Lobo.

epilogo

Llego a la ciudad vecina a la noche siguiente, no había nadie en las calles, no se escuchaba nada, solo el viento y las luces de las casas estaban apagadas.

Conducía lento mirando atento cualquier señal de vida.

No fue hasta que escuchó las sirenas de policía que acelero. Estaban cerca.

El aullido del lobo sonó tan fuerte que le hizo temblar.

Giro unas calles, las luces azules y rojas empezaban a verse, los disparos se escucharon.

  --No, no por favor...

Piso a fondo, el corazón latiendo rápidamente con miedo.

Llego a donde las patrullas, los policías estaban apuntando a una criatura refugiada detrás de los árboles de un parque central.

  --¡Alto!

Sono el claxon varias veces y ellos se detuvieron confundidos. Peter bajo del auto tomando su mochila y corriendo al parque.

  --¡Apartate, muchacho! ¡Es peligroso!.-Unos policías intentaron detenerlo. Peter siguió corriendo y entró al parque.

El lobo estaba aullando fuertemente que le hizo cubrir los orejas, estaba dando vueltas rompiendo los árboles y rasguñando la madera.

  --¡No disparen!.-Se escucho la voz del oficial por el megáfono.

  --¡Logan!.-Grito con todas sus fuerzas.

El lobo se detuvo.

Ver esa figura caminar hacia él, esa mata plateada, ojos negros y la inconfundible marca en su brazo.

Era Peter. Él lo miró fijamente apenado. Se le acercó y elevó su mano para tocar el lado derecho de su cabeza, justo detrás de su oreja.

El lobo acercó su hocico a su cabellera plateada y olfateó, el joven se dejó ser, entregándose. Ese único aroma hizo que el lobo se pusiera a cuatro patas, bajando sumisamente la cabeza.

La mano de Peter se coloca en su hocico y levanta su cabeza.  --Logan...

El lobo lo miró con sus ojos dorados brillantes. Era entre alivio, pena, miedo y arrepentimiento.

  --Estoy aquí.

Peter se montó en su lomo y sujetándose, el lobo huyó rápidamente contra el viento, irían hacia el bosque. Peter sabía que no había vuelta atrás y no se arrepentía de nada. Logan necesitaba de él, y él necesitaba de Logan.

Al llegar al bosque, se dirigieron a una pequeña casa en ruinas, tenia el techo colapsado pero era más que suficiente para ambos.

Bajo de su lomo, temblando de frío, se refugiaron debajo de dos barrotes de madera. El lobo se acomodó en el suelo y Peter se abrazó a su pecho buscando calor entre su pelaje negro.

*

Despertó por la mañana sintiendo más frío de lo normal. Logan se había convertido en humano, estaba desnudo encima suyo viéndolo temblar.

  --No puedo creer que estas aquí.

  --Si. Lamento que pensaras otra cosa.-Toco su mejilla. --No te librarás tan fácil de mí.

Logan sonrió y besó su palma. --¿Donde estabas?

  --En el hospital. Lo que me hizo Víctor me dejó inconsciente. Tarde dos semanas en despertar. Te extrañé demasiado...-Dice con sus dientes temblando. --Quiero estar contigo. No me importa lo que digan los demás.

Logan lo besa con pasión. --¿Y tus padres?

  --Intente decirles que tu no me lastimaste pero no me escucharon... Decidí huir.

Ambos se incorporan. Peter toma su mochila y saca la sabana para colocarla sobre ambos.

  --Estas temblando...-Dice y Peter se acuesta en su pecho desnudo.

  --Lo dices cuando tu estás caliente por tu pelo.-Rie temblando.

  --Voy a restaurar este lugar.-Dice mirando alrededor. --Aqui viviremos.

  --Es mejor que nada. Donde sea que tu estés, yo iré.-Sonrie. Gracias al sol, el frío no era tanto.

Tratarían de comenzar de nuevo. Cosechar, vivir en el campo, en aquel bosque, pasar el invierno juntos. Lo que más le importaba a Peter era que Logan estuviera bien.

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