capitulo 15 || Maratón de Antoni 1/4

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- Y no te imaginas, ¡ya somos amigos! 

-No pues que no te agradaba ni pizca, yo te escucho muy entusiasmada - dice Isabella por el teléfono, la imagino con una sonrisa de jumm y su ceja levantada.

- Pero me acompaño de camino a mi casa y hablamos mucho, es buena onda, algo arrogante pero tenemos muchas cosas en común - carraspeo mi garganta -  es soportable.

-Lo que digas cariño, mañana pasamos por ti, no nos hagas esperar tanto quieres, y que no te caiga mal el Alan, mas de lo que ya - dice ella con su típico sarcasmo nocturno.

-Esta bien, que descanses.

******

Lo primero que veo al salir de mi casa en dirección al instituto, ya lista, puntual y desayunada, es la espalda ancha de Alan parado en la cera frente a la casa, trae su uniforme bien colocado, planchado y los pantalones se le ciñen perfecto con su gordo trasero.

Me acerco despacio y con altas ganas de que le duela, le nalgueo el trasero.

- ¡Evanyeline! que carajos te pasa, ¡duele! - dice con una mueca chistosa y sobado su trasero, nos miramos un instante hasta que estallo en risas con el.

Debemos parecer unos locos riéndonos a las seis de la mañana y en medio de la acera.

- ¿Que haces aquí? - digo cruzándome de brazos y mirándolo atenta.

-Buenos días a ti también, solo pasaba y me acorde que vives aquí-  dice pasandoce sus manos, acomodando su cabello aun mojado.

- ¿Y porque no tocaste?

- No quería apurarte.

- Ajam - digo sin creerle del todo - esta bien, camina.

Me adelanto y el me alcanza para empezar a ponerme platica.

Narra Antoni

-¡EVANYELINE MILLER JOHNSON! ¡BAJA EN ESTE INSTANTE!

Grito con todas las fuerzas que mi humilde cuerpecito pueda tener, quince minutos, ¡quince puercos minutos! y no nos atiende, escuchamos un gran estruendo en la casa, seguro la desgraciada ni despierta.

-¡Porque tanto ruido!- no sale Eva ni nada parecido, sale la mamá con su uniforme de trabajo y su pelo a medio planchar - ah, hola chicos, Eva se fue hace una media hora, con un chico creo.

- ¿Un que?- no me la creo.

- Luego les explico muchachos, ahora vamos al instituto, entramos en  diez minutos - Isabella habla, como siempre ella tan enterada de las cosas, me debe una explicación.

Ha de ser gay el hombre, con la suerte que se carga la nena y si le gusta es lo mas seguro, solo digo, yo le guste y hasta me entere, me lo confirmo ella.

Grandisima decepción que se cargo cuando le dije la verdad, al día de hoy aun me duele su carita de decepción.

Aunque por otra parte, no seamos negativos.

- Cuéntame Isabella bella bella, como es eso de un chico- digo con una sonrisa picara.

- No se si es gay, no seas aguafiestas, pero por lo que me contó, se ve bastante hetero para mi - dice ella convencida de sus palabras.

- No se sabe, cierto Sofi .

- Eso mismo cariño- dice Sofia como siempre apoyándome, ella es como mi segunda abuela permisiva y apoyadora.

- Dejen eso, luego le salan el hombre a la Eva malditas arpías - Marcela, Marcela, como siempre tan contradictoria.

- No sabemos ni siquiera si le gusta, dejen de sacar conclusiones- Isabella se pone del lado de Marcela, - pero puedo postar a que terminan juntos.

No seria malo, me gustaría ver a mi corazón de melón feliz con alguien al lado, siquiera por un rato.

Así empieza la guerra entre los dos equipos, últimamente sin Eva ah ocurrido mucho, no muy agresivo, pero pelea es pelea.

*******

- ¡Hola! - siento que alguien me aprieta los gorditos de a los lados de mi panza, aunque no son gorditos, ya que estoy mas flaco que un palo, así que prácticamente me pellizca los costados.

En frente mio aparece de repente un chico, de cabello negro, lacio, ojos grandes de un color plomizo como unas nubes a punto de estallar y una piel de príncipe azul sacado de la cenicienta, con una palidez impresionante pero bella, todas las majestuosas obras de arte tiene un nombre, Luis era el de esta.

- Hola, ¿como estas? - digo tratando de no mirarlo demasiado, pero lo suficiente para que sepa que me muero por el, no voy a perder mi tiempo babeando por un hombre con el que estoy casi seguro de que siente lo mismo y no tener nada, eso esta de muy mal gusto o de maniobra Evanyeline, como diría yo.

- De muy buen humor ahora que apareces, te tardaste ¿que te paso? - dice para ponerse a caminar a mi lado, en dirección a mi aula de clases de hoy.

- Evanyeline se tardo, bueno ni salio.

- Eso esta de muy mal gusto, ¿te enojaste? - dice atento a mis expresiones, y yo a las de el, es muy guapo.

- Para nada es imposible enojarse con Eva, ademas creo que tiene sus razones- ella es un amor, no cualquiera es mi corazón de melón.

- Bien perfecto, ya que no estas de malas pulgas, quería invitarte a pasar la tarde en mi casa- dice el, tentador, a ver si me dice que le gusto, me hago el que lo pienso, aunque en realidad en mi cabeza solo hay una palabra. 

¡Si!

- Habrá comida.

-Ya me convenciste, ¿vamos a la salida juntos? - pregunto aunque la repuesta es obvia.

- Claro, a la salida te espero.

Nos despedimos y el me deja justo en la entrada de mi salón, me le quedo mirando hasta que lo pierdo de vista entre toda la gente.

- Me contaras lo que paso o callaras para siempre porque ya casi llega el profesor -Marcela llega a mi lado, como siempre, toda una experta en ser una chismosa disimulada.

- ¡Me invito a su casa! ¡toda la tarde! no lo puedo creer, dime como me veo, así tengo que salir de aquí a la casa de el.

- Pues, te salio un grano en la frente y parece  que te echaste toda la crema en un solo mechón de cabello - ella trata de acomodarme el cabello, que vergüenza.

-Creo que ya esta, como nuevo - como siempre tan delicada.

Entro al salón seguido de Marcela y empiezo a contar los segundos para salir de aquí e irme con Luis.

El Resurgir De EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora