❝WHEN ICE MEETS FIRE❞┊JK

𝙞. 𝙛𝙞𝙧𝙚.

—𝔉𝑖𝑟𝑒.

    Min Jennie era muy reconocida en su escuela gracias a su medio hermano y su desastrosa reputación. Bueno, además de que según sus compañeros, ella era una "detestable diosa griega", y no entendían como podía ser hermana de una persona tan catastrófica como Yoongi.
Cuando iban a diferenciar a los medio hermanos, obviamente Jennie era la de las mejores notas, ya que el peligris raramente se ponía a estudiar alguna cosa.
La palabra que mejor describía a la castaña era bisexual, aunque para algunos era rompecorazones, ya que nunca había tenido una relación estable en su vida.

Como ya mencioné antes, Yoongi y Jennie no eran totalmente hermanos, de hecho, ni ellos se sentían como unos, por lo tanto, la gente podía entender que no fueran tan parecidos, además de que la segunda era hija de una conocida modelo estadounidense. Pero sin embargo, su piel era algo que las personas envidiaban tanto de ellos. Ella podía lucir como una muñeca de porcelana sin siquiera quererlo, y eso era muy envidiado (sobre todo por las chicas).

—Hola Jennie-ah—Le habló su mejor amigo, Lee Felix—¿A cuántos vas rechazando el día de hoy?

—Mmm... alrededor de unos diez—Dijo la castaña cerrando su casillero.

—Pero puedo apostar a que ninguno de los diez fue Jeon Jungkook—Jennie rodó los ojos, recordando en el lío que se había metido ella sola, enamorar al chico con fobia a las mujeres por tan sólo unas entradas para un estúpido concierto—Tomaré eso como un no—Le dijo mientras una risa socarrona se formaba en su rostro.

—No, pero de pronto caerá ante mis pies, ya verás.

Jennie sintió algunas miradas, obviamente de las chicas interesadas en su mejor amigo, pero bueno, decidió no tomarle mucha importancia, como siempre, ya se había acostumbrado.

—¿Por qué siempre que hay chicos tiene que estar ella en medio? ¡Es una plaga!

La castaña sarcásticamente sonrió al escuchar ese comentario, era muy obvio por qué se juntaba más con chicos que con chicas. De hecho, no había tenido ninguna amiga desde primer grado, en donde simplemente la habían usado para salir con uno de sus amigos.
Min pensaba, que los chicos como amigos, eran mil veces mejor que las chicas, mucho menos envidiosos, más comprensivos y hasta a veces más cariñosos, pero bueno, no era como si todos ellos fueran a entenderlo.

De repente, un pelinegro se cruzó delante de ella, y se abalanzó a hablarle, comenzando con el plan.

—Hey, hola Kook—Dijo saludándolo, pero lo único que recibió del contrario fue una mirada de desprecio.

Jungkook odiaba a cada persona que tuviera tanto interés en el otro sexo, y ella acababa de confirmar que no era ninguna excepción. Felix hizo lo posible por contenerse la sonrisa burlona que comenzaba a brotar en sus labios, fracasando en el intento.

—Parece que no va a ser tan fácil como piensas, ¿eh?—Habló el contrario proporcionándole un codazo a su mejor amiga.

Jennie no podía mentir. Enamorar a un chico como él no iba a ser nada fácil, pero iba a lograrlo. Antes de que él la enamorara a ella.

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Entró a su clase, hoy era Lunes, por lo tanto le tocaba compartir asiento con Lalisa Manoban. A la chica no le molestaba en absoluto, de hecho, Jennie la veía como una persona muy igual a ella, debido a que ambas sufrían gracias a la sociedad.
Si ya de por sí Lisa no era una persona de muchos amigos. Todos se le alejaron una vez se enteraron que era lesbiana. Algo ridículo, ¿no?

Para Jen, ella era una chica muy linda, con la cual había salido algunas veces cuando intentó encajar en el grupo popular. Pero había algo en ella que en las demás no, su personalidad era única. Ella tenía eso que hacía que resaltara sobre las demás.

Lástima que no todos pudieran verlo.

Su mirada se posó en el pelinegro que llegaba tarde, con su corbata desarreglada y su cabello alborotado. Jennie no pudo evitar pensar que se veía lindo, pero siempre le había tratado mal, y además, ella debía enamorarlo, no al revés.

—¿Qué te hizo llegar tan tarde?—Le preguntó la profesora, enarcando una ceja.

—Estaba haciendo un trabajo...—Dijo Jungkook poniendo una excusa tonta.

—Imagino que el trabajo incluía labial, ¿no?—Lo confrontó la castaña, levantándose de su asiento, haciendo una referencia a su cuello que estaba lleno de labial rojo.

—Nunca pedí tu opinión sobre lo que creías que hacía—Le contestó Jungkook, acercándose más a ella con una mueca de asco.

—No sabía que necesitaba tu permiso para opinar.

—¡Ya es suficiente!—Interrumpió la profesora—¡Vuelvan a sus lugares de inmediato!

Jennie no tuvo de otra que asentir y hacer lo que le dijo, pero no pudo evitar pensar que lo de hoy ya había sido un avance. Por lo menos, ahora no había estado a un metro de distancia de ella.

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A la salida, la directora de la institución dió a entender que próximamente se celebrarían los partidos contra otras secundarias, y, como todos los años, cuando terminasen los respectivos partidos y se determinase un ganador, habría una fiesta de celebración. Obviamente entre todas las preparatorias, ya que nadie podía estimar quién sería el campeón de cada año como para estar preparando las cosas de forma anticipada.

Jennie volvía a su casa con Taehyung, ya se le había hecho una costumbre el ir y venir con él. Por supuesto, Min Yoongi no les quitaba la mirada de encima. Se decía que era un hermano muy sobre protector, pero habían algunas personas que pensaban diferente, ¿y si la verdad detrás de todo es que le gusta su media hermana? Nadie podía afirmar nada, sólo Yoongi sabía lo que sentía, y tal vez lo averigüen más tarde en esta historia.

La relación entre Taehyung y Jennie era muy cambiante. Ellos eran, a decir verdad, muy cercanos, amigos, pero todo se había vuelto confuso para ambos cuando se besaron. Y por supuesto, habían vuelto a hacerlo, varias veces. La castaña nunca se cansaría de los labios de Kim, y todos juraban que esta sería la primera pareja estable de la hermana de Yoongi, pero la verdadera pregunta es...

¿Será como todos dicen?