Días después de todo eso, no soporte más el instituto, las bromas y todos los comentarios – y puede que suene cobarde y débil, pero bastante tenía con el cáncer- empecé a faltar, estudie desde casa, mis amigos me pasaban los apuntes, solo iba por los exámenes y mis padres presentaban la excusa de mi enfermedad.
- Primero, condenar y juzgar es lo mismo, si juzgas a alguien lo condenas a una imagen que probablemente no corresponda a su ser verdadero. Segundo, es el último año puedes soportarlo, pudiste vencer el cáncer, puedes con todo y tercero, pero no menos importante, ya verás que después de un año de ese tema todos lo olvidaron, y llegaras a la fiesta como una de las más bellas y deslumbrantes chicas.
-Bueno, valoro mucho tu intento de convencerme de que me quede en el instituto, y es verdad lo que dices de juzgar y condenar, es inspirador, pero... exactamente porque es mi último año de instituto, siento que debería disfrutarlo y llevarme buenos recuerdos, porque personalmente no me parece buen recuerdo ser catalogada como la chica con sida, a la que excluyeron de todo.
- ¿Y si en ese otro instituto tampoco encajas? – dice ella, mencionando "otro instituto" con algo de fastidio y preocupada por mi vida social.
- pues... prefiero ser una inadaptada con pocos amigos, que una inadaptada con pocos amigos, a la que todos temen acercarse porque, según sus pequeños cerebros "tiene sida"- hago comillas en el aire, para demostrar mi evidente enojo aun con ese chisme.
- Bueno, pues esperemos a la fiesta y si te vas siéntete culpable, porque te extrañaremos muchísimo.
- no tanto como yo a ustedes, no te preocupes.
Entro a mi casa, luego de despedirme de Isabella.
-hija, ¿quién te acompaño? – pregunta mi madre, saliendo de la cocina con su delantal.
-Isabella mamá, no te preocupes... me iré a dormir estoy cansada, buenas noches- me dirijo a mi alcoba y una vez en mi cama mirando el techo, no caigo en cuenta cuando me quedo dormida.
***
Me pongo a pensar en la conversación de anoche con isabella, y el desagradable recuerdo que me trajo con ella.
Siempre me pregunte porque Allison lo había hecho, porque dijo eso, y al principio pensé que solo era una perra sin sentimientos, pero como siempre, no me quedo con la duda y antes de casi desaparecer del instituto, le pregunte la razón de su mentira, su respuesta: "es mi venganza, por andar coqueteándole como una vendida, al chico que me gustaba y por días después cuando te reclame, me dijiste: es porque a él, no le gustan perras falderas como tú, y dejarme sangrando el labio, Era lo menos que te merecías".
Dios mío, puede que el chico que le gustaba a ella, me agradara de la forma amistosa claro y también puede que le hablara y se portara bien o más que bien, pero cuando me dijo vendida, le respondí prácticamente la verdad, ¡ella me amenazo! Con que me dejara de tontadas y lo dejara en paz, me sentía humillada no solo por sus palabras, sino porque logro atraer multitud – la típica multitud chismosa, a la cual no le pasa nada interesante en sus vidas y que criticamos demasiado, pero que en algún momento de nuestras vidas, estuvimos en sus lugares, alimentándonos de la novedad del día- y logro también que yo le siguiera su juego tonto, una especie de duelo de insultos, un sentimiento dentro de mi hervía – además de mi sangre- porque el sentimiento de furia, por dañarme mi año escolar seguía allí, aparte de la humillación que me provocaba la situación en que me metió.
Si, yo le pregunte su razón, ¡pero era en son de paz!
Y en ese momento se me nublo todo, mis ideas y mi ideal de que era una persona pacifica -hasta puede que me asustara de mi misma, por sentir tanta furia impulsiva, me sentía capaz de cualquier atrocidad, pero estoy casi segura, que todo mundo tiene esa parte oscura y siniestra en su ser, que lo lleva a hacer cosas de las que se puede arrepentir, aunque ese día no fue la única vez que me paso eso, pero jamás llegue a la violencia- entonces le golpee a puño cerrado en la cara, sin ningún remordimiento.
Desde ese día, me gane a Allison de enemiga, jamás le preste atención a ese tema, nunca pensé que sería capaz de crear semejante chisme, no creí que tuviera tanto talento.
O cerebro
Pero tengo la esperanza de que haya superado todo y me deje seguir con mi vida, si no es así tendré que ejecutar mi plan B e irme a otro instituto, aunque me dolerá dejar a mis amigos, pero los seguiría viendo en los ratos libres de tareas, podría funcionar.
bueno no, Tiene que funcionar.
Luego de terminar de secarme el cabello, estaba lista y preparada para ignorar a medio mundo y ponerme a leer, porque literal se pueden meter a robar y yo por estar leyendo no me doy cuenta - gran ejemplo, cuando se metieron a robar a la casa de mis abuelos y yo estaba en la alcoba, leyendo en la posición perfecta, sin preocupaciones, luego de escuchar unos cuantos ruidos en la sala, (yo asumiendo claro, que era un cliente atendido, ya que mi abuela tiene una especie de tienda, para no aburrirse) en un momento de tranquilidad extrema, alguien grita "¡ladronn!", no me hubiera percatado de ese intruso, si el vecino no estuviera pendiente de la casa y la vida de los demás, para gritar a todo pulmón, en ese instante sentí que mi corazón se paró de la cama primero que mi cuerpo, corrí a toda velocidad hacia la mini-tienda, ya preocupada, y me sorprendo al ver a mi abuelo sentado encima de la espalda del presunto ladrón, reteniéndolo.
Después de que la patrulla se llevara al delincuente, sentí que me regañaron con un sermón peor que el que mi abuelo le dio al ladrón, mientras esperaban a la policía, con la palabra estrella "se te puede caer la casa encima, y tú sigues leyendo como si nada"
Rio como tonta, ante mi recuerdo.
Escucho la vibración de mi teléfono, miro el identificador para darme cuenta que es Antoni - espero que no me haga comprar más ropa- atiendo.
-¡Hola mi amor! Como estas, te tengo una noticia increíble. – habla Antoni tan entusiasmado, que me toca apartar el celular de mi oreja.
Me pregunto que estará planeando.
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El Resurgir De Ella
Novela JuvenilDespués de pasar por un cáncer terminal del que me he logrado recuperar con ayuda de mis padres y mis únicos cuatro amigos que se mantuvieron conmigo en aquellos momentos difíciles. Pensé que después de salvarme de la muerte mi vida solo podría sa...