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Los días pasan demasiado lento para KyungSoo.
El lunes llega mas despacio de lo que quisiera.

Se la pasa de clase en clase desconectado del mundo. Pareció relajarse un poco cuando el ultimo timbre sonó.

Iba de camino a la salida cuando la gran masa masculina de Kai se interpuso en su camino.

- ¿Con prisa, niño bonito?

Giro los ojos. Hoy no, hoy no quería ni podía soportar a Kai en absoluto. Llevaba días sin ver a BaekHyun y Pulgoso había desaparecido.

Ignoro a Kai y camino demasiado de prisa hacia la parada de autobús que lo llevaría al hospital para por fin poder ver a BaekHyun.

Había llamado esa misma mañana al Señor Byun. BaekHyun tenia un brazo roto, una de las clavículas astillada y muchos rasguños y moretones por todo su cuerpo. El señor Byun piensa que no fue un asalto, pues las pertenencias de BaekHyun estaban donde tenia que estar. Es obvio que ahora mas que nunca no lo dejarían vivir solo.

- Niño bonito, si alguien te habla tienes que contestarle.

Kai hablo a su espalda y él se detuvo.

- Si no contestan es por que obvio que no quieren hablar contigo.

Comenzó a caminar de nuevo. Sin importarle si Kai lo seguía o no.

Espero un poco hasta que la parte delantera del bus aparició en su campo de visión. Sonrió.

Enseño su pase de abordaje y se sentó hasta los últimos asientos. Miro por la ventana, con la esperanza de ver a Pulgoso a lo lejos.

Eso no sucedió.

Sin darse cuenta el tiempo paso volando, tan rápido que ya estaba a unas cuantas calles de llegar al hospital. Se levantó del asiento con la mirada de Kai pegada en su espalda.

- ¿Te sientes mal? - Preguntaron a sus espaldas.

- No es asunto tuyo - contesto. Bajando con prisa del autobús.

Cuando estuvo en la habitación de BaekHyun paso con sumo cuidado por si este estaba durmiendo.

Cual fue su sorpresa cuando escucho la risa estruendosa de su mejor amigo.

- ¡Toc, Toc! - grito.

Le enfermera de turno con fastidio contesto:

- ¿Quien es?

- Na, nai... Eso no va. - y se rompió en risas tomándose de su estomago con una sola mano - ¡kkaebsong!

Al girar la cabeza hacia su dirección BaekHyun hizo un puchero.

- ¡Do KyungSoo! ¡Do! ¡Kyung! ¡Soo!, ¡Mi mejor amigo!, ¡Mi hermano del alma!, ¡Me han golpeado! - Se puso a llorar- ¡y tu no estuviste ahí conmigo! ¡Te hubieran tocado la mitad! ¡Mal amigo! - Gimoteo.

- ¿Que le pasa? - Le preguntó a la enfermera que no dejaba de mirarlo.

- Son los sedantes. - Ella meneo el botesito en su mano, haciendo sonar las pastillas dentro.

Iba a contestarle pero una almohada blanca se estrello contra su pecho.

- ¡Ya! ¡Tu, bastardo! ¡Saca la pistola! - con su mano no lastimada hizo una pistola e hizo sonidos raros. - ¡Muere!

KyungSoo alzo la ceja.

- ¿Segura que es normal?

- Completamente. El medico dijo que su reacción es bastante moderada, que pudo haber sido peor. Pudo haber sido un perro y morder las almohadas hasta sacarles el relleno. Ya ha pasado. Se le pasará. - La enfermera tomo el formulario de BaekHyun entre sus manos, movió varias cosas de aquí allá y se fue.

El Juramento (KaiSoo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora