Peleas internas.
Lunes 18 de Octubre, 1998.
6:32 pm.
La cena, como siempre, se llevaba de manera normal, charlas alegres entre las personas de cada de mesa, una que otra risa estruendosa rompe-oidos, comida de todo tipo, las velas en lo alto del techo con ilusión de la de oscura noche.
– ¿Que tan malo fue? – El de cabello negro pregunto cuando su amigo se sentó a su lado en la larga mesa de profesores, con caras de pocos amigos el rubio lo miro directo a sus orbes negras, este tomo esto como una muda invitación.
El recuerdo, aunque corto, estaba cargado de sentimientos, enojo, traición, celos, tristeza y más que todo, dolor, no físico, emocional, de parte del Omega y viceversa; Snape ya lo había sospechado, el rubio nunca se notaba bien después de una mentira, él lo sabía mejor que nadie, tambien sabia que era muy vengativo, no le sorprendió cuando lo beso para darle celos a su pareja. Se maldijo por no ver la señales, el sufrimiento por una pequeña mentira, y seguir el juego.
También maldijo, rompiendo el contacto visual, a los dos Alfas de diferentes casas. Uno por su falta de sinceridad con su pareja, y al otro por abarcar su mente con estupideces y preguntas infantiles. Con el ceño ligeramente fruncido, miro los alimentos puestos sobre la Mesa de Profesores, la comida era más ligera de la que le daban a los estudiantes, tomó un poco de puré de papas de la bandeja, inclinándose un poco agarró la pequeña taza de salsa dulce y hecho un poco esta encima de su pure, se sirvió un poco de vino y cuando iba a comenzar a degustar su pequeño plato, un ligero aclaramiento de garganta a su izquierda le hizo detenerse súbitamente con el tenedor a unos centímetros de sus labios.
– Sr. Malfoy, es un gusto tenerlo por aquí.
Minerva, con relucientes túnicas de color chocolate caramelo y su perfecto gorro de punta, miro al rubio tomar su cuarta copa de vino en menos de 10 minutos de haber entrado al GC, con ligero recelo.
– Minerva. – La una respuesta cortante que recibió la profesora de Transformaciones.
El rubio estaba al tanto de todos los pensamientos sobre él y Severus de la mujer, y ciertamente no estaba de humor para otra pelea, menos con alguien tan poca cosa. Reso internamente de que se diera cuenta que no estaba de humor y solo se callara.
Como si leyera los pensamientos del sangre pura y con unas tremendas ganas de joder, hablo. – ¿Y, me imagino, que está aquí para ver a su hijo? – Lanzando una pequeña mirada a la mesa de las serpientes con una pequeña mueca, pregunto. El profesor la miró de lleno dejando momentáneamente su pequeña cena, pero esta ni siquiera se digno a voltear en su dirección. Al no recibir más que un ligero levantamiento de cejas, siguió. – Es que no me imagino otro motivo por el que usted esté acá. Y no creo que sea por el vino, aunque veo que lo disfruta... – Añadió viendo como el rubio llenaba su copa por sexta vez. – ...creo que tiene mejores en su gran mansión, obvio con más años y con el precio de mi salario. – Soltó una pequeña risa por su intento de broma.
– Estas en lo cierto, pero puedo soportarlo por un amigo. – Dirigió su tenedor al plato del profesor a su lado y robo una pequeña porción de su platillo bajo la atenta mirada de estos. El pelinegro lo miro con el ceño fruncido, su amigo tenía las mejillas coloradas, el alcohol le estaba haciendo efecto. – Y para saciar tu curiosidad, estoy aquí para visitar a mi querido amigo y compañero, ¿Y por qué no? hacer unas cuantas travesuras. – Dijo esto con último con un poco de picardía, pasando un brazo por los hombros del temido profesor. Este hecho un pequeño vistazo a cierto rubio, que veía la escena con molestia.
ESTÁS LEYENDO
Maldito & Posesivo
Fanfiction- ¡Suéltame! - Le grito fastidiado al de lentes. Este solo soltó una pequeña risa y lo apretujo mas contra la fría piedra, mientras decía. - No. El mayor chistó molesto, empujándolo, pero fue en vano, el mocoso tenia mas fuerza que el mismo. - Mal...