Señor De Fonollosa
Toledo
Paramos en el la hora del almuerzo, que madre mía tenía un hambre, aunque cosas han cambiado en mí alimentación, y el par que me conocía no tenían no la más mínima idea.
-A mí me das sin carne, porfavor.-Dios tan raro en pedir un plato sin carne, por qué estos me miraban como si fuera una alien.-Gracias.-cuando me entrego el plato sin la carne, empecé muy entusiasmada a ponerle ensalada.-A ver, vamos ¿en verdad les sorprende tanto? Tío soy vegetariana que pasa.-No sabía, yo pensé que te gustaba la carne.-Dijo con una ceja levantada y mirándome con diversión gracias al doble sentido que por arte de magia nadie más lo captó.
-Hay muchas cosas que no sabes de mí Berlín.-Lo miré directamente para después guiñarle.-Lo que si, no me pierdo es una copa de vino.-ahora solo el par de hermanos tiene su atención en mí, mientras Nairobi me servía la copa mí amigo que estaba a mí lado fue el que preguntó esta vez.
-Te gusta el vino.-Fue entre pregunta y afirmación.
-Si, me encanta el vino.-Los hermanos se miraron para después integrarse a la conversación de la mesa. Mí familia tenía una historia un poco complicada con el alcohol, por lo mismo siempre dije que lo odiaba, y delante de ellos jamás lo hice, aunque era casi una experta en vinos, aún así odiaba el alcohol, pero trabajar en VGlam me dejó bastantes malas costumbres.
-Y bien chica nueva, que nos puedes decir de ti.-Miré con diversión a Rio.-Que no sea personal vamos cosas triviales.-
-Me gusta la moda muchísimo. Aunque hay días en la que soy un desastre. Un día puedo despertar como si fuera la tía más rica del universo y me arreglo así y bueno hay otras en las que me levanto con ánimos de partirle la cara a alguien y me veo... Vamos espero que no tengais que verlo.
Fue una agradable comida conociendo cosas de los chicos, aunque me sentía incómoda con el par, fue muy ameno.
Ya cuando cayó la noche después de cenar me fui a pasos lentos a mí habitación, estaba demasiado cansada como para seguir energética, bueno jamás soy energética. Seguía con mí perezoso camino hasta que siento una mano en mí espalda baja.
-Estas preciosa.-Susurro haciéndome saltar en mí lugar por su fría mano.- Dolcezza.
Camino sin más por el pasillo entrando a su habitación dejándome ahí parada con una tonta. A no, no tu no me puedes hacer esto. Conozco tus juegos Señor De Fonollosa.
Así mismo con el enojo entre a su habitación unos segundos después de el. Cuando entre estaba sin su chaqueta, estaba dándome la espalda.
Al cerrar la puerta detrás de mí este se dio vuelta con su camisa abierta hasta la mitad.-¿No sabes tocar la puerta?.-Dijo con una fingida molestía.
-No, no se tocar. -espero que no me salga con ninguna estupidez, que ya lo conozco.
-Por lo que recuerdo tu si sabes tocar... Muy bien además.- ahí está, estupidez número 10 del día.
-Eres un gilipollas. -Dije indignada, sentándome en su cama y el también lo hizo. Miré de reojo su pecho y chasqueando la lengua le empecé a abotonar la camisa.-No quiero verte me das asco. ¿De que coño te ríes eh?
-Si te diera asco no me estarías tocando.-Lo miré queriendo matarlo, este tío me va hacer morir a los 30 de un disgusto.- ¿Te pongo nerviosa?
-Nerviosa ¿Yo? Con quien te crees que hablas campeón, que ya no soy una nena que se pone nerviosa en cuanto está cerca de un cuerpo masculino. Bueno tu no eres muy masculino.-Bingo, uno de sus puntos débiles, insultar su masculinidad.
Me iba marchando con la victoria en mis labios hasta que sentí como me tomaba de la muñeca y me acorralaba contra la pared.-Necesito recordarte lo hombre que soy.-Creo que lo he hecho enfadar.
-El que tiene la masculinidad frágil aquí eres tu.-Sonrei con burla. Gruñó y me soltó finalmente dándome la espalda.-Buenas noches anciano.
______________________________
Aquí pueden ver un poco más de la dinámica de estos dos, se "odian", pero la tención sexual es más que evidente.
Espero que puedan compartir/recomendar la historia para motivarme a seguir escribiendo, gracias! 💃💃💞
ESTÁS LEYENDO
𝒯𝒾 ℴ𝒹𝒾ℴ ℯ 𝓉𝒾 𝒶𝓂ℴ ~𝕭𝖊𝖗𝖑í𝖓~
Teen FictionLos ojos de él como el mar en una noche que te quitaba el aliento. Son oscurros, brillantes y atractivos, diría hasta misteriosos. Pero ten cuidado, que si te acercas mucho el te tomará y antes de que te des cuenta te habrá arrastrado al fondo llevá...