La cita.

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Milla Martell.

Tonta.

Así me sentía, des-adaptada.

Perdida.

El tintineo de las copas al chocar ya que estaban causando migraña. Ni hablar de mis inútiles intentos por seguir la conversación con Jaír. No me mal interpreten Jaír era uno de las pocas personas con las que lograba congeniar, pero esta noche en particular me estaba costando la vida, y no literalmente, pero a cada segundo que pasaba sentía que lo decepcionaba más y más, y no es lo que eso quisiera, ¿cierto?, bueno tenía que repetirlo hasta que lo creyera.

Estaba en este embrollo por cuestiones laborales, por decirlo así.

Jaír es una pieza clave en el instituto, donde los dos trabajamos, él como sub director, yo encargada de mis niños en el aula. Pero eso ustedes ya lo saben. Pero aun no les digo porque estamos aquí....

Tuve como esta confección con mi amiga, que también trabaja en el instituto, sobre Sebastián Stan, solo que omití unos cuantos detalles como, su nombre, que él es papá de uno de mis alumnos, cuales fueran las circunstancias que me llevaron a esta confusión dentro de mis bragas, y por último que me masturbo con los recuerdos cada noche, pero ese es arroz de otro costal. Pero lo que si le conté fue: "es un amor totalmente platónico, que nunca y tal vez volviendo a nacer, surgiría algo entre él y yo, porque créeme cuando te digo que es irrefutablemente PROHIBIDO", ella murmuró algo como "si no es familiar tuyo, déjame decirte que no es totalmente prohibido" a lo que yo rodee mis ojos, y concluyo diciendo "tienes que intentarlo con otra persona, salir, vivir, disfrutar, porque lo único que conoces es él."

Ella tuvo la culpa, porque si, tenía razón, Sebastián era el único que alguna vez había provocado este incendio dentro de mí, tenía que apagarlo con alguien más.

Por lo que levante la vista de menú y me enfoque en Jaír, él es solamente dos años mayor que yo, con su cabello negro azabache, lacio con estos mechones largos cayendo por su frente, y esos ojos tan azules, que se te clavan en el alma, tengo que admitirlo, tuve un crush instantáneo cuando recién lo conocí, pero como compañeros de trabajo se fueron apaciguando mis pensamientos, hasta hoy. Me dije a mi misma, que ser compañeros de trabajo era mejor que intentarlo con un hombre casado, y del cual yo era encargada de su hijo. Básicamente ese es el resumen por el cual estoy aquí soportando este martirio. Bueno no lo llamaría así por completo, como mencione Jaír me cae bien, pero creo que hasta ahí, no inunda mis bragas, ni me acelera el corazón, tampoco hace que tengas estos pensamientos obscenos de él llevándome a la cama, o tomándome donde sea, como lo tengo con Sebastián Stan.

Tan siquiera el vino es delicioso en este lugar, cerré los ojos saboreando el sabor entre dulce y fuerte del alcohol.

"Jaír Guerra"

El corazón me dio un salto cuando escuche esa voz, esa maldita voz, que había guardado en mis más pecaminosos recuerdos, abrí lentamente los ojos, convenciéndome a mí misma que eso fue mi mente jugando conmigo, pero cuando enfoque mi vista contuve la respiración. A un lado de Jaír estaba Sebastián Stan en carne y hueso.

Tiene memoria la piel | Sebastian Stan |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora