Un día desperté sabiendo que te volvería a ver, recuerdo que tomé una larga ducha, busqué mi mejor ropa, mi mejor loción y me puse realmente guapo para ti, Kim Taehyung. Estaba esperando con muchas ansias el momento en que llegaras, estaba listo para ayudarte a bajar con cuidado del coche de tus padres, estaba realmente feliz porque.... cuando tus padres nos dejaran solos en tu habitación, yo iba a tomarte de las mejillas, te miraría fijamente y te diría todo lo que me haces sentir, te relataría como poco a poco comencé a verte como algo más que mi mejor amigo, te diría cuánto te amo. Pero me quedé en la acera esperándote, creí que venían tarde, que venían despacio para no complicarte el viaje, pasaron dos horas, luego poco a poco el sol fue ocultándose y tú no llegaste, me preocupe mucho.
Te llamé, pero no tomaste la llamada, no fue una, ni dos, fueron más de cincuenta veces las que me intenté contactar, los teléfonos de tus padres quizás tenían un número parecido de llamadas mías. Me quedé toda la noche en tu puerta, al día siguiente Jungkook llegó a tu casa, él esperaba verte ¿Sabes? Lo que tú querías se estaba cumpliendo, ya había planes de juntarnos todos. Él esperó conmigo, te sorprendería saber que le comunicó a los chicos lo que pasaba y los cinco nos quedamos en tu puerta, sin hablar, solo mirando hacia la calle, yo sabía que ellos quería darme palabras de aliento. La noche volvió a llegar, no pobre bocado de lo que me intentaron dar. Entonces mi padre fue por mi en la madrugada. ¿Dónde estabas? ¿Estabas bien? Yo solo quería saber eso. Me obligó a entrar a mi casa, yo no quería, necesitaba estar cuando llegaras. Pasaron los días y fue imposible que alguien me sacara de mi habitación después. Taehyung, si no eras tú, yo no quería nada.
¿Que hacía ese camión? ¿Por qué se llevaban tus cosas? Te juro que luché para que no tocaran nada que fuera tuyo, grité y peleé con ellos pero ni siquiera me dejaron quedarme con nada, ni con la guitarra con la que te estaba enseñando a tocar. Los policías son malos ¿Sabías? Son crueles y no les importa que uno esté muriéndose por dentro. Yo solo quería un pedacito de nuestros recuerdos. Pero no me dejaron nada.
Mi vida, volverás ¿Verdad?
Todos me dicen que debería olvidarte, que ahora eres solo un recuerdo. Pero me niego, nosotros dejamos muchos temas pendientes, necesito que me mires como ese día. Que me pidas que te llené de mimos como ese día y que me digas que soy el mejor novio que tuviste, no importa si me mientes. Doy lo que sea por verte una vez más. Te juro que doy todo, lo que me pidan. Solo quiero saber dónde estás. Me niego a creer lo que todos me dicen que pasó contigo. Porque no es verdad. Tú no me dejarías. Me prometiste regresar. Y te estoy esperando como yo te prometí.
- ¿Terminaste, Seokjin?
El ahora pelinegro levantó su vista del cuaderno viendo a su terapeuta y asintió. Ella le había dicho que como no quería hablar con ella escribiera lo que pensaba todos los días. Ella prometió no leer nada, mientras el escribiera estando ella presente. Cerró su libreta de pasta negra y acomodó la lapicera a un lado, necesitaba controlar su respiración. Todo este tiempo había estado acostado en el suelo con un cojín suave entre sus brazos mientras escribía sobre la alfombra igual de suave. Se dió la vuelta mirando el techo y con las mangas de su suéter limpió sus mejillas húmedas.
»¿Qué te parecen unas vacaciones? Lo hablaré con tus padres. Es tu decisión ir con ellos o solo.
Al ver que Kim no respondía sonrió levemente, no iba a mostrar ningún signo de frustración frente a él. Se levantó dejando su cuaderno de anotaciones a un lado y se sentó a un lado del menor, a una distancia prudente para no hacerlo sentir invadido.
»¿Me contarás algún día lo que escribes? Quiero escuchar de ti como te sientes.
Seokjin le miró unos segundos y negó regresando su mirada al techo, necesitaba que el tiempo ahí pasara rápido. Ella mordió el interior de su mejilla, llevaban más de tres sesiones y el mayor se limitaba a asentir o negar solamente.
»Cuéntame, Seokjin. ¿Por qué tus padres te trajeron conmigo?
-Ellos dicen... que tengo que superarlo.
Habló por primera vez frente a su psicóloga. No quería mostrarse sorprendida pero de verdad lo estaba. Estaba logrando avances.
-¿Quieres contarme sobre él?
Su mirada fue rápidamente a ella de nuevo, jamás le había preguntado sobre él, ella sabía, por sus padres. Pero nunca tocó el tema directamente. Lamió sus labios resecos y abrió sus labios tratando de decirle algo pero no sabía dónde empezar.
-Yo lo amo.
Se limitó a decir sintiendo su corazón demasiado acelerado. Llevó sus manos a su rostro cubriéndolo, no quería que nadie más le tuviera lastima. No quería escuchar lo que todos decían.
-El amor es uno de los sentimientos más bonitos que hay ¿No? ¿Cómo descubriste que lo amabas? ¿Te sudaban las manos y sentías mariposas en el estómago?
Preguntó ella, necesitaba que él hablara, se desahogara, necesitaba información y entonces después de más sesiones le ayudaría a pasar la etapa de duelo. Ese era su trabajo.
Kim Seokjin viajó a su pasado, buscando algún momento en concreto que le dijera cuando comenzó a amar a su chico. Se perdió en sus pensamientos tanto tiempo y ella no lo presionó. El tiempo terminó y ella le alentó para que la próxima vez pudiera responderle. Le dijo que se fuera una semana y regresara para contarle toda su historia. Pero Seokjin no regresó. Necesitaba irse, dejar atrás el lugar que tenía sus recuerdos en cada esquina. Se fué a otra ciudad, terminó una carrera universitaria, consiguió trabajo y entonces ya sabía quién era. Sabía cuáles eran sus sueños, tenía metas, tenía planes.
Pero incluso si había pasado un par de años, sentado a la orilla del mar, viendo los colores naranjas colorear el cielo no podía dejar de pensar en él. Sus padres dormían a unos metros, dentro de poco tenía que despertarlos para regresar al hotel. Pero quería estar un poco más en ese lugar, recordando y sanando con el sonido de las olas reventar en la orilla, de fondo.
-Dijiste que me esperarías.
Una voz profunda habló a sus espaldas y se levantó de golpe. La playa ya estaba sola, a excepción de su familia. Se llevó las manos al corazón. No otra vez, no quería regresar a su pasado. No quería escuchar voces que solo eran producto de su imaginación. Tembló cuando sintió unos brazos rodearle desde atrás.
»No estabas. Te busqué, Jimin fué el único del pueblo que pudo decirme dónde estabas y vine lo más rápido que pude.
Alguien estaba hablando con la frente pegada a su espalda con la respiración acelerada. Y ese alguien definitivamente no era imaginario. Se alejó bruscamente dándose la vuelta. Ahí estaba y lo estaba mirando con una expresión confundida y preocupada por su reacción.
-T-taehyung...
Los ojos del menor entonces se llenaron de lágrimas estirando sus brazos hacia él dando un paso cerca.
-Me costaron muchos años pero regresé, Jin Hyung. Yo regresé por ti.
Al ver que el mayor se estaba alejando bajó sus brazos, entrelazando sus manos sobre su pecho. Estaba demasiado impresionado como para saber cómo reaccionar. Ahora había más preguntas en su cabeza. Tragando duro se acercó tomando al menor de las mejillas y recargó sus frentes mirando esos ojitos ahora demasiado brillantes.
-Tu sabías que te amo ¿Verdad?
-Ahora lo sé, cariño.
Le respondió el menor rodeándolo del cuello, para abrazarlo con fuerza. Ambos necesitaban sentirse, saber que estaban en los brazos del otro y que ambos eran reales. Entonces, Kim Taehyung no pudo contener las ganas de todos esos años y unió sus labios. Besaría una y mil veces a su Jin Hyung hasta que ambos estuvieran viejitos y el verdadero destino se los llevara.
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Les hice un extra 🤭
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WISH LIST [ᴶⁱⁿᵀᵃᵉ]
Conto-Cuéntame, Seokjin. ¿Por qué tus padres te trajeron conmigo? -Ellos dicen... que tengo que superarlo.