«•|Capítulo 7.|•»

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Se había colocado un vestido verde manzana y había dejado su cabello suelto con una corona con puntas de diamantes, se acercó al pequeño escritorio y vio la pequeña caja con una nota a lado

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Se había colocado un vestido verde manzana y había dejado su cabello suelto con una corona con puntas de diamantes, se acercó al pequeño escritorio y vio la pequeña caja con una nota a lado.

«Para la mujer más hermosa del mundo y qué poco a poco fue ganándose mi corazón

Tuyo siempre.
Charles.»

Elisabeth tomó la cajita y vio una hermosa cadena de plata con un dije de esmeralda en forma de corazón sobre una base de plata.

—Me alegra que te guste— escucho la voz de Charles y se giró a verlo.

—Es hermoso— le dijo. Charles le quitó la caja, sacó la cadena y le ayudo a colocársela en su muñeca izquierda.

—Se ve hermosa, mande a hacerla para ti— Elisabeth elevó sus cejas dudando—. Bueno en realidad mi madre la mando a hacer desde que llegaste hace un mes.

—A sido un mes bastante difícil— declaró Elisabeth.

—Feliz cumpleaños— Charles dio un corto beso en sus labios.

—Lo recordaste— dijo ilusionada.

—Quiero que está noche te pongas un vestido bonito, te arregles más hermosa de lo eres porque festejaremos en grande— le dijo Charles.

—¿Harás un gran baile?— preguntó con  curiosidad.

—Sí pero no— le dio un beso en su frente—. Es sorpresa, así que esperarás hasta en la noche.

—Esta bien— dijo haciendo berrinche. Después de un mes Charles se había acostumbrado a sus berrinches y dramas de su prometida—. Eras tú— susurró viéndolo fijamente a los ojos.

—¿A qué te refieres?— preguntó Charles.

—El soldado en Sedán— dijo—. Tus ojos son únicos, incapaces de ser como los de alguien más— Charles sonrío.

—Adivinaste, era yo— acarició las mejillas sonrojadas de la rubia—. Tenía curiosidad por saber cómo eras y debo decir que aunque tarde en demostrártelo quedé fascinado desde que te vi.

—Me haces tan feliz— le dijo.

—Es hora de que vayamos a desayunar— Charles le tomó la mano y salieron camino al comedor.

Algo había cambiado en mí desde que ella apareció, era como sí todo lo que viví con Nicole hubiera quedado en el olvido, no se como hubiera sido mi vida de haberme casado con Elisabeth si Nicole aún viviera. La llevo en mi corazón dónde se llevan a las personas que amamos pero es imposible cuando hay alguien nuevo dispuesto a ocuparlo.

Kingdom FallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora