CAPÍTULO 36

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Aiza

Una semana después...

Estoy nerviosa. Hace un mes que estamos empezando a salir de nuevo con Ryan, me había dicho que sus hermanos y padres querían conocerme. Estamos yendo muy rápido a mi parecer. Sin darme cuenta aparcamos enfrente de la casa, trago saliva.

Le conozco a algunos hermanos, no a todos, no le conozco tampoco a sus padres.

— Tranquila, todo saldrá bien y te seguirán — dice poniendo su mano en mi muslo. Le doy una sonrisa forzada, dirijo mi mirada atrás a la pequeña Sami que está dormida. Sonrío, pero después se borra.

— Ryan, el doctor anunció que no podría tener hijos ósea que hay pocas probabilidades de que lo tenga — digo con tristeza.

— ¿Quieres un bebé? — pregunta con interés.

— Más adelante cuando Sami sea más grande — muerdo mis labios al esperar su respuesta.

—Yo también lo quiero, pero no ahora, Aiza. — confiesa mirándome

— no te preocupes por eso, todo tiene solución y el tiempo dirá que podemos hacer — habla, se acerca a mí y me besa los labios

— Todo a su tiempo — repito y el asiente.

Minutos más tarde...

Estamos todos sentados en el sofá de la sala, al parecer y mi suerte William no está, según me comentó Ryan está en un trabajo personal. Nadie habla, nadie dice nada solo me miran y eso me incómoda mucho.

— ¿Cómo estás en tu recuperación? — pregunta Lucas. El rompe el silencio y la incomodidad.

— Estoy mejorando, estoy yendo a Fisioterapias por mi rodilla — cuento y el asiente.

— Quiero que nos disculpes por todo, William no debería actuar como actuó, no debería amenazarte así y Ryan no te debería obligar algo que no quieras hacer — dice el padre de los Rahman disculpándose por sus hijos apenado.

— Yo entiendo, fue por seguridad — admito.

— La cena está lista— avisa con una hermosa sonrisa la madre de Ryan, el padre se levanta para ir junto a su esposa. Todos comimos en silencio igual estuvo así toda la noche, nadie ha hablado. Escucho tacones se acerca a mí y levanto la cabeza.

— Nosotros no somos de hablar mucho, no te agobies, amas a mi hijo. Lo entiendo, él te ama mucho, Aiza—dice mirando a Ryan que está riendo con su padre y la pequeña Samira.

— El y Samira son mi familia, no quiero apartarme de ellos — admito

— Espero que no le hagas daño o te buscaré — me advierta y asiento

— No lo haré — digo.

Siento que soy el hombre en la relación, pero no me importa. Amo a Ryan y eso me basta.

Ryan se acerca a mí, me besa mi frente.

— ¿Estás bien? - pregunta y asiento

— Lo estoy —digo besando sus labios.

— Te amo Aiza — dice con una sonrisa cuando nos separamos.

— Te amo Ryan — hablo.

Horas más tarde...

Después de estar compartiendo con la familia, nos vamos al departamento de Ryan con Samira dormida, vemos una película, la sesión de besos se hace presente, pero se vuelve más intensa, nos quitamos la ropa y quedamos en ropa interior.

— ¿Estás seguro? — pregunta Ryan mirándome.

Lo estoy - admito. Él se encarga de sacar mi ropa interior y el suyo, entra lentamente en mi interior, nos entregamos los dos hasta llegar al clímax.

— Eso fue increíble — dice besándome los labios

— Así es — contesto con unasonrisa.

Los Hermanos Rahman (#1 H.R)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora