Posesión infernal.
– ¿Ya te dejo anudarlo?
Iban saliendo de su sala común (El azabache le estaba dando, un poco mas de detalles, sin ser tan explicito) Cuando se encontraron a su rubio amigo, el chico estaba un poco nervioso, pero expuso su problema sin contratiempos. – No. – Respondió derrotado. El único consuelo que obtuvo, fue una palmada en la espalda de su compañero cabellos de fuego. – ¿Si no mal recuerdo ustedes tenían una cita hoy? – El rubio asintió y cuando iba añadir algo más, el azabache se adelantó. – Bueno, en mi mochila tengo una poción que... – Fue cortado rápidamente. – Le envié una lechuza cancelando la salida, le dije que tenía detención con Snape. – ¿Por qué...? – El azabache estaba a punto de reclamarle la mentira. – No quiero perder el control y anudarlo sin su consentimiento, se que si lo hago, no viviré otro dia. – Los tres soltaron una pequeña risa, aliviando un poco el ambiente. – Entiendo, pero, si le explicas lo mucho que significa para un Alfa anudar a su pareja. – El de ojos grises asintió bajando los escalones. – Además, cuando hablo no me interrumpas. – Dijo juguetón.
Bajaron las escaleras, esquivando hábilmente los escalones trampa, o no tanto, ya que cuando iban por la última escalera accidentalmente Ron no saltó el pequeño escalón, quedando atrapado. – ¡¿Quien fue el idiota que tuvo la idea de los escalones trampa?! – Grito colarizado tratando de sacar el pie, algunos retratos murmuraron algo sobre sus modales, mientras sus amigos se reían estruendosamente.
– Escuche que la idea fue de Rowena Ravenclaw, ¿Quieres ir a maldecir su retrato? – Respondió en rubio, olvidándose de sus problemas maritales, con burla entre risas.
– ¡No sean malditos! ¡Ayudenme a sacar el estúpido pie! – El azabache se acercó, tratando inútilmente de ahogar las carcajadas, y le ayudo. Con un tirón, logró sacar el pie y rojo de la furia y tanto como vergüenza, ya que varios retrato se reían abiertamente de él, se le lanzó al rubio, que salió corriendo por el pasillo hacia el comedor. Entre gritos, maldiciones, risas, cruzaron los distintos pasillos, como niños de séptimo.
Olvidando, aunque sea por unos minutos, sus distintos problemas.
Pero tan rápido como vino, se fue.
Entre tropezones, risas escandalosas, llegaron a las puertas del GC.
Y como se le hubieran echado a los tres un Aguamenti, las sonrisas fueron cambiadas por muecas de enojo, asco y traición.
Frente a ellos estaban, su profesor de Pociones y la pareja del rubio, comiéndose a besos, literal.
El de cabellos de fuego fue el primero que salió de su trance precipitándose a lo que iba a pasar. Con rápidos pasos se plantó al frente de sus dos amigos, tratando de que sus amigos no cometieran una locura, echando un vistazo a la dichosa pareja, hablo. -- Tranquilos... -- El Alfa rubio apretaba los nudillos hasta volverlos blancos por la fuerza sin apartar la vista de su padrino. El azabache ya había sacado sus garras y el iris de sus ojos antes verdes ahora de un rojo intenso, no era una buena señal. – Calmados. – Susurro aunque él no lo estuviera. – Si forman una pelea aquí, nos restarán puntos.
Los otros dos Alfas parecieron meditar las consecuencias, el azabache guardó sus garras pero sus ojos seguían en un rojo, pero más apagado. El de cabellos de fuego suspiro por la feromonas liberadas por los otros dos, se giro viendo como su profesor venía hacia ellos. El olor del Omega les llegó a las fosas nasales, una mezcla fuerte. Para el rubio y el pecoso fue una advertencia, quedaron extrañados, ya que su profesor nunca había tenido olor, pensaron que era un Beta, pero cuando supieron que era un Omega, cayeron en cuenta que tenía uno, aunque no lo olieran. – Weasley, Malfoy, llegan tarde. – Cruzó el pequeño tramo con su típica galantería, sin capa, se veía menos tenebroso. – Mañana, a las 8. – Su vista pasó de los dos mencionados al azabache, le brindó una inspectiva mueca antes de decir. – y Sr. Potter lo espero en mi oficina después de la cena. -- Con la misma galantería que llegó, se giró y entró al bullicioso GC.
Y antes que se cerrarán, como una violenta brisa, el rubio Alfa acorraló al Omega. Estrellando contra la pared más cercana robo el aliento del mayor, que gimió ante el trato brusco.
– ¡¿Desde cuando te acuestas con el?! ¡¿Desde cuando...?! – Un Alfa no es capaz de soportar una traición o mas bien, no podía soportar que alguien le hiriera el orgullo.
Los Alfas son muy orgullosos, ya que los catalogan como los más poderosos, las mayorías de familias sangre pura eran Alfas... pero ese es otro tema, orgullosos, cada uno de ellos tenían el orgullo de un planeta, lo único que se los hería era que su Omega se estuviera toqueteando con otro, en simples palabras un Omega insatisfecho era un problema, significa que el alfa no estaba bien dotado y dejaba Alfa en una mala posición ante los otros alfas, que aprovechaban para quitar al Omega de, como dirían ellos, un eunuco.
– ¡Me vienes a reclamar, cuando tu me mentiste! – Dijo el rubio mayor tratando de liberar en la agarre en su túnica, o al menos quitar un poco su espalda de la dura piedra. – ¡Me dijiste que tenias detención! ¡Y que me entero, que era una puta mentira! – El Omega estaba más colérico que su pareja, con un moviendo de mano se quitó las intrusas de su túnica, endureció sus facciones y dijo. –No creo que sea el lugar para hablar de temas tan personales, menos con espectadores. – Señaló con la cabeza dos chicas que veían la escena en butaca premium.
El Alfa aprieto los puños conteniendo a su animal interior, dio unos pasos hacia las puertas pasando por las chicas, ignorando sus caras de sorpresa, abrió las puertas lanzando una última mirada a su pareja, entró.
Primero que nada, subí este capítulo incompleto, y los que leyeron este, bueno... no se me ocurre otra cosa que decir.
Espero que lo disfrutaran.
Con una pequeña corrección
-Mr.Sh
1000 palabras
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Maldito & Posesivo
Fanfiction- ¡Suéltame! - Le grito fastidiado al de lentes. Este solo soltó una pequeña risa y lo apretujo mas contra la fría piedra, mientras decía. - No. El mayor chistó molesto, empujándolo, pero fue en vano, el mocoso tenia mas fuerza que el mismo. - Mal...