Diez mil porqués

51 3 1
                                    

Llegué a mi casa como a las 10 de la mañana y te envié un mensaje. No me respondiste inmediatamente, de echo tardaste un día en hacerlo pero igual no le tome mucha importancia porque al final me habías contestado y hablamos un poco. Faltaba una semana para que regresará a la escuela y estaba muy ilusionada en contarle a mis amigas lo que pasó, que para ellas era imposible.
Pasó la semana y solo hablamos como dos veces, casi no me hablabas y me empezaba a preocupar un poco pero el recuerdo de lo vivido me mantenía viva, al igual que mis ilusiones. Les conté a mis amigas con una gran alegría que no te imaginas, cada detalle, cada maldito hermoso detalle y siempre con una enorme sonrisa en el rostro. Obvio ellas se sorprendieron mucho pero al final era real y un echo que jamás iba a olvidar.
Pasaron varias semanas y hablábamos muy poco, pude entenderlo al principio pero después mi mente no pudo evitar pensar en otras cosas , como por ejemplo en que quizá solamente me habías utilizado. No quería pensar eso y muchas veces lo borré de mi mente, pero no dejabas de ser cortante y tampoco dejabas de dejarme en visto a veces.
Preguntas como... ¿Acaso solo estaba jugando conmigo?, ¿Porqué me deja en visto?, ¿Sólo fui de una noche y no me quiso?, ¿Estará ocupado?
Muchas preguntas me hacía pero conforme pasaba el tiempo ninguna tenía respuesta, aunque después creo que el tiempo me las dio.
Pasó un mes y me volviste a dejar en visto, pero esta vez fue el ultimo mensaje que te envié, sinceramente me rendí y mi mente me llevo a la conclusión de que sólo me habías utilizado, que mas puedes pensar de alguien que después de haberte robado tu primer beso y haberte dicho cosas muy bonitas, te deje de hablar de un día a otro sin razón alguna?
En mi opinión solo eso, y aunque me dolió pensarlo fue lo único que se ,e ocurrió, a partir de esa noche mi vida cambió.
Llanto tras llanto, desveladas acompañadas de diez mil porqués, tus recuerdos, las dudas, todo mi mundo se vino abajo, todo.

Voy a hablar de tí, sin decir tu nombre. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora