Gritos al Cielo © ✔️.

Capituló 1: "Coincidencia"

Capítulo 1: ''Coincidencia''

La música que salía de la radio no servía de nada, a veces servía, pero esta vez no daba frutos de calmarme, seguía apretando con más fuerza el volante mientras aceleraba más, el viento me daba en la cama, la temperatura hoy estaba más calurosa de lo normal.

Me gustan más los días fríos.

Frene cuando vi el semáforo en rojo y espere con mi ceño fruncido.

¿Me sentía cómodo con todo esto? No, para nada cómodo.

Yo puedo resolver esto solo.

Nunca he necesitado ayuda de nadie y esta no será la primera.

¿Estoy mintiendo? Si, trato de engañar a mi mente todo el tiempo tratando de que el pasado no invada mi mente de nuevo.

Aunque quiera engañarme no puedo con esto solo.

Llego al pequeño edificio de un color amarrillo claro, agarro el volante con fuerza y pongo mi cabeza en él, cierro los ojos meditando si esto está bien.

Mi mirada desorientada los trababa de ver, pero era imposible mantener mi mirada fija en uno, estaba tan sumido en alcohol que no sabia si mi mente me estaba jugando una mala pasada o eran reales.

Solo los miraba y no decía nada, llevo nuevamente mi boca ala botella dando un largo trago que quema un poco mi garganta, es un poco doloroso, pero esto era menos doloroso que la realidad así que, aunque duela el trago ayudaba a olvidar.

—A veces, aunque nos duelas no estamos bien, necesitamos ayuda, alguien más que este para nosotros, que cuando todo se venga abajo alguien te sostenga. — dijo Allie con amabilidad mientras me quitaba la botella despacio, no proteste, aunque le deje notar mi molestia ya que no quitaba mi mirada de sus ojos.

Le había gritado que se largaran minutos antes, aun así, siguen aquí, ella mirándome con una sonrisa calmada y el mirando con reproche y tristeza.

— No quiero a nadie, me puedo mantener de pie yo solo. --- Demande con terquedad.

Suspira con frustración en sus ojos.

—¿Eso crees? Mírate, no me importa lo que digas, iras y nosotros te apoyaremos, sé que no será fácil pero aquí nos tendrás— me abraza y yo me mantengo rígido mientras miro a Max el cual me miraba de a la misma forma que ella. La apoyaba, luego de unos segundos le correspondí el abrazo.

—Se que te frustra que diga esto, pero, ella sabe lo que dice, tiene razón—Dice esa voz que tanto conocía y se apoya a Max mientras nos mira.

Max no siente aquello.

Nadie lo siente.

Si estuvieras aquí todo esto no fuera tan mierda.

No tenía alternativa, Acepte ir.

Salgo del auto y entro a aquel edificio, era una pequeña cancha de baloncesto, está limpia, todas sus ventanas estaban abierta dándole un poco de más luz al lugar, en el medio de la cancha había un círculo de sillas donde ya había algunas personas sentadas en ellas, al verme todos me vieron, pero luego volvieron a lo suyo solo dos personas me miraban.

La mujer mayor con tez blanca cabello rubio y ojos verdes oscuros, que tenía una libreta en las manos y un bolígrafo que movía con nerviosismo mientras me miraba y luego a todos los que se encontraban en el circulo.

Tenía una sonrisa sincera, pareciera que, si quería estar aquí, quería ayudarnos.

Pocas personas hoy en día hace eso, la mayoría se encierra en su mundo y aquello lo entiendo, pero, poco a poco nos hemos vuelto crueles y salvajes, no nos importa más que mantenernos de pie sin mirar las consecuencias que dejamos después de hacer todas aquellas cosas para obtener lo que queremos, la mayoría material, la mayoría sin importa. Entonces ¿por qué no nos preguntamos si eso vale la pena? No lo sé casi nunca miramos o pensamos en lo demás, ya que todo lo material está de moda y todo lo sentimental se ha quedado en la basura y los pocos sobrevivientes que quedan ante esta plaga del materialismo, que defienden que los sentimientos son más importantes que una puta selfie poco a poco también están siendo destruidos por nuestra frialdad.