Estaba doblando por un pasillo a todo correr, en eso me enredo con una de mis piernas y caigo como una osa embarazada al piso, pero lo único que hago es sobarme la cadera y seguir corriendo, siento sus pasos detrás de mi, esta por alcanzarme, suena el timbre y el pasillo se llena de estudiantes, empiezo a zigzaguear y a esquivar a personas, algunas me lanzaron gritos y quejidos por empujarlas, así mismo escucho los quejidos cuando el pasa por toda la gente al parecer no tan delicado como yo, porque escucho hasta insultos.
La persecución era entre el desconocido y yo, estábamos en actividad física en el gran campo y el dijo:
- ¿Pensaste lo que te dije ayer? - me pregunto el desconocido, alcanzándome en el trote que nos pusieron a hacer por todo e campus, yo lo miro con una ceja levantada.
- ¿Me hablas a mi? - pregunte haciéndome la mosquita muerta, el entorno los ojos.
-Pues a quien mas.
- Hagamos un trato - le propongo- si cuentas hasta cinco y me alcanzas seremos amigos, ¡los mejores amigos! - le digo sarcástica y alistándome para correr por mi vida.
En ese momento salí corriendo por todo el campo, luego hice un poco de trampa, me filtre por los pasillos y empece a cruzar por todas partes. Escuche que se callo unas tres veces al igual que yo, pero aun así no me alcanza.
Un estruendo de papeles y una taza rompiendoce me hizo parar en seco y dirigir mi mirada hacia atrás, veo a el desconocido con las manos en el aire frente al profesor de historia, el mira hacia el piso admirando lo que era su taza con café perfectamente rota y tapizada con los papeles que al parecer tenia, el profesor le pregunta algo a el y el en respuesta me señala, mierda.
Me dirijo a ellos.
- Pensé que ya trataba con chicos maduros y civilizados, veo que no, así que luego de que recojan este desastre que hicieron - señala el revuelto de papeles, café y lo que era su vaso- y recoger las hojas que se salvaron del café, se quedaran en la tarde y limpiaran todos, entendieron ¡todos! los salones, el conserje tendrá el día libre ya le avisare- dice el profesor, con las ganas de gritar por el enojo reprimidas.
Se retira a paso lento por el pasillo y cuando se pierde digo.
- ¡Eres un lengua suelta! me delataste - digo alzando la voz dándole una mirada asesina, queriendo transmitirle veneno en ella, para que se muriese.
- Fue tu idea, y se lo fuertes que son los castigos de el, así que no lo haré solo - dice el muy descarado enfatizando la palabra "tu".
- Eres un zángano.
No digo mas y me retiro, tenia ganas de pelear ¡claro que si!, para eso siempre había tiempo, pero no tenia mas excusas para echarle la culpa, me espera una tortura esta tarde, y no por la limpieza, sino por la compañía de castigo, casi mil estudiantes en este instituto y tenia que ser el.
*****
Una coleta alta, me quito la falda del uniforme y me quedo en el short de actividad física, agarro todos los utensilios necesarios del conserje, y estaba lista para terminar el castigo y junto con el, todo este día del asco.
Yo estaba lista, pero mi simpatiquisimo compañero de cárcel no, estaba bien orondo en su teléfono viendo quien sabe que cosa, toda esa holgazanería estaba sobre una mesa , que solo limpio para acostarse allí, sera difícil, definitivamente.
Le arrojo un trapo y una botella de agua-jabón con spray, para que empiece a limpiar junto a mi.
-Animo equipo decías - dice sarcástico guardando su celular y empezando a tallar las mesas.
-Idiota - susurro y le roció un poco de la botella en el cabello.
El hace lo mismo, empezamos una guerra de mojarnos el cabello hasta terminar con cada hebra empapada, se me escapan una o dos risas en el juego, involuntarias claro.
Te agrada.
Jamas.
Pasamos de una guerra de agua-jabón, a una de escoba contra trapero, estilo piratas de caribe.
- ¿Te rindes? - digo luego de tirar su trapero por lo aires acorralándolo con la escoba.
- Esta bien princesa, me rindo - irritante, alza una de sus cejas y me da un sonrisa, ¿princesa?
- Princesa mis polainas - alza sus cejas por mi léxico, ups.
- Te ayudo - digo tratando de agarrar el balde con agua que trataba de levantar.
- Yo puedo solo, tranquila - dice con su voz cortada, por el esfuerzo que hace cuando intenta levantarlo.
-No, no puedes, vamos déjame ayudar... - siento el liquido frió recorrer por todo mi cuerpo, tanto así, que me moja hasta las bragas, ¡el idiota prepotente me ah echado el balde encima!
¡Y se ríe por mi aspecto de pollo desplumado y mojado!
Se sostiene su barriga en un intento por controlar la risa. Yo respiro hondo en un intento de controlar la rabia.
A la mierda, la total mierda.
-Lo siento, no fue intencional - dice aun riendo y secándose las lagrimas que le provoco.
- ¡Eres un idiota! me tiras un balde de agua mojándome hasta el culo y solo te ríes como el prepotente que eres, ¡eres un total idiota, preferiría hacer esto sola, pero el mundo me odia y me toca contigo! no entiendo porque estefania y todas dicen que eres tan genial, lo único genial que te veo es... ¡nada!
- A ver, bájale unas tres rayitas a tus humos y no me grites - dice parando de reír al instante, le iba a responder de la misma manera, pero me interrumpe - porque tanta repelencia, no seas necia, conóceme para luego decirme todas esas cosas, no has pasado mas de tres minutos de palabras conmigo y te rehúsas a conocerme, ¡ni siquiera conoces mi nombre!
- Tu tampoco - digo ya mas calmada, contraatacando con el mismo argumento, ya que yo no tenia.
- Estas segura evanyeline, cosa que tu no - dice resaltando mi nombre.
-Si lo conozco
- A ver cual es
-Es... es.... esss - juro que lo había escuchado pero no lo recuerdo, estaba muy ocupada en fastidiarme con cualquier palabra que saliera de su boca, tal vez si fui muy inmadura. - esta bien si, no lo se.
-¿Me estas dando la razón?, espérame repitelo lo pondré de tono de llamada - hace un ademan de querer coger el celular.
- No seas tarado, ¿cual es tu nombre?
- Si te lo digo, ¿me conocerás? - dice negociante.
Por fin me rindo ante sus suplicas, se veía buena persona, era chebre y hasta simpático, si le quitamos el toque arrogante que tenia en algunas palabras, le daré una oportunidad de ser su amiga.
-¿Porque tanto empeño en que sea tu amiga? - digo con la duda pegándome en la cabeza.
- Porque quiero que me conozcas y conocerte - dice mirándome a los ojos. Quito la mirada.
- Esta bien, ahora dime tu nombre - digo con una expresión de fastidio por mi derrota.
- Alan Carter mucho gusto, quien es esta hermosa mujer frente a mi - dice con una sonrisa.
- Evanyeline Miller- estrecho su mano y le devuelvo la sonrisa.
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El Resurgir De Ella
Novela JuvenilDespués de pasar por un cáncer terminal del que me he logrado recuperar con ayuda de mis padres y mis únicos cuatro amigos que se mantuvieron conmigo en aquellos momentos difíciles. Pensé que después de salvarme de la muerte mi vida solo podría sa...