Dia1🌑(Luna Nueva)

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--Coman bien. Hoy les enseñaré Historia y quiero que estén lo más atentos y todo se les meta en la cabeza.

Charles dejó los platos con omeletes en la mesa, seguido de jugo de naranja y después va con Erik.

--¿Historia, otra vez? Papá, eso nos enseñaste la otra semana.-Lorna se quejo.

--Si pero como ustedes estaban muy distraídos, seguro no recuerdan nada.-Sonrio burlón.

--Obedezcan a su padre, mocosos.-Dice Erik y baja la mirada a Charles. --Hoy regresaré tarde, como a las 8.

--Te dejaré la cena lista.-Sonrie y su esposo se inclina a darle un beso de despedida. --Adios.

Erik se despide de todos y sale de la casa.

--¡Peter! ¡Ven a desayunar!.-Charles movió su silla de ruedas hacia la puerta de la habitación de su hijo.

--No está, pa. Salio desde temprano.-Dice Wanda desde la mesa del comedor.

--¿Madrugo? ¿Porque?.-Regreso con sus hijos.

--Dijo que iría de pesca al otro lado del río.-Dice David. --Que porque ahora se le antojaba comer pescado.

--Que raro.-Murmura su padre. --Bueno, mientras este cerca estoy tranquilo.

*

Peter llevaba desde las 7 de la mañana en aquel lago, poco más de una hora esperando cazar algún pez y nada funcionaba. Estaba empezando a pensar que era una perdida de tiempo, aunque no tuviera nada más que hacer que oír a su padre hablando de la historia del país.

Desde que tenia memoria su padre Charles le habia enseñado todo lo que sabe, antes de tenerlo a él y a sus hermanos, era profesor en una prestigiosa universidad pero lo dejo todo para casarse con Erik, su otro padre. Un antiguo ex convicto alemán. Esto al parecer no le importo nada a Charles y decidieron unirse.

Ahora vivía junto a ellos, su hermana gemela, Wanda y a sus otros dos hermanos Lorna y David. Mientras todos aprendían gracias a las palabras de Charles, Erik se iba a trabajar de leñador junto a otros más hombres.

Todo se complico cuando Charles tuvo un accidente automovilístico en el que quedó paralítico. Peter y Wanda tenían solo 2 años cuando ello ocurrió.

Por ahora estaban bien, nada en sus vidas era para preocuparse, eran una familia feliz y tranquila.

Suspiro. Decidió regresar a casa, recogió su cubeta y caña para ponerse de pie y darse media vuelta.

Algo lo detuvo.

Mantuvo silencio un segundo y ese ruido o más bien quejido se volvió a escuchar.

--¿Hola?.

Era como un gemido de dolor. --Ayuda...

Peter dejó todo en el suelo y tuvo que cruzar el río por en medio, era un poco hondo, el agua llegaba a sus caderas.

--¡Ya voy! ¡Donde está!

--¡Aquí!.-La voz grito débilmente, se escuchaba cerca. Peter giró varias veces tratando de buscar a la persona; ahí, en un par de árboles lejos se podían ver un par de piernas estiradas en el suelo.

Peter corrió inmediatamente pero al llegar dio un brinco hacia atrás pues la persona que estaba ahí, además de ser un hombre, estaba completamente desnudo.

--Umm... ¿Estas bien?.

El hombre le miró agotado, a través de sus largos mechones de cabello negro. --Ayudame...

Lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora