Maldito & Posesivo

Capítulo 14

Maldito pervertido.

Severus no era una persona que se dejara llevar por sus impulsos, pero ahora estaba de pie frente a esa maldita puerta con un gran olor, si no fuera por que aun tenía un poco del inhibidor en su sistema hace mucho la hubiera abierto.

— Por favor. — las súplicas del mocoso cada vez iban subiendo de tono y eso calentó un poco su sangre.

Recordó las palabras del Gryffindor, especialmente las mencionadas en el oscuro pasillo, y un brillo travieso atravesó su rostro mientras permanecía inmóvil en el estrecho corredor.

— Aléjate de la puerta, Potter.

— ¿Vas a entrar? — preguntó, como un pequeño tonto.

Snape rodó los ojos, farfullo lo estúpido que era el chico. — No. — dijo sarcásticamente malhumorado, sin moverse un centímetro. Oyó con el chico soltaba un gemido apesadumbrado y eso le revolvió el estómago de buena manera.

— ¿Entonces para que me pides que me quite? — interrogó.

El profesor no respondió, tratando de no reírse y manteniendo un poco la compostura. Pensó: ¿Cómo ese chico lo había acorralado y burlado? En ese momento no lo entendía, y con ese pensamiento llegó otro, como una pequeña gota de lluvia que cayó sobre el remolino de ideas, pero fue descartado de inmediato.

Al pasar unos minutos, el salvador al no ver respuesta del mayor soltó otra ráfaga de feromonas con el propósito de obtener una respuesta. El olor del chico era abrumador. El mayor con un pequeño movimiento de muñeca hizo que la puerta se abriera fuertemente, haciendo que Harry se tambaleara dando unos pasos para atrás, ambos se miraron fijamente durando unos segundos, y sin mediar palabra el menor procedió a levantar su mano y jalar al Slytherin dentro de la pequeña habitación. Este al sentir el cuerpo caliente del menor, con mucha sorpresa levantó su varita y pinchó el cuello del chico, más esto no hizo nada y solo alentó las manos sudorosas por su cuerpo, se miraron cara a cara, Snape tratando de no caer en su juego mientras Harry se convencía de que era real, que él en verdad estaba ahí y no era ilusión por a calentura.

— Esta vez estoy en mis cinco sentidos, mocoso. — dijo. — Suéltame. — amenazó enterrando más la varita. Harry lo ignoró mientras soltaba algunos botones del chaleco y daba pequeños besos en su cuello, el mayor podía notar el temblor en las manos de él pero eso no lo detuvo en su tarea.

"No voy a ser de nuevo su juguete"
Ell pensamiento le llegó rápidamente cuando la prenda tocó el piso.

Antes que siquiera Potter hubiera terminado de soltar el resto de botones de la camisa ajena sintió una descarga eléctrica proveniente de su cuello, aquello hizo que retrocediera un poco sosteniendo este gimiendo de dolor, la sonrisa de satisfacción se hizo presente en la cara del profesor, pero fue momentánea, ya que el azabache se volteó a mirarlo con los ojos al rojo vivo, los colmillos sobresaliendo de su boca y las garras en sus manos, se le abalanzó en cuestión de segundos lleno de furia descontrolada. El mayor se maldijo internamente por no prevenir aquello más cuando su cuerpo dio de lleno con la piedra maciza de la pared, quitándole el aire de sus pulmones, haciéndolo rabiar.

— Quédate quieto, Omega. — le gruñó, mientras sostenía su cuello tratando de no clavarle sus filosas garras, Snape se sintió sofocado, ya que le estaba cortado el aire, sintió como su vista se nublaba y con esfuerzo trató de rasguñar la piel del Alfa, este mismo solo se concentraba en quitarle el resto de la ropa sin ningún tipo de cuidado, rasgándola. Para la suerte de mayor, el chico aflojó un poco el agarre y el oxígeno le llego al cerebro justo cuando solo le quedaba la ropa interior encima, aun con la mente nublada y con las feromonas del Gryffindor en la nariz logró levantar la rodilla y propinarle un golpe en justo en la Entre-pierna haciendo que lo soltara por completo mientras se sostenía el cuello ardiente, podía sentir todavía la presión de los dedos y el ardor en su nuca.

— ¡Maldito idiota! — gimió, sofocado por la situación.

El menor se sostuvo su parte íntima ahogando un quejido, pero eso solo duró pocos segundos. Con una fuerza desconocida agarró al profesor por el brazo, enterradole sin cuidado sus garras, enojado por el atrevimiento de su Omega y lo lanzó a la cama. Este cayó de lleno en el frío colchón y gimió ante el contacto de su nuca lastimada contra la tela del colchón, podía sentir la furia del Alfa en el aire y eso lo asustó un poco, se le monto encima con cada pierna a su costado, limitando sus movimientos. Quedaron frente a frente mirándose con odio y asco (por parte de Snape).

El profesor sentía un especie de deja vú.

>> 500 puntos menos para Gryffindor. — escupió con burla, dibujando una sonrisa de satisfacción en rostro. Al menos podría seguir haciéndole la vida imposible fuera de las frías cuatro paredes.

Harry lo miró con detenimiento, aún tenía los colmillos afuera y sus ojos estaban más calmados, parecía que no había escuchado lo que dijo su profesor de pociones.

Y lo besó.

Al principio solo junto sus labios de forma brusca y nada gentil, para la sorpresa del mayor, que se retorcía debajo de él tratando de escapar, no siente nada de satisfacción en lo que esta sucediendo, el movimiento de sus bocas era brusco y en un movimiento el Alfa atrapó el labio inferior entre sus colmillos y lo abrió haciendo que este sangre. El menor bebió con rapidez la sangre, como si fuera un gran majar mientras se frotaba contra el profesor.

Solo se escuchaba los gemidos ahogados de ambos al sentir sus intimidades tocarse, lo único que podía hacer Snape era tratar de amortiguar a su captor y sin darse cuenta, o más bien en un pequeño descuido abrazo la espalda de Harry, tratando de controlar la sensaciones que le causaba este mismo por el constante roce. Estuvieron así lo que parecía unos cuantos minutos, hasta que un pequeño gemido ahogado ambos se vinieron, manchando el abdomen ageno, aquello fue suficientemente fuerte para que Potter rompiera el beso y supirara con fuerza, su pecho subía y bajaba por el pequeño esfuerzo, gotas de sudor o agua más bien caían sobre su pecho dándole un toque seductor y caliente.

El Slytherin arrugó la cara ante tal vista y tales pensamientos pecamisos,
cosa que le hizo darse cuenta que el efecto del inhidor ya había pasado y estaba solo conciciente por propia voluntad.

De nuevo por acá, un poco tarde pero esta larguito el capitulo, me recordó a como escribía antes.

Mr-Sh~

1097 palabras.