Team of Setters (Haikyuu Whatsapp)

Pánico en el edifico abandonado

(Shirabu)

Shiratorizawa había sido quien había propuesto la prueba de valor en el edificio abandonado. Mi equipo hacia tiempo tenia curiosidad por saber si de verdad estaba embrujado, pero nunca había podido armar una buena excusa para que nos dejarán entrar. Al menos, no hasta el campamento de entrenamiento. Gracias a él, ahora los cinco clubes nos encontrábamos en la acera, a punto de entrar a un complejo de 7 pisos abandonado en plena noche de brujas. ¿Qué podía salir mal? La respuesta: todo.

Nunca en la vida eh sido supersticioso, ni mucho menos miedoso, pero por alguna razón, este edificio siempre me había dado algo de inquietud. Para colmo, no es como que pudiera hablar con mi novio para que me diera seguridad, puesto que, unas horas antes de venir, habíamos discutido y yo no estaba dispuesto a hablarle, ni mucho menos a pedir perdón.

- ¡Muy bien, adelante! -Escuche la voz de Tendou-san.

Él enseguida abrió las puertas del complejo, y los cinco clubes nos metimos adentro.

El edificio estaba a oscuras, razón por la que casi todos traíamos linternas o nuestros teléfonos para alumbrar. Dentro se podía ver que todo estaba lleno de polvo y telarañas, además de que olía a humedad.

- ¿Soy el único que siente el olor a moho en todo el lugar? -Me pregunto Semi-san haciendo una mueca.

- No, yo también lo huelo. -Le conteste.

Las cinco escuelas empezamos a caminar por los pasillos, y subimos por una escalera de caracol. Deberíamos estar en el piso 3, cuando todos escuchamos de repente algo grande caer, y nos detuvimos.

- Chicos, ¿díganme que no fui el único que escucho eso? -Chillo Oikawa-san, escondiéndose detrás de Ushijima-san.

- Todos lo escuchamos. -Respondió Kenma. Estaba empezando a inquietarme.

- Creo que deberíamos irnos. -Sugirió Semi-san, aferrándose a mi brazo.

Entonces, escuchamos pasos arriba de nosotros.

- Quien quiera que lo este haciendo, no es gracioso. -Dijeron al mismo tiempo Daichi-san e Iwaizumi-san.

- Sé que suena como una locura, pero... ¿soy el único que nota que no falta nadie de los equipos? -Pregunto Suga-san. Y ahora sí, estoy asustado.

- ¡¿Qué?! -Oikawa-san empezó a mirar a todos lados junto con los demás.

Era verdad, no faltaba nadie. Si no falta nadie... ¿quién está haciendo el sonido de pisadas sobre nosotros?

La mirada de todos se volvió de alerta y miedo. Y todos deberíamos haber estado pensando en irnos, cuando al final del pasillo donde estábamos vimos una sombra.

- ¿Todos ven eso? -Pregunto Kuroo-san. Inmediatamente todos alumbramos hacia el final del pasillo con las linternas.

Había algo ahí... había una cosa al final del pasillo que se movía de un lado a otro y parecía tener pies humanos. Nadie hizo ruido... ¡Y ESA COSA GRITO! ¡VENIA DIRECTO A NOSOTROS!

No sé en que momento paso. De repente algo negro venia hacia mí, y justo después, yo estaba corriendo, agarrado al brazo de Ushijima-san hacia quien sabe dónde, sin querer darme la vuelta para mirar.

No tengo idea de cuanto tiempo corrimos, ni hacia dónde, pero llegado un punto, entramos a una habitación, y Ushijima-san empezó a armar una barricada en la puerta con los muebles que había.

Yo, aun jadeando, me senté en el piso, lo más lejos de la puerta posible. Mi cuerpo estaba temblando y no quería ni saber como debería verme.

-Shirabu, ¿estás bien? -Escuché la voz de Yamagata-san, y noté que él estaba justo a mi lado.

Inmediatamente me sobresalte, y estuve a punto de gritar.

- Wou, wou, tranquilo, soy yo. -Me dijo, y lentamente se acerco a mí.

- Lo siento, no te vi cuando entramos. -Le conteste, relajándome un poco.

- De acuerdo, ¿estás bien? Estás temblando. -Me cuestiono, se veía preocupado.

Una luz alumbro mi cara y segundos después, Ushijima-san también estaba a mi lado.

- Estas muy pálido Shirabu. -Indico, y me acerco a él, en lo que se podría llamar un abrazo.

- Aun debes estar asustado. -Comento Yamagata-san. - ¿Qué diablos fue eso? –

- No lo sé, y no quiero saberlo. -Le respondí, y haciendo algo de lo que probablemente después me arrepienta, me acurruque más cerca de Ushijima-san.

- Tranquilo, no vamos a dejar que nadie te haga daño. -Ushijima-san y Yamagata-san me abrazaron.

Realmente me sentía seguro en medio de los dos, a fin de cuentas, ellos son los padres de Shiratorizawa. Sin embargo, mis preocupaciones iban ahora hacia otro lado. Más específicamente, ¿dónde estan los otros? Y, ¿estarán bien?