Fábrica M.Y.T.(Actualidad)
El primer pensamiento que tuve al despertar fue que nunca se aplicó tan bien la frase "El tiempo es dinero" y joder nos quedaba como anillo al dedo. Que cantidad de dinero. Cada hora imprimamos 8 millones de euros. 1.400 planchas de papel moneda de las cuales cortabamos 140.000 billetes de 50 euros.
Me encontraba sonriendo pensando en los millones mientras me tomaba mí café, estaba muy metida en mis pensamientos que no noté como Berlín se sentó a mí lado.-Deberias llevarme con los rehenes, se darán cuenta que no estoy. -Le hablé sin siquiera miralo- y no me beses sin mí permiso.-me di vuelta encarandolo y el respondió con una risa.
-Los mejores besos son los robados... Y tenemos tiempo son las 5:30.-Casi me quemo con el café al escuchar la hora que era.
-¡Las jodidas 5:30! En mí vida me he despertado a esta hora, que estás loco o que.-Me miró con una ceja levantada ante mí exageración, pero vamos ¿5:30?.
-Te has despertado sola.
-Tu sabes que el olor a café me despierta.
-Te veías adorable durmiendo.-Rodé los ojos, odio cuando me cambia el tema de conversación.
-¿Adorable?
-Si, adorable. Recordé la primera vez que te ví despertar junto al amanecer. Aunque el contexto era diferente.
Flashback-Florencia {Narra Andrés}
Los rayos de luz empezaron a a filtrarse por la ventana. Sonreí cuando la mujer a mí lado se removió con molestia. No podía creer que lo había logrado, había podido ver a la chica que quería ver, salvaje y apasionada, aunque no podía evitar sentir un poco de culpa, ya que había sido demasiado duro con la chica en la noche anterior.
-Buenos días, bella durmiente.-Me acerqué con un café, cosa que hizo que la rubia inmediatamente abriera los ojos emocionada cuando sintió el olor del líquido. Se sentó rápidamente y cuando lo hizo soltó un "Auch" bastante apenas audible.-¿Estás bien?-Dejé la taza en la mesa de noche para sentarme a su lado y poner una mano en su muslo haciendo que la menor se sonrojara al contacto.
-Si, solo estoy un poco adolorida es todo.-Soltó una adorable risa tapándose la cara con sus manos.-Fuimos muy duros anoche, y bueno yo soy una gnomo a tu lado ¿Cuánto mides?
-Una hormiga no, eres más bien una sexy y bella elfa.-Estiré mí mano para poner unos mechones rebeldes atrás de su oreja.-respecto a tu pregunta mido 1.80 ¿Y tu? Al menos el metro lo tienes asegurado.-Se río de mí comentario aunque me pegó un manotazo.
-Llevo con orgullo mi metro con 55 centímetros.-solté una risa, en verdad era pequeña y me ponía demasiado, jamás había estado con una mujer tan pequeña, lo más probable es que eso haya sido por qué quería tenerla tan intensamente.
-Claro, no hay nada de lo que avergonzarse. -Tomé la taza nuevamente y se la entregué.-Ten, bebelo, te prepararé un baño.
//Fin flashback//
Los recuerdos los envolvieron ambos, a los dos les dolía pensar en ellos en "pasado", pero solo a un de ellos le dolía más.
-Era demasiado joven. -Mire tratando de entrar en sus pensamientos.- Joder y ahora estoy metida en un atraco, contigo. Vaya mierda de vuelta que dió la vida.
Mis ojos empezaban a ardir un poco así que corté la conversación evitando el tema.
-Llevame con los rehenes, ahora.-Me levanté avanzando hacia la puerta seguida de el me tomó del brazo y me retuvo.
-El profesor te llamará en unos minutos, tienes que esperar su llamada.
-¿Que es lo que quiere?
-Creo que hay bastantes cosas por las que querría hablar contigo.
Esperé unos minutos y efectivamente, El Profesor llamó, estuvimos hablando bastantes minutos, solo quería saber cómo estaba y que lo perdonara. Sonaba sincero, así que no tuve problema en perdonarlo, en verdad con el jamás tuve ningún problema, con Sergio es todo más fácil. Bueno, también llamo para que tuviera controlado a Berlín y que hiciera lo que fuera necesario para hacerlo, solo había una forma de mantenerlo en mí mano, pero no sé si duraría mucho, pero lo intentaría, no me molesta la idea de usar mí cuerpo para comtrolarlo. No podía negar que el tío es un cabron muy atractivo y lamentablemente es mí tipo.
Cuando terminé de hablar con el Berlín estaba ahí mirándome con insistencia en su mirada, no le gustaba quedarse con dudas, le gustaba controlar todo, así que probablemente esperaba que le contara mí conversación con El Profesor.
-Olvidalo, no te diré nada, no es de tu incumbencia. -Me miró con una ceja levantada y avanzo hacia mí.
-Si lo es, tu sabes que si.
Seguro mí hermano te habló de algo... Algo que quiere que hagas.-Ves muchas películas y lees mucho. Solo quería saber cómo estaba.
-Podrias haberte inventado algo mejor.-Rodé los ojos nuevamente, ¿que no se cansaba de ser tan pesado?-No me ruedes los ojos, es de mala educación.
-Si, si Señor. ¿Ahora me lleva con los rehenes? Su majestad-Hice una inclinación burlándome de el.
Cuando me llevó donde los demás rehenes que aún dormían, me acomodé en el saco para al intentar dormir nuevamente aunque sean 15 minutos, pero Antes de irse Berlín me tomó mí mano para darme un pequeño beso y susurro algo que me dejó completamente confundida.
-Non è mai troppo tardi per essere felici,dolcezza.-Sus palabras me hizo recordar que el italiano suena aún más atractivo de lo que ya es cuando el lo hablaba con su varonil voz. Y el sabía que me derretía cuando me hablaba en ese hermoso idioma, ¿A quien no?
Su frase "Nunca es tarde para ser feliz" me dejó pensando a qué cojones se refería, el no sentía afecto por mí, jamás lo hizo. Solo es una posesión más para el, algo que quiere tener con todas sus ganas Es imposiblesef feliz con una persona que solo tiene ganas de poseerte ¿Verdad?
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𝒯𝒾 ℴ𝒹𝒾ℴ ℯ 𝓉𝒾 𝒶𝓂ℴ ~𝕭𝖊𝖗𝖑í𝖓~
Teen FictionLos ojos de él como el mar en una noche que te quitaba el aliento. Son oscurros, brillantes y atractivos, diría hasta misteriosos. Pero ten cuidado, que si te acercas mucho el te tomará y antes de que te des cuenta te habrá arrastrado al fondo llevá...