|| Somos una sola alma que habitan en dos cuerpos diferentes, por siempre se mío, nunca me digas adiós.||
▪︎ Como la portada indica es omegaverse y será bajo mis reglas.
No quiero comparaciones, ni comentarios maliciosos, si no te gusta lo siento pe...
Era un día muy importante, la primera razón era porque cumplía 17 años, eso quería decir que estaba listo para su primera gran misión, su padre había confiado en él, no quería defraudarlo.
Otra razón era que para el siguiente año obtendría sus resultados, aunque era evidente cual seria, todo él lo gritaba, alto, musculoso, imponente, ágil, fuerte, resistente... era obvio, seria Alfa.
Por lo mismo su padre quería que tomara las riendas del negocio familiar, la cual no era sencilla y traía muchas responsabilidades consigo pero él estaba listo. Así que hoy no estaba en clases, si no que estaba en una persecución a gran escala por las calles de Roma, puesto que noches atrás su padre le había hablado sobre lo mucho que quería quitarle un tesoro a su querido Señor K.
Nunca entendió porque ambos hombres se odiaban tanto, eran de territorios distintos y en Seúl eran parte de los cuatro grupos más dominantes y poderosos, así que no entendía, aun así el que no supiese que pensar al respecto no quitaba que haría lo que su padre le pidiese, incluso cargar con el resentimiento ajeno y hacerlo suyo.
Los ruidos de armas siendo usadas, las alocadas carreras de los vehículos y chirrido de los neumáticos llenaba las calles y la gente no hacía nada, ni siquiera la policía.
Nadie se metía con la mafia Coreana.
Pero aquel grupo de italianos no lo había entendido y prefirió meter sus narices en los planes de su familia, eso era inaceptable. Cuando lograron detener a la pandilla y obtener lo que buscaban, él y sus amigos fueron tras él cabecilla, iban tan concentrados en aquello que si no hubiese sido por aquellos escasos segundos, no hubiesen visto al ciclista que pasaba cerca de ellos, freno rápido, maldiciendo por lo bajo.
- Iré a ver como esta, Gi tu síguelo - se bajo y su mayor tomo el control del vehículo, dejándolo solo junto con aquel chico que lo miraba molesto.
- ¡Imbécil! - Grito mientras hacia el intento de levantarse - ¡¿Cómo dejan que animales como tú usen el volante?! - Aquel pelirrojo se le hacía adorable aun si estaba gruñendo - ¡Ayúdame a levantarme baboso!.
-Perdona - dijo mientras se acercaba al chico - Estábamos en una emergencia, te llevare al hospital, sube - dijo mientras se agachaba dándole la espalda - De verdad perdóname - él ciclista acepto y se subió a la espalda ajena.
Agradecía que a una hora de aquel lugar hubiera una clínica particular.
- Puedes dejarme aquí - comento el pelirrojo - De todos modos fue un accidente y tú estabas en medio de una emergencia - ambos conectaron miradas y en el interior algo se le removió.
-¿De verdad no te molesta? - el chico negó y el ébano agradeció - Gracias, cuídate.
En la noche en otro rincón de Italia, un hombre tiraba su copa de vino contra la pared, los que estaban en el salón con él, guardaban silencio, esperando la cátedra de su jefe.
-Solo debían mantener esos diamantes a su cuidado ¡Cazzo!.
-Podemos planear recuperarlos señor ya verá que...
- ¡Cállate! No conoces al señor K, cuando se enter...
-No hace falta - una voz profunda se escucha y el líder de aquella mafia trago fuertemente -Nos haremos cargo de todo.
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