CÁLIDA BIENVENIDA
Bien, había que admitir que Henry de Borbón era muy guapo y bien parecido, pero la mirada llena de odio y repulsión hacia los de Valois no pasaba desapercibida para Elisabeth. Reconocería esa mirada dónde sea porque es la misma que ponía Leesa al ver a Charles.
—Bienvenido sea a nuestra corte, su majestad— saludo Catherine cortésmente.
—Catherine de Medici— dijo el rubio—. Es un honor conocerla en persona— tomó la mano de la italiana y dejó un casto beso en ella.
—Igualmente Henry— dijo la francesa—. Ya habíamos tenido el honor conocer a tus parientes.— el rubio comenzó a reír.
—Le aseguro que mi visita no tiene nada que ver con lo que haya hecho Conde y su hermano— le dijo.
—Quiero creer que eso está en el pasado— sonrió Catherine—. ¿Le parece si entramos al castillo?— preguntó.
—Por supuesto, alteza.— para todos pasaba desapercibido esa aura maligna que despedía pero no para Elisabeth, Henry de Borbón definitivamente no era una buena persona y aún así se iba a casar con Margot.
Catherine guió a todos hasta el jardín puesto que sentía que sería el ambiente perfecto para limar asperezas y liberar tensiones pasadas no crear futuras.
Henry caminaba como si ya conociera el castillo, como si se sintiera en casa, o al menos eso veían los ojos de Elisabeth. Todos se sentaron en unos cojines y debajo de una carpa que habían colocado los sirvientes para la visita del rubio. Era una recepción muy pequeña y se podría decir algo femenino pero debido a que el acontecimiento sería una boda podían darle un aire romántico a todo.
—Dígame majestad, ¿es usted protestante?— preguntó Elisabeth rompiendo la tensión.
—Ciertamente lo soy— le dijo Henry—. Creí que usted era más tolerante— arremetió con cizaña.
—Ciertamente lo soy— dijo Elisabeth con sorna en su voz.
Ambos se sostuvieron la mirada hasta Elisabeth cedió al ver que su hermano se aproximaba, ella se puso de pie alisando su vestido azul cielo y cuando su hermano se acercó hasta ella le besó las mejillas.
—Ernest, hermano mío, quiero que conozcas a Henry de Navarra.
El rubio se acercó y saludó estrechando la mano del príncipe austriaco. Ernest al igual que su hermana no sintió que el príncipe Henry fuera muy amistoso.
—Es un honor conocerlo, príncipe Henry— le dijo Ernest.
—¿De que está hablando, alteza? Henry es el Rey de Navarra— le dijo Catherine.
—El próximo rey según entendido— dijo Ernest—. La corona es de tu madre, mis condolencias por su enfermedad, espero mejore pronto.
—Mi madre es una mujer fuerte, saldrá de esto— dijo el rubio
—Majestad, creo que es momento de guiarlo hasta sus aposentos— interrumpió Catherine—. Debe estar totalmente cansado.
—Efectivamente lo estoy, majestad— dijo Henry—. Sería un placer retirarme a descansar.
—Guíe al príncipe hasta sus aposentos y lleven su equipaje— pidió Catherine a uno de los sirvientes—. Esta noche ofreceremos una recepción adecuada para usted y anunciaremos su compromiso con mi hija Margot.
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Kingdom Fall
Historical FictionDesde que Elisabeth, Archiduquesa de Austria, era una niña, su padre ha anhelado convertirla en reina. Es enviada a Francia para casarse con el ya Rey; para salvar un país y asegurar una corona, una alianza que sería de utilidad, pero hay fuerzas qu...