capitulo 3

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-¡Hola mi amor! Como estas, te tengo una noticia increíble. – 

-¿Se acabó el hambre en áfrica? – respondo con sarcasmo, algo molesta por su interrupción ante mi ritual de lectura.

-Espero no traigas ese ánimo tan alto, que no pasa por la puerta reina, ¡iremos a patinar en hielo te recogemos en 10 minutos! ponte tus fachas, pero fachas lindas.

-oye, pero me dejaran pobre ustedes, ¿quiénes irán?, además no se patinar. – digo sacando algunas excusas, tanto tiempo encerrada me tiene acostumbrada y en este momento, estoy muy floja para caerme sobre hielo... ah espera patinar sobre hielo.

-No importa hay veremos cómo se soluciona por cierto, te vemos en 5 minutos, ¡todos los semáforos están en verde!, bye te amoo.

Bueno es el destino, cuelgo y busco lo que Antoni llama "fachas lindas", una vez lista miro mi suministro monetario y descubro que me ah alcanzado y sobrado, definitivamente es el destino.

-mamá, papá tienen algodón en las orejas, esta durísima la televisión – digo, en señal para que disminuyan el volumen y poder pedir permiso, si aún lo hago teniendo dieciséis, pero de todas maneras mi ventana no está muy lejos del suelo y sé que me lo darán.

Mama toma el control y le baja al volumen.

-gracias, ahora iré a patinar con Antoni y las chicas llegare temprano, si no tengo que ir al hospital.

- hija, ¿no tenías una fiesta esta noche? – pregunta papá, ahora es cuando me acuerdo de la fiesta ¿a qué hora piensan llegar?, si faltaba media hora para que empiece, si esta es su manera de evitar que me vaya del instituto les aplaudiré.

- ah, la fiesta, pues no sé, seguro y ya no iremos.- En ese momento suena el claxon de un auto que evidentemente es el de Sofía.

Me despido de mis padres y ellos lo hacen igual, pero con su "no ingieras sustancias nocivas, ni bebas alcohol y tampoco hagas algo de lo que te arrepientas o que nosotros no haríamos".

-también los amo, adiós.- cierro la puerta detrás de mí y me dirijo al auto.

-Ustedes me deben una explicación, ¿Qué paso con la fiesta?- digo algo fastidiada, ya que me lave el cabello para nada.

-cálmate vaquera, el anfitrión Richard Williams ha aplazado la fiesta hasta mañana, porque según él tiene "asuntos pendientes"-dice marcela, haciendo comillas en el aire por su poca credibilidad ante la excusa de Richard- Antoni especula que tiene diarrea.- rio ante su inusual especulación.

-o puede, que si tuviera asuntos –digo, sin ninguna intención de defenderlo y entrando a la parte trasera del auto.

- sí, pero asuntos con el inodoro – dice Antoni a mi lado.

-bueno cambiando de tema, ¿Por qué el patinaje en hielo? – pregunto a todos, para que el autor de la maravillosa idea, me dé respuesta.

- que no es obvio nena, queremos ver como caes y reírnos – me responde Sofía con sarcasmo.

- ja, ja, ja, que chistosa, ya se de quien prenderme todo el rato en la pista – le respondo a Sofía, por su parte ella bufa y me dice que "ni se me pase por la cabeza"

Me dedico a mirar por la ventana en todo el camino, imaginando como seria y como me sentiría en el otro instituto, porque claro la ansiedad y la incertidumbre de lo que podría o no pasar me tiene loca, por lo tanto ese tema no sale de mi cabeza.

***

En el momento en que llegamos, prácticamente me empujaron hacia afuera, ya que estaba arrepintiéndome de la idea de fracturarme una pierna y su repuesta fue "no seas amargada ándale, hay barandales".

La palabra "barandales" fue para mi como Jesucristo para los cristianos, el buda para los budistas y mahoma para los islámicos. ¡mi salvación!

-¡okey! Iré pero dejen de empujarme, que si me fracturó algo que sea en la pista, ¿sí?– digo, forcejeando para no salir volando de la puerta trasera, y poder aterrizar con mis dos pies sobre el asfalto.

- con ese ánimo, no quedaras ni con una extremidad funcional - me dice Marcela caminando a mi lado junto con Antoni, que va tomándose selfies con Isabela y Sofía un poco apartada de nosotros, mas atraída por la comida que por ponerse los patines.

- y yo soy la exagerada –digo, confrontando el comentario de Marcela.

Después de ir por unos helados a petición de Sofía, llegamos a el lugar, no era nada fuera de lo común me gusto, todo era muy azul e iluminado a la perfección, bastante justo para su precio debo de admitir, la pista era muy grande, había música de fondo que combinaba bastante bien con el ambiente, el encargado no se divisaba por ninguna parte, así que agarramos patines, cascos y pusimos el dinero en el mostrador del fondo, detalle más la pista de hielo y había lo que me salvaría la vida en un determinado momento: barandillas.

Juro que vi mi lapida en la mitad de la pista, o entre los patines, estaba tan asustada que mis alucinaciones tenían alucinaciones, en la lápida se leía evanyeline Miller Johnson muerta por tres causas: 1) fractura de una pierna, 2) vergüenza extrema y 3) seguirle la corriente a sus extraños amigos, pero sacudí mi cabeza y despeje los malos pensamientos.

Seré una exagerada, pero jamás una exagerada negativa, así que me puse los patines y me pregunto a mí misma, como una motivación ¿Qué es lo peor que puede pasar?

Hola, chicas y chicos.

espero y les guste el capitulo, ¡gracias por leer!

les deseo lo mejor.

no se olviden de votar y comentar.

y como diría un amigo mio arrivederci

El Resurgir De EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora