Los ojos de él como el mar en una noche que te quitaba el aliento. Son oscurros, brillantes y atractivos, diría hasta misteriosos. Pero ten cuidado, que si te acercas mucho el te tomará y antes de que te des cuenta te habrá arrastrado al fondo llevá...
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Después del escándalo con la ropa estaba trabajando en el sector de máquinas cuando Nairobi llega y me manda a ser una de los rehenes que recibirían la comida, obviamente acepté inmediatamente.
Estábamos frente a la puerta con Berlín y unos rehenes, entre ellos estaba Mercedes quien fue quien dio las instrucciones a los "repartidores". Cuando fuimos a buscar los alimentos el olor de la deliciosa pizza invadió mi sistema y era la comida más sólida que comeríamos de hace unos días, fue tanto el olor que me mareé un poco afirmándome de (desgraciadamente) Berlín. La mencionada profesora, me miró un poco preocupada y con un poco de miedo le hablo Al Jefe.
-Deberían enviarla con nosotras, está embarazada, no debería hacer nada.-La miré con cara de pregunta.
-Tiene razón, deberíamos cuidarla.-Denver me miró y yo le devolví una mirada muy enojada. Joder que aquí todos se meten en las vidas de todos, cómo si esto fue un reality show o que cojones.
-Oye que estoy embaraza, no enferma. Que yo pue-Mis palabras fueron cortadas por el ser más detestable en mi mundo.
-No queremos que se lastime, ¿verdad?.-No pude evitar escuchar el tono de burla en su voz. Me miró y después unos segundos y después habló dirigiéndose a Denver.-De hecho Denver sé tú mismo quien la escolte.-Miré a Berlín con molestia, pero se me cruzo por la mente una idea que hizo salir una sonrisa y miré a Denver con una mirada coqueta, a lo que él me miró con pregunta en su rostro. Esperé que alejaran a Mercedes para hablar.
-Será un placer que Denver me haga compañía. -Puse mi mano en el hombro del mencionado y la baje lentamente hasta posarla en su pecho por un segundo, pero no evitó que ambos hombres siguieran mis acciones con ojos atentos.-Tal vez tengas que vigilar un poco más a los rehenes, quizás Denver no llegará tan rápido.- Tiré levemente la mano de Denver para avanzar, pero a los pocos pasos. La voz del moreno nos hizo parar sacándome una sonrisa al lograr mi objetivo:molestarlo.
-De hecho Denver, yo mismo la escoltaré.- Y así pasó por un lado del ojiazul rosándolo y mirándolo con superioridad. Cuando Berlín toma mi bazo para avanzar la cara que se le quedó a Denver era de confusión total.
Ya habíamos salido del salón principal cuando me intenté soltar de su agarre, pero su mano estaba firmemente en mi brazo así que mi intento fue sin éxito.
-Me estás haciendo daño, tío.-Cuando hablé paro en seco soltándome con un empujón con el que me desestabilice, pero antes de caer al piso Andrés pasó su brazo por mi cintura acercándome a su cuerpo, quedamos tan cerca que podría sentir el olor de su perfume, exquisito.
-Cuando en vez de ser una fémina tan insoportable y te callas un poco eres bastante hermosa.-Todo iba bien hasta que dijo "calla", este tío nunca va a cambiar.
-Que facilidad de arruinar momentos tienes tu, pero vamos te mereces un premio. -Dije separándome lentamente de él.-Se llegar sola a la oficina, no tienes por qué llevarme, Jefe. Llevaba ya unos metros lejos de él cuando escuché sus apresurados pasos lo cual me hizo soltar un bufido.
