Después de su encuentro con Nayeon, Jeongyeon pasó los días tranquila. Estaba y se le veía más relajada y sonriente, cosa que le agradaba a sus amigos pues les encantaba la Jeongyeon divertida.
Y todos notaron eso, incluso Tzuyu que se alegró de que su conversación con Nayeon hubiera dado resultados, ver a su Unnie favorita feliz y tranquila era todo lo que quería.
La rubia por su parte estaba agradecida de que la mayor no la buscara o la llamará, suponía que la mayor al fin esta había decidido alejarse de ella por el bien de las dos.
Y eso la hacia sonreír con alivio y felicidad, pues podía enfocarse por completo en ser la mejor en sus clases, aunque eso no impedía que en más de una ocasión se quedara embobada observando a la japonesa pelinegra, a lo lejos por supuesto.
Sana se había acercado a hablarle varias veces, lo que le permitió descubrir que la chica era una persona tierna y graciosa, y que le agradaba mucho, pero siempre lo hacia cuando estaba sola, y empezaba a creer que los chicos tenían razón al decir no les gustaba relacionarse con nadie aparte de ellas, y eso aunque la hizo sentir privilegiada, le intrigó mucho más.
Quería saber más de ellas, en especial de la pelinegra que según Sana le contó se llamaba Mina, y la rubia Momo. Sin embrago cuando Sana le ofreció que pasara la hora del almuerzo con ellas se negó diciendo que después lo consideraría, antes de salir huyendo sin entender porque, o tal vez si lo sabía y tenía miedo de lo que sentiría teniendo a Mina más cerca que nunca, porque si verla a lo lejos la ponía nerviosa, de seguro se desmayaría al tenerla al lado o al frente.
Pero tal parece que el destino tenía otros planes para ella, pues ese día cuando llegó a clases sólo se encontraban ella y Tzuyu en la mesa y alguien aprovechó la oportunidad de acercarse.
— ¡JEONG! — Gritó Sana alegremente, mientras las chicas que caminaban a su lado seguían su camino. — ¡Hola niña bonita! — Saludó mirando a Tzuyu sin darles tiempo de responder. — Jeong no me dijiste que la niña bonita era tu amiga.
Tzuyu se sonrojó ante el apodo de la pelirrosa y sonrió tímida mirando a la coreana en busca de una explicación.
— ¡Que gusto verte Sana! Si, Tzuyu es mi amiga. — Respondió Jeongyeon aprovechando para avergonzar más a la menor. — No seas maleducada Chewy, saluda a una nueva Unnie, se llama Sana.
Tzuyu la miró seria antes de dirigirse a la japonesa. — Un gusto Sana Unnie. — Respondió sonriendo e inclinando ligeramente su cabeza.
A Sana le pareció adorable aquello y rápidamente lo demostró con un chillido de emoción. — ¡Aeww! ¡Que tierna es Jeong! ¿Me la puedo quedar? ¡Es tan adorable! — Intentó acercarse a Tzuyu pero esta se alejó pidiendo ayuda a su mayor con la mirada.
— Ya Sana, la asustarás, mira que es tímida. — Bromeó Jeong disfrutando de todo.
Sana mostró uno de sus mejores pucheros antes de contestar. — Lo siento niña bonita. — Tzuyu no pudo evitar volver a sonrojarse ante el apodo y sonrió incomoda. — ¡Ya sé que hacer para que me perdones! — Anunció de repente asustando a Tzuyu pues Jeong parecía no inmutarse con sus palabras o su actuar.
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Esmeralda Japonesa || JeongMi
Teen Fiction[RESUBIENDO] Jeongyeon hará todo por olvidar su primer gran amor, pero se dará cuenta que no será tan sencillo deshacerse de sus recuerdos, y mucho menos cuando ella no se lo deja tan fácil. Hasta que alguien mas llega a su vida y la cambia de forma...