Capítulo 24: 168 horas.
Aina Jones.
Cuando menos te lo espera llega la persona indicada a tu vida. Eso lo había aprendido a duras penas, pero lo había hecho, en una lucha constantemente conmigo misma y mi pasado había aprendido que solo necesitaba alguien que estuviera y que, aunque algunas cosas sean imposibles, el haría lo que fuera para alcanzarlas.
Lo había aprendido, esto meses, cuando llegué a la ciudad y decidí ir a rehabilitación. Decidí cambiar mi pasado.
Cuando menos te lo espera el pasado llega a arrebatarme todo eso, todo vuelve a hacer dolor y lágrimas, esta vez no quiero sufrir y sollozar. Este dolor no es sentimental, es dolor físico. Me creí invencible, intocable después de esa batalla. Sin darme cuenta que se aproximaba una guerra más grande donde yo sola tenía que luchar.
Recordando que soy humana y me puedo quebrar, me puedo volver cenizas en cualquier instante.
La vida me recordó que ella es la única ganadora, todos somos piezas o algún nivel del juego de este mismo, pero el único destino o quien gana es la muerte.
A pesar de todo he aprendido que a pesar que el mundo se convierte gris cada día hay que vivir y sacarles el lado positivo a las cosas.
Las personas que se cohíben de vivir por miedo al dolor son las que terminan sufriendo más, las que terminan derramando más lágrimas.
Porque al final no es solo vivir, es sentirse vivo.
Prefiero vivir, aunque me esté matando de miedo, prefiero vivir, aunque me crean loca luego, puedo contar mis manías con mis dedos, a veces me sorprendo de todas las sorpresivas acciones que hago, pero sin duda no me hago daño, solo hago para ver más bonita la vida y para abrazarme a mí misma y no adentrarme a la total oscuridad que hay en mí.
Tal vez el pasado esta vez vuelve y se quedara hasta destruirme.
Tal vez yo tenga gran culpa de esto.
Pero ella no me quitara lo único bueno que me queda.
Yo controlaré el juego esta ve, yo romperé el reloj con un beso.
Yo pintare con un nuevo lienzo todo lo que puedo.
Yo haré mi propia y nueva historia.
Junto a él y junto a todos lo que me hacen feliz.
Día 1:
Miraba las paredes sin parar, la ventana se estaba convirtiendo en mi mejor salida para salir de allí. Me tiraba y escalaba como Spiderman. Miro como el chico a mi lado no suelta mi mano mientras echa una siesta, sonrío mirando que apenas está amaneciendo. El sol apenas está saliendo dando luz a el cielo, para volverlo azul como me gusta.
El chico tatuado se remueve al pegarle el sol en la cara y rio el frunce el ceño y hace un gran puchero, yo guardo esa imagen en mi mente y la tatuó como una de sus mejores expresiones que he visto de él. Mientras él se tatúa el cuerpo para calmar sus heridas, yo las tatúo en mi corazón y allí hago que mi yo se haga más fuerte.
— Buenos Días — Le digo al ver como abres los ojos lentamente.
— Es muy temprano. — Gruñe y vuelve a cerrarlos.
— Al que madruga... — comienzo a hablar, pero interrumpe.
— Bla,Bla— Bufa y luego ríe — déjame dormir. — Se hace el dormido.
— Los mejores son los besos mañaneros. — Le susurro y miro como abre sus ojos rápido.
— Cierto. — Sonríe y se acerca a mi para luego besarme lento, mientras me acaricia la mejilla — Buenos Días. — Susurra entre mis labios.
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Gritos al Cielo © ✔️.
Novela Juvenil¿Por qué las personas buenas no son infinitas? No me arrepiento de nada Te amo Somos tan diferentes pero el amor nos hace tan únicos. Eres inefable. Eres Luz. Yo soy el pequeño fiel admirador de tú hermosa Luz. Tú Luz hace que el cielo sea irreal...