Los Hermanos Rahman (#1 H.R)

CAPITULO 35

Ryan.

Día del padre, día donde los padres disfrutan dormir, dónde pueden estar tranquilos en la cama con los ojos cerrados, un día donde pueden beber y mirar fútbol.

Escucho gritos por toda la casa, abro los ojos asombrados. Mi hija está dormida al lado mío, escucho de nuevos los gritos y me levanto rápido de la cama, me voy hasta donde provienen los gritos, observo a Luke, William, Bart y Lander.

— ¿Qué pasa? — pregunto confundido.

— Nada — dicen todos juntos.

— Los escuche gritar — hablo y niegan.

— Nadie gritó, felicidades hermano. Este año es el día del padre y como es tu primer año siéndolo queremos darte una pequeña torta — habla Luke con una sonrisa.

— No hace falta que me hag... — siento pastel por toda mi cara, todos ellos se matan de la risa y empiezan a correr.

— Ya verán imbécil — gruño enfurecido y se ponen pálidos comienzan a correr. Escucho un portazo en mi habitación y maldigo mentalmente al escuchar a mi hija llorar. Carajo. Me voy hasta allá, abro la puerta.

— ¿Porque la despertaste? — cuestiono enojado.

—¿Feliz día del padre? — pregunta y me felicita Luke, le fulmino con la mirada y él se escapa de la habitación.

— Tranquila pequeña, estoy contigo — consuelo por unos minutos a mi pequeña y me voy con ella en brazos hasta la cocina. Si la mirada matará Luke estaría muerto en este preciso momento.

— ¿Qué haremos hoy a papa? — pregunto

— Desayuno como en el día de las madres, tu no harás nada también es tu día — responde Lander.

— Fuera, ándate a la sala — me echan de la cocina

Hora más tarde

despertaron a papá y mamá para desayunar, entre los dos nos felicitamos.

Horas más tarde...

Todos comenzamos a arreglar la casa, poner las cosas en su lugar para el festejo.

En la tarde por el día del padre como tradición hacemos cine en casa y este año no cambiará nada de eso. Decidimos ver algo infantil por Samira, ellos eligieron tierra de osos siempre elegían esa película por la canción. No lo puedo creer, cantan todos la canción y mi hija aplaude.

— Papá — grita con una sonrisa mirándome. Beso su mejilla.

— Papá está aquí, pequeña — digo y ella sonríe, pone su cabeza en mi hombro como siempre.

En la noche...

Necesitó hacer un asado para el festejo la familia, Traore nos visitó.

— Quiero regalar a mi hijo algo, es su primer año como padre y tendrá muchos años más como tal — anuncia mamá, se acerca a mí y me entrega el obsequio.

— Ábrelo — gritan en el fondo, pero me madre niega con la cabeza.

— Espera para abrirlo — susurra y asiento. Mi padre me mira con una sonrisa en el rostro, se acerca con dos cervezas en la mano.

— Estoy orgulloso de ti, hijo — afirma y me ofrece la cerveza, mi pequeña extiende la mano hacia mi padre que con gusto le alza, ella le mira por unos segundos confundida y le pellizcar la nariz como siempre hace con todos, ríe y aplaude.

— Samira así no — se queja, pero ella ignora su petición, se estira y comienza a agarrar el cabello de mi padre, río a carcajada porque ella siempre hace eso a las personas incluso a su tío querido.

— Papá— se queja después, estira su mano y le alzo.

— ¿Qué pasa? — pregunto a Sami mirándola, mi padre hace mueca y ella se esconde en mi pecho, dirige la mira a papá con una sonrisa de enamorada.

— Papá — comienza a decir muchas veces gritando con alegría.

— ¿Que pasa pequeña? — río comienza a hacerle cosquillas y ella ríe.

Amo ser padre, amo aceptar a Samira en mi vida, aunque a veces sea un dolor de cabeza cuando llora.