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Capítulo 8: "Dos rayos"

Capítulo 8: '' Dos rayos''

Ya habían pasado dos días aquí, lo cual me daba alivio, ya faltaba poco para que terminara este viaje. La verdad no había sido incomodo sino todo lo contrario, me sentí relajado. Había hecho muchas actividades para la ayuda mental de cada uno, que no precisamente era exponiéndonos antes todo. Sino que eran todo lo contrario, nos ayudaba a sanarnos nosotros mismos sin necesidad de soltarnos con los demás. Sasha no forzaba que nadie dialogara con nadie sino quería.

Me despierto con pereza ya que fuera de mi habitación la puerta suena muy fuerte —Ya va —espeto con molestia mientras duro unos minutos con los ojos cerrados y el ceño fruncido ignorando el sonido tan molesto detrás de la puerta.

—¡Sal! —Escucho el mandato de Christian mientras frunzo el ceño —Ya es tarde —Titubea a lo último y yo gruño más.

Me levanto y abro la puerta con cara de pocos amigos mientras su reacción al ver mis acciones tan frías lo hacen tragar fuerte: —Espero que me despiertes para algo bueno. —Digo con seriedad. Odio que me despierten.

—Traje una pelota de futbol americano —dice sin dejar los titubeos atrás. —¿Quieres... —Comienza la pregunta e interrumpo

—Te daré una paliza —digo. No lo haría, pero al ver su cara ha sido lo mejor. Me quería reír al instante que retrocede y trago más fuerte.

—0 violencia —Reprocha Aina viendo todo mientras recoge su pelo en un moño y bosteza —Dion acompaña a zanahoria a jugar—Dice con autoridad y yo alzo una ceja y doy una pequeña risa incrédulo —No seas malo, navidad está cerca y Santa no le gusta los niños que se portan mal. —Un chiste malo sale de ella y yo la miro con el ceño fruncido a los pocos minutos Chris suelta una pequeña risa y Aina hace lo mismo y yo volteo los ojos.

—Te tirare de cabeza al lago —suelto y ambos dejan de reír para ahora yo burlarme de ellos.

—No se burlen de mí. —Dice Christian gruñendo para después de darse cuenta de cómo lo llamamos y se acomodó su pelo.

—Ya deja de gruñir —Miro a Zanahoria—Me daré un baño y jugamos un rato—Suspiro y miro a ojos verdes sonreír. —solo porque me gusta el futbol americano. —Demando y volteo para comenzar a entrar a mi habitación.

—Preparare café y tostadas—Dice la voz chillona de Aina feliz—Tal vez así se te quita el mal humor. ríe mientras siento su mirada en mi espalda

—¿Como pueden tener un buen humor tan temprano? —Suspiro y volteo a mirarlos

—Dion...son las 11 de la mañana. —Dice ella mirando su celular unos minutos para verificar si es correcto.

—Es temprano, yo me levanto a las 4 de la tarde. — Digo con gracia y sinceridad, para así dar terminada la conversación y entrar a la habitación.

Los escucho a ambos reír tras mío.

...

Me acomodo mi camiseta ya listo y fresco para tirar toda mi pequeña melena hacia atrás. Necesitaba un corte. Sali de mi habitación, mis fosas nasales fueron invadidos por el olor del café recién hecho y de algo tostado, camine a la cocina que estaba a metros de nosotros donde Aina terminaba de poner los tres platos en la pequeña mesa.

Mire como el pelo rojizo mira el plato como si fuera a devorarlo para luego darle una gran mordida al pan recién tostado y beber del café.

Me siento en el medio. A la izquierda esta Zanahoria ya cambiado con una camisa de rayas y uno jeans cómodos y al otro lado esta Aina con un pijama rosada pastel y un moño todo descuidado hoy tenia puesto unos lentes Toaba café mientras seguía devorando el libro, no parecía que estuviera aquí. Enserio estaba sumida en esos ojos. Se mordía el labio un poco y luego reía mientras movía sus ojos energéticos a las hojas.