Capítulo 16

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Llego a la mansión Carter y de inmediato me dirijo al gran salón donde se supone que él esté. Lo más extraño de todo es que no había guardias, y todo esta en silencio. Tiro todo lo que hay en su escritorio pero me detento agarrando una foto en mis manos. Es Verónica junto a mi en la casa, antes de que yo me fuera. La arrugo en mis manos y la tiro al suelo. Esto es mi culpa, creí que podía protegerla pero no fue así.

Marco su número pero no responde nadie, marco de nuevo y al parecer lo han apagado.

Furioso bajo por las escaleras hasta el estacionamiento y agarro gasolina para incendiar el lugar, no habrá problema porque William, el hermano de Verónica no está. Al terminar agarro mi encendedor y lo tiro al suelo provocando que el fuego se propague.

—Están en el aeropuerto, mas te vale que llegues en 15 minutos porque sino la vas a perder.

Sin pensarlo de inmediato enciendo el auto y me dirijo a toda velocidad. Observo en el radar y tal vez me meta en problemas yo sólo pero podre con eso.

~Verónica Carter~

Estoy asustada.

Mis manos están sudando y siento un dolor en el estómago horrible, unas ganas de vomitar en estos momentos que si no avanzo a salir de este auto pronto, vomitare.

—Jefe ya estamos aquí.

Observo al chico pelinegro a mi lado quien cuelga la llamada para quitarme  las esposas de mis manos. Sale y rodea el auto para abrirme la puerta, al hacerlo me separo de él y vomito en el suelo.

—¡Qué asco mujer!

Ruedo los ojos y camino junto a él hacía el avión privado que veo en la pista. De él sale una persona que vi anteriormente, mi tío. Al verme su rostro cambia y sonríe amablemente.

—Me alegro que estés aquí—comenta—¿Estás bien?

Quizás me lo pregunta por la cara de muerto que traigo en estos momentos. Y no, no estoy bien. ¡¿Qué clase pregunta es esa?!

Detras de él sale mi amiga Carolina con Nathan, ambos estan nerviosos. ¿Los capturo también? Esto es totalmente confuso, para qué los quiere a ellos.

—¿Te hicieron algo Caro?—niega y observo a mi tío fijamente—Te juro que si le sucede algo, o a su hijo voy a matarte...

—¿Su hijo? ¿Como sabías que era mi hijo?—enarca una ceja.

—Hablo de...—me quedo callada y observo a Carolina quién se le resbala una lágrima por la mejilla. Yo me refería a su hijo en el vientre, pero acabo de enterarme que Nathan es mi primo, así que ellos están aquí por voluntad propia.

Unos disparos se escuchan a lo lejos y me giro al ver de quién se trata. Lucían Smith y varios de sus hombres llegan junto a él y no contengo mi felicidad. Intento correr hacía el pero el chico pelinegro me agarra fuerte del brazo que hace que de inmediato me queje y comience a golpearlo.

—¡Sueltame imbécil!

—¡¡¡Subela ahora!!!—ordena mi tío e intento safarme pero me es imposible. Recibo un golpe en mi cabezs dejándome inconsciente.

~Carolina~

Me duele todo esto, me duele que mi mejor amiga se enterará de esa forma. Yo no quería que fuese así, pero su tío ha demostrado ser una buena persona estos días y creo que es lo mejor. La suben al avión y la colocan sobre la cama. Cierro la puerta y me recuesto a su lado, lo siento tanto Verónica, pero Lucían es peligroso.

Nathan entra a la habitación y me brinde un arma, me da un beso en la mejilla y se va dejándome a solas. Espero que esto no se complique.

Me pongo de pie y camino hacia afuera y logró observar a Lucían matando a nuestros hombres, hasta que se detiene en Nathan. Al parecer le ordena que se mueva pero no le hace caso, él le esta apuntando también. Siento el corazón en mil por segundo, y él no se mueve. Observo a Jake quién sólo los observa, es su padre pero al parecer no le interesa lo que le ocurra a su hijo. Sin importarme nada intento salir pero el me detiene.

—¿Estás embarazada?—asiento y me coloca unas esposas en mis manos, no entiendo que sucede—Tu me darás ese heredero, eres valiosa para mi Carol.

—¡Suelteme ahora!

Escucho un disparo y al girar mi mirada está Lucían empapado de sangre y Nathan... No, no, no.

—¡NATHANN!—grito de dolor y Lucían me observa con lágrimas en los ojos. Fue él, sé que fue él.

Pasa los demas hombres pero lo detienen y el avión comienza a moverse, nos iremos. Su mirada se encuentra con la mía y sin poder evitarlo le digo: "Estas muerto"

◇●◇●◇

Camino hacía la habitación y aún continúa inconsciente. Debió ser duro ese golpe al parecer. Me siento a su lado y sin poder evitarlo comienzo a llorar. Mi hijo no tendrá a su padre por la culpa de ese infeliz. Intento calmarme y coloco el arma en la mesa, recuerdo el beso que depósito en mi mejilla y no contengo las lágrimas.

—Lo odio...—bajo la cabeza tratando de sacar esa imagen de mi cabeza—¿Porqué?—agarro mi cabello fuerte y de pronto siento algo en mi cabeza.

—No digas ni una palabra Carolina.

—¿Verónica qué haces?—hablo nerviosa, no entiendo porque tiene que ponerme el arma en la cabeza.

—Me traicionaste—comenta y siento culpa—Confiaba en ti, eras mi mejor amiga de toda la vida—se pone de pie y queda frente a mi—¿Hace cuánto salimos?

—Hace diez minutos.

Se acerca a mi y golpea mi cabeza.

~Verónica Carter~

No quería llegar a eso pero fue necesario, necesito salir de aquí. Si fue hace diez minutos no hemos salido del país aún. Abro la puerta y hay dos guardias sentados pero están despaldas a mi, así que no me ven, y mi tio esta durmiendo en uno de los asientos, con audífonos puestos. Es tiempo.

Le disparo en la cabeza al primero y el otro me apunta pero antes de que jalara el gatillo le dispare en el pecho. De inmediato sale uno de los pilotos y le ordeno que se detenga o juro que lo matare. Me hace caso y corre por donde vino. Mi tío me observa tranquilo, no quiero matarlo, aunque tal vez debería. Le disparo en la pierna y no se puede levantar.

—No eres una Carter...—dice con dolor mientras se muerde el labio.

—Nunca lo fui—comento y le disparo en la otra pierna haciéndolo gritar—Lamento que hayas perdido muchos millones por mi, para nada.

Agarro un paracaídas y me lo coloco.

—Estamos...—intenta hablar—Ya en el mar, a una distancia bastante alta del suelo.

—Si muero no debería preocuparte.

Abro la puerta oprimiendo el botón rojo de emergencia y salto sin pensarlo dos veces. El viento golpea mi rostro y casi no me deja respirar. Bajo a una velocidad que casi no puedo mover mis brazos. Me arden los ojos y me es casi imposible moverme pero intento abrir el paracaídas. Estoy a punto de entrar en el agua, intento nuevamente y lo logró.

Lo único que logré al hacerlo fue amortiguar el golpe.

¿Qué creen que pase ahora? ¿Verónica estará bien? Debió ser un golpe enorme al caer con esa velocidad. ¿Lograrán encontrarla? Pero lo más importante, estará con vida... Lo sabremos pronto.



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⏰ Última actualización: Jun 16, 2020 ⏰

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