levitating ━ regulus black ¹

chapter iv ━━ Potions

004. Potions

ENERO CAYÓ demasiado rápido para el gusto de básicamente todos los estudiantes, ya que significaba que se acercaban los exámenes de fin de curso, por lo que Circe, al tener siempre notas buenas en las demás clases, solo estaba preocupada por Pociones, que era su peor materia y seguramente su padre se iría de espaldas al ver las notas anteriores.

De todas formas, Circe piensa que Slughron la odia de alguna u otra manera. El curso pasado, ella anheló que su pareja de trabajo fuera Abbott, un chico de Hufflepuff que era malditamente bueno en la materia, pero no, Slughron le buscó la peor pareja de trabajo. Antes de Navidad, su pareja fue Anna, y aunque se ayudaron, la pelirroja es horrible al igual que ella.

Y cuando la campana de la segunda hora de clases tocó, Circe se planteó muy seriamente tirarse de la Torre de Astronomía.

—No debe ser tan malo —dice Sirius, pasando su brazo por los hombros de Anna.

—¡Es horrible! —replica Circe.

James pone sus ojos en blanco.

—Claro que no. Pociones es la materia más fácil —el chico de lentes levanta sus cejas con obviedad.

—No es así.

—Sí es.

—No.

—Sí.

—No.

—James... —Circe dice.

—¿Mhmm?

—Cállate, gracias —finaliza ella, sonriéndole mientras para frente a la mazmorra del profesor. Suspira para contar hasta tres y calmarse antes de entrar al infierno—. Uno... dos... tres... ¿dónde están Remus y Peter?

—Dónde deberíamos estar nosotros: en el salón de Transformaciones —dice James con mucha tranquilidad.

Anna se suelta de Sirius luego de que este le susurrara algo al oído y entra a la mazmorra, no sin antes guiñarle un ojo a Circe.

—¿Por qué todos están extraños? Me asustan... —dice Circe en voz baja.

Sirius y James se ríen, haciendo un escándalo que hace que Circe esconda su cara en el libro de Pociones que lleva a mano.

—Hoy, mi querida Circe, será el mejor día de tu vida —Sirius sonríe muy jovial mientras la abraza por los hombros.

—Esto me huele mal —opina ella.

—Bueno, ese seguramente es Cornamenta.

James le mira sin gracia y arruga su nariz.

—¿Qué esperas para entrar a tu salón, querida Circe? Y anota la fecha en tu pergamino, porque no querrás olvidarla nunca —esta vez, es James el que habla.

Circe tiene miedo, ¿vale? Todo lo que venga por parte de Sirius o James significa peligro y problemas, cosas que por supuesto, Circe no quiere en su reporte académico. Sin embargo asiente y deja que los dos se den la vuelta hacia el salón de McGonagall mientras que ella al de Slughron.