El camino estuvo lleno de pequeñas anécdotas y curiosidades que soltaba Jackson mientras conducía. Jimin solo pudo escucharle atentamente ya que eran cosas que él no sabía y realmente era interesante.
-Dato curioso. El megaterremoto de Valdivia de 1960, tuvo una magnitud de 9.5, duró ocho minutos y además de todo ese daño fue seguido por un tsunami. - soltó el pelinegro.
Nunca admitiría en voz alta que le gustaba que siempre empezará con "Dato curioso" cada que diría algo interesante. Daba ternura la carita que hacía cada que hablaba.
-Wooaaa, no te creo. - el rubio solo pudo abrir la boca mientras trataba de taparla con su manita -¿Cómo es que sabes tantas cosas?
-Emm... solo te diré que antes tenía mucho tiempo libre - respondió mientras levantaba los hombros restándole importancia a sus palabras
Jimin conocía a Jackson desde hace mucho tiempo. Era muy guapo, inteligente, carismático y se llevaba con muchas personas, pero no era lo que todo el mundo creía, no era una persona que se acostara con muchas personas, no era un tipo de una sola noche, no era drogadicto ni vicioso, era dulce, atento, cariñoso, siempre amable, a los ojos de Jimin era un buen hombre, su ser se sentía tranquilo cuando estaba con él.
Llegaron a la plaza, y una vez estacionado el auto, el pelinegro se apresuró a salir para abrirle la puerta al rubio, a lo que solo pudo soltar una pequeña risa.
- No soy una damisela. - se quejó al salir del auto
- Solo estoy siendo amable- decía con una sonrisa. - ¿Vamos a comer primero? - comenzó a avanzar hacia la plaza
-Creí que llegábamos tarde a la película - dijo levantando una ceja pero siguiéndolo de todos modos.
- Emm... ¿Tarde para llegar temprano? Nunca está demás llegar antes. - respondió el más alto en lo que se pegaba a Jimin para caminar a la par. Era más pequeño que él de estatura, le daban unas inmensas ganas de protegerlo de cualquier mal, sabía que a pesar de ser pequeño y parecer un ángel podía defenderse, pero aún así no le importaba, él quería estar para el rubio. Se aseguraría de estar ahí.
Después de comer una gran cantidad de comida mientras charlaban y reían de cosas sin sentido, decidieron ver una película de terror. Para el pelinegro se le hacía una gran idea el hecho de abrazar al rubio cuando este se espantara, en cambio a Jimin se le hacía una tontería el ver una película de ese tipo, pero era mejor que alguna comedia romántica sin sentido.
A media película el único que daba saltos de susto era Jackson, el pobre jamás imaginó que esa película fuera tan terrorífica y explícita. Jimin sostenía su mano cada que salía algún fantasma para intentar asesinar brutalmente a alguien. Mientras que uno se tapaba los ojos con una mano el otro solo no podía creer que la futura víctima se quedara parada sin hacer absolutamente nada.
Justo cuando todo se encontraba en silencio, el cine completamente a oscuras y el pelinegro miraba atentamente la pantalla mientras se mordía las uñas, Jimin aprovecho para acercar sus manos, esperó el momento justo en el que saliera otro fantasma para picarle las costillas mientras daba un grito que hizo a Jackson saltar de nuevo mientras también gritaba y tiraba las palomitas al suelo y el bote de refresco que por suerte ya se encontraba vacío.
Unas carcajadas se escucharon en toda la sala y seguido de ellas el sonido de un manotazo.
- Auuuch, eso dolió - susurro Jimin entre risas que no podía parar. Su cara había sido muy graciosa, difícil de superar.
- Eso te pasa por asustarme- Jackson tomó la mano que había golpeado y la empezó a masajear para aliviar el inexistente dolor.
Justo antes de que el Rubio pudiera decir algo más sintió un pinchazo en su pancita, necesitaba ir al baño de manera urgente.
-Jackson, necesito ir al baño.
-¿Qué? ¿Ahora? No me dejes solo - se aferró a la manita que antes masajeaba, no soportaría estar solo en esa sala mucho tiempo.
-No tardaré, iré rápido, esperame aquí, vuelvo en 5 minutos, miedoso. - decía mientras se levantaba y caminaba en dirección a la salida.
Caminando en los pasillos del cine busco el baño con prisa y justo cuando por fin dió con el intentó abrir la puerta, pero esta se encontraba cerrada con seguro, alzó la mirada y pudo distinguir el letrero que decia "Baño fuera de servicio". Maldijo en voz baja, tendría que salir del cine para buscar un baño.
Unos minutos más tarde estaba deambulando por los pasillos del centro comercial sin éxito.
Pero es que ¿no hay ni un solo baño en esta plaza?
Pensaba y maldecía en voz baja, se estaba tardando y las ganas de ir al baño aumentaban mientras caminaba sin parar.
Después de unos minutos más, justo cuando estaba al borde del colapso y la desesperación lo encontró, se adentro sin esperar más, tan apurado estaba que no se dió cuenta que alguien lo seguía desde una distancia prudente.
Una vez saciada su necesidad salió del cubículo y se dispuso a lavarse las manos. Entonces por el espejo vio a un joven palido de aspecto desaliñado mirándolo. Lo primero que notó fue su cabello blanco y desordenado, parte de sus ojos no se veían por lo largo del cabello, pero si podía distinguir que en su ojo derecho tenía un derrame, ya que se encontraba de un color rojo oscuro, debajo de este tenía una quemadura grave, pues se podía ver la carne viva, de un tono rosado. llevaba puesto una camisa blanca de manga corta que dejaba ver unas ramificaciones negras en sus brazos y un pantalón negro roto de las rodillas.
Tal parece que sufrió un accidente. Uno muy feo por cierto.
- ¿Estás bien?¿Necesitas ayuda? - dijo Jimin al acercarse unos pasos alarmado de su apariencia. Antes de acercarse más sintió un tirón en su nuca que lo hizo detenerse a mitad del paso.
El sujeto solo olfateó el aire, su cara se contrajo y llevando una mano a su cabeza empezó a murmurar cosas sin sentido. Jimin no sabía qué hacer y tampoco entendía lo que decía. Debía admitir que el tipo daba desconfianza, parecía fuera de sí, como si estuviera drogado y algo dentro de si mismo le decía que saliera corriendo, que no se acercara.
Se alejó unos pasos al momento que salió un gruñido de la garganta del joven, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Tenía que salir de ahí ahora.
Cuando el joven peliblanco lo vio alejarse se abalanzó hacia él, tenía los ojos desorbitados, saliva escurriendo de su boca, la negrura de sus brazos ahora abarcaba su cuello también, tomó del cuello del rubio aplastandolo contra la pared y enterrando sus afiladas uñas en su cuello, lo primero que pudo ver fueron sus dientes tan afilados acercandoce a su cara.
Acto seguido una puerta se abrió bruscamente llamando la atención de ambos al sentir otra presencia.
- Maldita sea ¿Qué haces aquí? ¡Creí que ya habías desaparecido! - Un chico de cabello negro con rojo entró sin mirar al rubio, sus ojos completamente fijos en el peliblanco, su porte era intimidante, y su cara demostraba lo furioso que estaba. - Me estás causando muchos problemas, pequeña mierda
Jimin sin entender nada trato de empujar al sujeto que lo mantenía preso, pero solo consiguió que las uñas se enterraran más, causándole mucho dolor.
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Amonos con la historia, apenas estamos comenzando.
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Guardián. ~ KookMin ~
Hayran KurguUna vida no tan normal como todas las personas, pero "perfecta" para el pequeño Jimin, hasta que un accidente ocurre y es salvado por Jungkook en más de una ocasión. "Tal vez si no fueras tan idiota no tendría que salvarte" "Tal vez la muerte hubie...