4 Años después
— Y tu... ¿Como has estado? — Dijo Nayeon sentándose al lado de la menor, en la acera frente a su casa.
Era de noche y hacía frío, por lo que tuvo que ajustar su abrigo en su cuerpo, sin embargo podía ver las mejillas sonrojadas de Jeongyeon y no tenía idea si se debía al clima o a los nervios que suponía estaba sintiendo.
— Pues, he logrado hacer casi todo lo que planeé durante todo este tiempo, así que puede decirse que estoy muy bien. — Respondió Jeongyeon haciendo una mueca de sonrisa, con la mirada perdida y suspirando con pesadez.
En ese momento se sentía realmente mal porque todo el peso de todos esos meses de cansancio, tristeza y dolor le habían caído de golpe esa noche con la llegada de su primer gran amor. Porque sabía que era un amor que no era correspondido.
— Eso es genial Jeong pero... ¿Porque dices que casi todo? — Preguntó Nayeon, claro que había notado la tristeza en su semblante, pero la había extrañado lo suficiente como para querer saber cómo había pasado esos años de su vida sin ella.
— Bueno logré retomar mi relación con Seungyeon, casi término mi carrera que siempre quise, e incluso he conocido buenas personas. — Contó mirando el vaso con soda que sostenía en sus manos.
— Entonces no entiendo porque te escucho tan... Apagada. — Habló Nayeon y el tono de preocupación en su voz hizo sentir peor a la rubia, quien tomó un sorbo de su bebida antes de responderle.
— Porque sé que aún me falta algo Nay, sigo sintiéndome vacía... — Había tanto dolor en su voz, tanta amargura en aquel apodo que alguna vez dijo con amor, que Nayeon se sintió culpable.
— ¿Y que es lo que te falta? — Cuestionó una vez más, conteniendo el impulso de tocar su mano, para llamar su atención. — Porque parece que lo tienes todo.
Jeongyeon miró sus ojos y sintió se perdía en ellos como la primera vez que los vió, siempre le habían fascinado aquellos ojos, decía que eran sus favoritos y era verdad porque había muchos ojos de ese color, pero los ojos de Nayeon conquistaban a cualquiera que los miraba, y ella no había sido la excepción.
— Tú me faltas Nayeon... — Respondió con tristeza. — O al menos me hace falta sentir el amor de esa forma. — Una lágrima se deslizó por su mejilla mientras Nayeon luchas por no romperse junto a ella. — Y te juro que lo he intentado todo pero... — Sollozó. — Sigues haciéndome falta y ni siquiera saliendo con todos mis amigos o con otras chicas dejó de sentir que nada de lo que hago tiene sentido, porque no tengo alguien con quien compartir mi vida, alguien a quien darle todo este amor, y con quien pueda sentir que al fin todo estará bien. — Terminó de decir entre lágrimas.
Y sin poder contenerse más, Nayeon la abrazó sintiendo como esta se aferraba a su abrigo mientras lloraba en su pecho. — Yo nunca quise que esto pasara Jeongyeon, pero eramos jóvenes y no estábamos preparadas para todo lo que lo nuestro implicaba. — Susurró suavemente acariciando su cabello, el cielo sabe cuanto la había extrañado. — Yo sólo... Hubiera deseado que fuera diferente. — Dijo dejando un beso en su cabeza.
Jeongyeon se separó de ella limpiando sus mejillas y tomando aire antes de levantarse mirándola. — Nunca entendí como lo lograste. Pero me alegra mucho que al menos una de las dos logró seguir adelante en todos los aspectos de su vida. — Y a pesar de el dolor que sentía en su pecho, sus palabras eran sinceras.
— Jeong espera... — Nayeon se levantó y tomó su brazo cuando la vio dispuesta a marcharse.
— Me tengo que ir, perdona por mostrarme tan vulnerable. — Jeongyeon se soltó de su agarre y apretó los labios dando un paso atrás.
— Pero Jeong no te puedes ir así. — Nayeon intentó detenerla nuevamente pero la menor no la dejó.
Jeong negó frunciendo el ceño. — Estoy bien Nayeon sólo... Adiós. — Y sin más, se fue de allí.
Nayeon sólo le miró alejarse mientras una lágrima bajaba por su mejilla, y se abrazó a si misma sentándose nuevamente sobre el frío lugar.
Hace mucho que ella y Jeongyeon no se veían y no tenía idea de que la vería en esa reunión familiar que su madre había organizado por su regreso.
Y aunque ambas habían crecido y cambiado mucho, sabía que ambas se necesitaban pero de diferentes maneras, pues mientras ella veía a Jeongyeon como su más incondicional amiga, Jeongyeon la consideraba lo más importante de su vida.
Y ninguna de las dos sabía como terminaría aquella historia pero esperaba que ambas fueran felices, algún día.
Saludos y gracias por llegar a esta hermosa y especial historia.
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Esmeralda Japonesa || JeongMi
Fiksi Remaja[RESUBIENDO] Jeongyeon hará todo por olvidar su primer gran amor, pero se dará cuenta que no será tan sencillo deshacerse de sus recuerdos, y mucho menos cuando ella no se lo deja tan fácil. Hasta que alguien mas llega a su vida y la cambia de forma...