Pasaron los días, la relación de Jeongyeon y Nayeon rápidamente llego a los oídos de la familia Im que no tardó en organizar otra reunión esta vez en su casa por la gran noticia, para Jeongyeon el entusiasmo de todos era lo más hipócrita que había presenciado en su vida, y no sabía que algunos eran obligados a fingir, pero gracias a eso estaba cada vez mas cerca de descubrir que se traían entre manos los mayores.
Una vez escuchó una conversación de su madre con quien sospechó era el señor Im pero no pudo saber más, pues fue algo rápido.
Nayeon era sin duda a quien menos reconocía, parecía que no quedaba rastro de la chica que recordaba, era diferente ahora, y se mostraba más cariñosa y atenta a ella, como si no quisiera perder ningún detalle de su vida, de tal modo que si Jeongyeon no la conociera, casi creería, como todos, que era la novia perfecta, más enamorada que nunca.
En esas semana había hablado un par de veces con el señor Yoo, gracias a Tzuyu, quien a parte de animarse a hablar con Sana, se había convertido en su cómplice, y la única que sabía las verdaderas razones de su falso noviazgo. No había vuelto a ver a las Mamamoo como le dijeron que las llamara, pues tener una novia tan cariñosa que quería pasar el día entero sobre ella, y con su madre vigilando su tiempo en casa, apenas y podía respirar.
El único tiempo que podía sentirse libre era en sus clases, sus prácticas y las veces que se escapaba con Tzuyu. Ni siquiera había vuelto a hablar con Mina, aunque cada tarde que la observaba en su mesa con sus amigas sentía su corazón estrujarse por ello.
No sabía si la japonesa había visto ese video, que como dijo Jungkook la hizo tener mas fans que nunca, que la fría mirada de Tzuyu se encargaba de mantener alejadas. Pero eso no borraba su miedo, la incertidumbre la estaba consumiendo y necesitaba hablar con ella, pero en ese momento sentía que todo estaba en su contra. Aunque tal vez la vida tendría otros planes.
Era jueves y estaba en casa terminando una investigación, Nayeon había cumplido su promesa de pasar por ella cada tarde, por lo que siempre llegaban juntas a su casa, o al departamento de la mayor. Estaba sentada en su cama con un par de libros abiertos a su alrededor y su laptod frente a ella.
Nayeon la abrazaba por la espalda besando su cuello y escuchando alguna explicación que ella le daba, la mayor estaba más que cómoda con su cabeza sobre su hombro acariciando sus brazos, abdomen y piernas de vez en cuando. Por eso se quejó cuando el teléfono de la menor sonó y esta tuvo que levantarse por él.
Jeongyeon miró la pantalla frunciendo el ceño, era un número privado. —Que extraño... — Susurró ganándose la atención de la mayor que había tomado uno de sus libros.
—¿Quien es?
—No lo sé, es un número desconocido. — Nayeon levantó las cejas pero no se movió de su lugar por lo que la menor atendió la llamada aun dudosa. —¿Bueno?
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Esmeralda Japonesa || JeongMi
Teen Fiction[RESUBIENDO] Jeongyeon hará todo por olvidar su primer gran amor, pero se dará cuenta que no será tan sencillo deshacerse de sus recuerdos, y mucho menos cuando ella no se lo deja tan fácil. Hasta que alguien mas llega a su vida y la cambia de forma...