Mila Martell
Oficialmente estoy contra la pared, no literalmente claro. El señor Sebastián Stan me siguió el paso por las escaleras, no me importo sacarle conversación, yo no tenía nada que decirle, el quería hablar conmigo después de todo....
La señora Margaret estaba en la puerta de su apartamento cuando llegue al piso que compartíamos, acariciaba la cabeza de su perrito
-Mila, otra vez gracias por sacar a pasear a mis niños - la señora de avanzada edad, me saludo con la mano mientras hablaba, le sonreí como respuesta también saludándole con la mano.
-así que no son tuyos - su voz inusualmente cálida y suave me hizo recordar que el me seguía los pasos a mi apartamento, apresuré mi andar buscando las llaves en el bolsillo de mi jean.
Al abrir lo dejé pasar primero, observé como el analizaba todo a su alrededor, en secreto me felicité por haber ordenado todo antes de salir por qué si, tenía la vaga ilusión de que el vendría.
-bonito lugar, - se acercó a la ventana, hizo a un lado la cortina para poder observar hacia el horizonte.
-Señor Stan, yo-o - tartamudee, no encontraba las palabras exactas
-Sebastián - lo dijo al girarse hacia mi y observarme con esos ojos entre azul y verdosos- solo llámame Sebastián
Arque una ceja, mirándolo incrédula - No sería muy profesional de mi parte si lo llamara así, al final del día sigo siendo la maestra de su hijo
Alejo su vista a la ventana de nuevo, y me tome mi tiempo para observarlo detalladamente, fruncía su frente, con la boca apretada en una línea recta
-no entendiendo de que quiere hablar conmigo, - proseguí cuando el no hablo con unos segundos - si es por la otra noche en el bar ... yo-
-No! - medio gruñó, medio grito, haciéndome callar, pegue un pequeño salto en mi lugar cuando lo escuché, asustada.
Me limpié las palmas de mis manos sudadas en mi pantalón, mirando a mi alrededor para darle una salida de escape sin ser grosera
-ese tema está olvidado, de hecho vine a preguntarte algo... - dejó la frase inconclusa, lo mire perpleja. - Estás saliendo con Jaír?
Perplejidad todo un nuevo significado para lo que acababa de escuchar. Sin quitarle la mirada de encima, camine a tumbos hasta caer en el sofá más próximo
-usted- susurre señalándolo- vino aquí a preguntarme si salgo con alguien ? - la sorpresa en mi voz era palpable - pero quien se cree que es ? - subí un tono mi voz, sacando valor me puse de pie - No es asunto suyo Señor Stan
Lo mire a los ojos desafiándolo, en este punto estaba completamente enfadada. No entendía su punto.
-Por favor, salga de mi casa, no le debo explicaciones!
-De hecho si! - replicó acercándose unos pasos a mi - Se convirtió en un problema para mi ese día en mi bar!! - gritó enfadado - tal vez la hubiera dejado que se enrollara con ese tipo.
Un nudo creció en mi garganta al escuchar eso, si el no me hubiese ayudado esa noche, ese tipo me hubiera violado...
-Le agradezco lo que hizo por mi ese día - mi voz salió ahogada, - pero no entiendo a qué viene aquí, ahora a reclamarme algo que no le importa - me ahogaba con cada palabra, reteniendo los sollozos en el fondo de mi garganta y las lágrimas al borde
-Por que usted Señorita Martell - Tomo un largo suspiro, señalándome acusatoria mente, - No sale de mi mente! Te culpo a ti! - se acercó unos pasos más. - Que me hiciste?
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Les agradecería si no fueran simplemente lectores fantasma!
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Tiene memoria la piel | Sebastian Stan |
Short StoryLos villanos son quienes menos te lo esperas. Pensé que era buena pero al final los buenos pueden llegar a romperse, y solo el amor me recordara todo lo que no puedo tener. Pasión. Secretos. Amor. Engaños. Despedidas. Dolor. Ambición.