regulus la escuchaba, atento a cada palabra que salía de sus labios. Por un momento olvidó que los dedos de Circe estaban en su piel, lo que seguramente dejaría un morado más tarde.

—De todas formas —Narcissa se encogió de hombros.

Circe se levantó se repente.

—Remus y Sirius están haciendo mi tarea de Pociones —les explicó, al ver la mirada inquisitiva de ambos—, y tengo que velar que no se mueran de hambre en el proceso.

—Lupin y Sirius —repitió Regulus, pensativo—. Hey, yo pude ayudarte en lugar de ellos.

Narcissa y Circe se rieron.

—¿Estás celoso? —inquirió Narcissa, con sus cejas arriba y una sonrisa burlona en su rostro. Codeó a Circe con diversión.

Circe besó la mejilla de Regulus.

—La próxima vez estoy segura de que podrás ayudarme —ella sonrió, revolviendo el cabello de él.

La castaña se despidió nuevamente y salió de la sala común. Regulus solo la vio irse con una sonrisa, podía escuchar perfectamente los sermones lejanos de Narcissa, sin embargo, le extrañó demasiado que no dijera algo considerando lo parlanchina que podía llegar a ser.

—¿No dirás....

—¿Sabes que esto está mal, verdad Regulus? —le interrumpió la rubia, con la voz neutra—. Estás atontado y sabes que está mal...

—Ya lo sé, Cissy.

—... Y sabes que Walburga va a explotar cuando lo sepa.

—Ah, eso no importa —se rió él, pero dejó de hacerlo cuando vio que su rubia prima estaba en la posición más seria que nunca—. Vale, sí, lo sé. Y ahora no me importa nada, Cissy.

levitating ━ regulus black ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora