Los Hermanos Rahman (#1 H.R)

CAPÍTULO 22

Ryan

Aiza me invitó a pasar a su casa, avisé a Luke que se quedará más tiempo con ella. Yo no soy un hombre romántico, no sé cómo invitarle a mi chica a una cita.

— Aiza— la llamo para que me preste atención, ella levanta su vista y me mira, aparte mi cabeza por lo avergonzado que estoy.

— Iremos mañana a una cita, voy a pasar por ti a las 8:00 pm — informo y ella alza una ceja y cruza sus brazos.

— Parece una orden y no una propuesta para ir contigo a la cita — habla en forma de broma, rasco mi nuca.

— ¿Quieres ir conmigo a una cita? — cuestiono.

— Iré contigo — accede sigue cortando las verduras.

— ¿Te ayudo en algo? — pregunto y ella asiente con dudas

— Bate cuatro huevos — ordena y me pongo a hacerlo.

Minutos más tarde...

La comida está lista, hicimos un rico huevo revuelto con jamón y queso, tomate comenzamos a comer después ponemos una película. Escucho mi teléfono vibrar y miro la pantalla, bufo al mirar el nombre de Luke.

— ¿Qué Paso? — pregunto.

— La niña está insoportable, balbucea mucho y llora, no sé qué más hacer — manifiesta desesperado.

— Tranquilo, voy para allá — digo, pero observe a mi mujer dormida apoyada en mi hombro. Sonrío y la llevo a una habitación.

— Buenas noches hermosa — susurro en su oído y salgo por la ventana sin antes de cerrar con llave la puerta principal.

Minutos después...

Llego al departamento desde afuera escucho dos llantos y enseguida abro la puerta. Observo que Luke y Samira lloran, trato de no reírme, pero es imposible, los dos me miran, ella se ríe y estira sus manos, pero Luke sigue llorando, mi hija lo mira, toca su mejilla, sonríe y le abraza, balbucea cosas.

— ¿Samira ha hecho llorar al Tío Luke? - pregunto en tono de broma, pero ella me ignora y pone su cabeza en su cuello.

— Ven hija tenemos que ir a dormir — hablo, pero ella niega se pega más a su Tío Luke y me hago del ofendido. Él no dice ninguna palabra está asombrado igual que yo.

— ¿Estarás con el Tío? — pregunto y ella asiente metiendo su dedo en la boca, bufo.

No entiendo a las mujeres y menos a mi hija.

Camino hasta la cocina para hacer su leche cuando está listo, le entrego a Luke su biberón, pero ella saca de sus manos y comienza a tomarlo.

Minutos después...

Luke se fue con Samira a dormir. Es tarde, pero necesito investigar para hacer la cita perfecta.

Espero que funcione.

Decido ir a dormir, pero antes me voy a ver a mi hija que está con Luke, miro que ellos no están en la cama y me voy confundido hasta la sala. Observo una escena muy graciosa, Luke y mi hija están durmiendo en el sillón, me acerco a él para llevar a mi hija a su habitación y dejo a mi hermano para que sufra un poco.

Mañana le dolerá la espalda.

Pongo a Samira en su cuna luego me voy a dar una ducha antes de dormir, me pongo un bóxer y me meto a la cama.

En la mañana

Escucho las quejas de Luke, pero los ignoro porque quiero dormir más.

— Ryan ayúdame no puedo moverme — se queja susurrando

—Déjame dormir carajo — digo poniendo la almohada en mi cabeza y lo escucho bufar. Me levanto de la cama al escuchar llorar a Sami.

— Ven pequeña, vamos a desayunar con papá — le consuelo, ella comienza a balbucear cosas que no entiendo, pone su cabeza en mi hombro y Llora mucho.

— ¿Qué pasa pequeña? — me pregunto. Balbucea y me mira, me parte el alma al mirar su carita toda roja. Luke pasa por mi lado y observa que la niña estira su mano para que le cargue y así lo hace, deja de llorar y la saca sus lágrimas.

— Luke hoy tendrás que cuidar otra vez a la niña, tendrás que irte a la casa de mamá — informe y el asiente tranquilo.

En la tarde...

Hoy es la cita con Aiza, preparé todo para la cita. Puse las dos velas, una flor en el medio de la mesa y dos platos. Saqué la comida del horno. Observo la hora y me voy a buscar a Aiza. Llego a mi destino y salgo del auto, me acerco hasta la entrada, toco dos veces puerta.

— ¡Ya voy! — grita al otro lado. Sale de la casa y el observo embebido.

— Estas hermosa — halago y sonríe.

— ¿Vamos? — pregunta y asiento saliendo de mi trance.

Llegamos al departamento y enteramos a mira la decoración, se tapa la boca por el asombro.

— Es hermoso — dice con una sonrisa.

Definitivamente esta será la mejor cita con la mujer que quiero.

Aiza

Estoy nerviosa, tengo que admitir. Nunca he estado en una cita con un hombre, no tuve esa experiencia ya que mis hermanos y mi papá eran sobreprotectores conmigo, asustaban a cualquier chico que se acercaba a mí.

La cita con Ryan fue maravillosa, no nos fuimos a ningún lado por el frío que hace en este momento. Cenamos todo y vimos una película, tomamos chocolate caliente y nos pusimos calientes con una manta, miro de reojo a él, observo que está con los ojos cerrados. Sonrío.

— Ryan despierta — susurro en su oído, pero el murmura algo que no logro entender muy bien. Me recuesto y cierro mis ojos, me quedo dormida.

día siguiente...

Me levanto por los ruidos que hay en la cocina, miro que Ryan sigue dormido, abro la puerta despacio para que no se despierte. Observe a Luke y Samira que están en la cocina, sonrío.

— ¿A qué hora llegaron? — pregunto y Luke se da la vuelta

— Recién — dice con tranquilad.

— Tengo hambre. No desayuné en casa — explica y asiento. Samira está dormida en el hombro de Luke.

— ¿Porque no le llevas a su cuna? — pregunto confundida

— Ella no quiere — dice encogiéndose los hombros y me asombro. Trato de acercarme, pero ella no me mira, me siento mal por eso

— No me despertaste — se queja Ryan.

— Lo siento recién me desperté — hablo apenada. Se acerca a mí y me besa los labios, nos separamos para hacer nuestro desayuno.

— ¿Qué haremos hoy? — pregunto. Una sonrisa en sus labios se hizo presente.

Horas más tarde...

Ryan me acompañó a casa después de un largo día. La cita de anoche fue sencilla. Llegamos al departamento sin darme cuenta. Dirijo la mirada a Ryan antes de salir del auto.

— Nos vemos hermosa — dice besándome los labios.

— Nos vemos Ryan — hablo sonrojada. Salgo del auto y me encamino hasta la entrada, saco mis llaves, entro al departamento. Suspiro y una sonrisa se hace presente.

Me gusta definitivamente ese hombre. Me encanta su faceta romántica.