Nuestros gustos (yaoi / Gay)

Capitulo 2

Andy.    

No podía ser, era mentira, el chico tan enamorado de mi yo femenino era...! ¿ ÉL?! , ya está , dios me odia, definitivamente no esta de mi lado, mi destino está errado, ¿ Por qué yo, señor?

— Es un gusto conocerte Alice, me llamo Valentino, Valentino Piero.

— ah si, hola, es... Es un gusto... — dije tratando de fingir mi voz para que no fuera tan de hombre.

Maldita sea, necesito un respiro después de tanto... Espera... Él está enamorado de mi yo femenino, eso es lo que le dijo a Mike y a Emily, eso significa que... Esta es mi oportunidad de salir de la mierda, si lo hago bien, ya no podrá golpearme en la escuela, tendrá que ser bueno conmigo, porque si sabe que Alice y Andy son primos muy cercanos, que se quieren mucho, y que se protegen mutuamente, para conquistar a Alice, tendrá que tratar muy bien a Andy, muajajajaja, ¿no seré a caso un genio?, creo que el cielo al fin quiere sonreírme, podría bailar de la felicidad, pero mejor no, porque soy como un robot para bailar. Entonces dejamos de lado el plan A de la chica caprichosa, y abrimos paso al plan B de chica amable y delicada.

Me senté al lado de Valentino, la verdad es que me asustaba un poco, por lo que estaba temblando.

— Alice, ¿ Tienes frío?, estás temblando — Me dijo Emily.

— Un poco si jeje — dije un tanto nervioso.

— Entonces pediré algo caliente para que bebamos, ¿ Qué quieres?, ¿ chocolate caliente? ¿ Café?, también algo para comer, aquí venden pasteles muy deliciosos o al menos eso he escuchado — Dijo Valentino y parecía un tanto ansioso.

Sé que en este lugar los pasteles son muy deliciosos, ya que, he estado aquí antes, pero este chico estaba siento muy atento con todo y la verdad, eso me gustaba.

— Chocolate caliente, también quiero pastel de chocolate, por favor— dije sonriendo.

Vi como aquel chico que tanto me asustaba, se sonrojo de golpe con sólo verme sonreír, y me pareció completamente... Adorable, creo que me estoy volviendo algo loco.

— S-sí, iré a comprarlos y los traeré.

— Yo también voy, te traeré tus favoritos, Emily — Dijo Mike.

Ambos fueron a comprar en el mostrador, el chico que trabajaba ahí, se veía algo asustado, después de todo, ambos chicos son muy altos y grandes.

— Pareces nervioso, ¿ Es de tu gusto aquel chico? — me dijo Emily.

— Claro que no... Es solo que...

— Lo sé, ese chico va a tu escuela, de segura te molesta, ¿ verdad?

— No es eso...

— No tienes porque mentirme, cuando eras pequeño, era igual, cuando estabas cerca de las personas que te hacían bullying te ponías a temblar y parecías un conejo asustado que tenía ganas de salir corriendo, te juro que si lo hubiera sabido, no te habría hecho venir aquí, soy la peor hermana mayor.

— Nada de eso, está bien, además, gracias a esto tengo un plan.

Le expliqué a mi hermana mi plan de forma breve, ella se rió y dijo que me ayudaría.

Los chicos trajeron los pasteles y chocolate caliente para todos, me parece extraño, estaba seguro que aquí trabajaba un chico alto y rubio como mesero, pero no está, todas las chicas de mi clase amaban venir a este lugar por ese chico.

Comencé a comer mi pastel, y mi plan comenzó.

— Me pregunto si mi hermanito ya llegó a casa — Dijo Emily.

Con eso, Mike se veía sorprendido y me miró, yo le guiñe el ojo y pareció entenderme.

— No te preocupes Emily, Andy estaba en casa cuando yo salí, pero se veía algo desanimado.

— Hace mucho que está así, de seguro es porque alguien lo está molestando, si tan solo conociéramos a alguien de su escuela para que lo cuidara y se hiciera sua amigo— Dijo mi hermana.

— Andy esta es la escuela Santa María  , ¿ Verdad?— Dijo Mike, siguiendonos El juego.

— Sí, en esa misma — Dije con un tono desanimado — en serio que no me agradan las personas que molestan a otros, si llego a saber quien está molestando al pequeño Andy.

— Yo... Yo voy en la escuela Santa María — Dijo Valentino — si quieren, pueden decirme quien es, en la escuela nadie se mete conmigo, así que, creo que si está junto a mi, nadie le molestará.

Mi plan va a la perfección, está cayendo.

— ¿ En serio?, eso me haría muy feliz, eres un buen chico jeje, mi primo se llama Andy Ofer, y parece que en la escuela, está siendo molestado, te daré su número telefónico para que le llames, y también te daré el mío para que me informes— le dije sonriendo.

Tengo la suerte de tener dos teléfonos,  el nuevo que me compré y el anterior.

— Andy... ¿ Andy Ofer? — Su cara en este momento no tenía precio, se veía tan sorprendido.

— Sí, es un chico adorable, usa gafas, aunque se le rompieron hace unos días durante una clase de educación física.

— Ya veo — Valentino hablaba algo sombrío, parecía preocupado.

Valentino me dio su celular para que anotará los números, lo hice y se lo devolví.

— Por favor cuida de Andy, confío en ti, Valentino — le sonreí.

Él solo asintió con su cabeza.

Terminamos de comer, me reí bastante con todos, la verdad es que en este momento tenía otra visión de Valentino, y no era tan mala como antes.

Volví a casa con Emily, ahí me senté en el sofá, un poco más tranquilo.

— Me siento muy cansado.

— Si, ya me imagino. Casi lo olvido, toma —  me paso un paquete.

Al abrirlo era una cajita con mis gafas nuevas .

— Tan pronto estuvieron listos, que bien — dije sonriendo.

— Sí, estuvieron listos bastante rápido..... yo debo ir a hacer un trabajo, tú ve a dormir, mañana tienes que ir a clases.

— Está bien, no vayas a dormir muy tarde hermana — dije después de darle un abrazo.

Dejé mi uniforme listo para mañana, y me recosté a dormir, espero que mañana sea un buen día.

A la mañana siguiente, tomé una ducha rápida y me puse el uniforme,también mis gafas, hice tostadas, huevos fritos y me serví jugo de naranja en un vaso, desayuné, lavé mis dientes y salí del apartamento, mi hermana debe seguir dormida, por lo que me fui sin despedirme. Caminé hasta que llegue a la escuela.  Estaba caminando por el pasillo hasta mi casillero, y recibí una llamada de mi teléfono , llamemoslo... teléfono 1 el de " Alice" y teléfono 2 el de " Andy", esta vez sonaba el número 2, el otro lo dejé en casa, por cualquier cosa. Contesté la llamada, era número desconocido, pero ya tenía una idea de quien podía ser.

— Hola, ¿ Quién habla?

— Volteate, nerd.

Y ahí, el demonio que había caído en la trampa, aparecía.