Ese día Jeongyeon no tendría clases hasta el medio día, por lo que aún se encontraba dormida. Ni siquiera pasaban de las ocho de la mañana, pero sentía que había dormido por días.
No se había puesto su pijama la noche anterior por lo que sólo llevaba puesta su ropa interior deportiva de color negro. Algo que definitivamente hizo más agradable la vista de la chica que recién entraba a la habitación con mucha precaución.
Nayeon había llegado temprano a la casa de la menor, y gracias a la información que le había proporcionado su madre, la encontró profundamente dormida. Por eso no resistió el impulso de sentarse a su lado para luego acariciar su mejilla, cuidando de no despertarla.
Jeongyeon siempre le había parecido una de las mujeres más hermosas que había visto en su vida, incluso en los años que estuvo fuera de Corea, ninguna chica había logrado igualar la belleza que ella poseía. Pues iba mas allá de cualquier estereotipo, rompiendo todo esquema de belleza.
Jeongyeon tenía algo que ninguna de las chicas que había conocido igualaba. Aparte de su belleza física que resaltaba donde quiera que se parara, tenía un alma sincera, pura y buena.
Un alma que ella había herido mucho en el pasado, y de lo que no se sentía orgullosa.
Su historia con Jeongyeon había estado llena de amor, de mucho cariño, pero también de una inocencia que no les permitió ver que no a todos les parecía correcto que dos personas del mismo sexo, se amaran, y aunque su madre la apoyó con respecto a sus preferencias, nunca entendió porque tuvo problemas con que su primera relación fuera con Jeongyeon, pues aunque las apoyó más que su papá y la mamá de Jeong, ella siempre sintió que no lo aprobaba del todo.
Fue por eso que dejó a Jeongyeon, fue por eso que tuvo que irse, fue por eso que en su momento la trató tan indiferente.
Fue por eso que muchas veces uso sus palabras más hirientes para tratarla.
Fue por eso que cediendo a la presión de su padre, le llamó adolescencia y confusión a lo que ambas tuvieron, aunque haya provocado las lágrimas que tanto había prometido nunca causar.
Pero como si el destino realmente la quisiera cerca de esa maravillosa chica de ojos, rostro, y sentimientos hermosos, como si una vez más la vida le diera otra oportunidad, allí estaba frente a ella.
Con la ayuda de las personas que en el pasado fueron las más interesadas en separarlas.
Y eso la hizo suspirar, porque cuando aceptó participar en algo así, fue que se dio cuenta de que en serio le interesaba la menor, y cuando estuvo con ella hace apenas unos días, supo que aunque no la amaba, seguía sin poder resistirse ante los encantos de esa hermosa chica, que fácilmente podría ser comparada con una diosa.
Aunque tal vez haya llegado tarde pues la menor parecía haberla superado. Pero si algo caracterizaba a Im Nayeon era que nunca se rendía.
Se había propuesto volver a conquistar a Jeongyeon, y no se detendría hasta lograrlo.
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Esmeralda Japonesa || JeongMi
Teen Fiction[RESUBIENDO] Jeongyeon hará todo por olvidar su primer gran amor, pero se dará cuenta que no será tan sencillo deshacerse de sus recuerdos, y mucho menos cuando ella no se lo deja tan fácil. Hasta que alguien mas llega a su vida y la cambia de forma...