Capítulo 8

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~Verónica~

Bebo el poco de jugo que me quedaba en la copa y lo observo fijamente.

—¿Te puedes casar conmigo?—pregunto de repente.

Se atraganta y comienza a toser. Intento hacer algo pero me lo impide antes de que lo toque.

—¡¿Casarnos?!—dice con la voz un poco atorada—No, no es lo que planeaba hacer, realmente estar conmigo será un problema.

—No será un problema Rafael...

—¡¿Estás loca?!—habla Carolina—Si Lucían se entera...—cierra la boca al darse cuenta de lo que acaba de decir.

—¿Q-qué...?

Y ahí es dónde me doy cuenta de que todo este tiempo, todo éste maldito tiempo ella sabía que él no estaba muerto. Mi mejor amiga me mintió y hasta incluso me aconsejó ir a un psicólogo cuándo yo sabía la verdad, cuando no me pasaba absolutamente nada.

Me levanto de la mesa y puedo escuchar como me llama pero no le hago caso. Rafael me sigue y lo dejó, el no tiene la culpa de nada. Todos me han mentido, todos.

Subo a la habitación y siento las lágrimas bajar. No pensé que mi mejor amiga me hiciera algo así. Yo confié en ella, lloré en su hombro. Trato de convencerme millones de veces que estaba muerto y ahora...

—Señorita Carter...

Me giro hacia él y no duda en abrazarme. Me aferro de inmediato a su pecho respirando su aroma. Cuanto desearía que todo esto fuera un sueño, o que él fuera Lucían.

Aún no entiendo. ¿Por qué no me ha buscado? Desde cuándo está por aquí, o lo ha estado durante todo éste tiempo.

—Sólo quería decirte que...

—No me importa, yo necesito casarme cuanto antes—se corta mi voz—Antes de que me encuentren.

—Sabes que en el mundo en que vivimos, si te casas con alguien será llevar su apellido toda la vida.

—No me importa, confío en ti.

~Rafael~

Bajo directo hacia la camioneta para ir a donde el Padre Jenson, él es el encargado de casar a los mafiosos. Al abrir los portones Verónica se interpone antes de que pueda salir. Camina hacia la puerta y entra de inmediato a mi lado. "Voy contigo" fue lo que dijo y arranque el auto. No iba a decirle que no, tenerla conmigo es mucho más seguro. Hace mucho tiempo que no estoy con alguien, mi antigua secretaria sólo queria dinero, y yo como maldito idiota pues quería sexo, lamentablemente la mataron.

La primera vez que vi a Verónica fue una mezcla de sentimientos. Lo primero que pensé fue en su hermosura, tiene unos ojos increíblemente hermosos y sus labios son tan perfectos. Y ni hablar de su cuerpo. Al ella llamarme Lucían supe que ellos tuvieron algo mucho más poderoso. Conocí a Lucían hace años en una gala, dónde estaba con una chica parecida a ella. No me sorprende que estuvieran juntos Verónica y Lucían, si ella es la copia exacta de aquella chica. Sólo que estar con el solo significa problemas, jamás iban a estar bien con todos los problemas de las mafias.

"Ni que yo estuviera bien"

Debo una gran suma de dinero que será fácil pagar si me caso con ella. Ya que todo será de ambos. No le diré absolutamente nada pero poco a poco iré sacando para poder salvar mi pellejo. Que quiera casarse conmigo es una gran oportunidad que no desaprovechare.

Sólo que hay un problema, él.

Smith debe algún día venir a buscarla, Smith debe saber de mis problemas. Aparte de eso ella no ha dejado de amarlo, cosa que hace más difícil las cosas. Así que sería mucho mejor sacarlo del mapa, sería todo mucho más sencillo.

—Así que está vivo...—comento con la mirada hacía el frente. Quiero saber que piensa, necesito saber.

—Siempre lo supe, pero me creían loca—susurra—Todos me mintieron, su padre, sus amigos, mi mejor amiga...—comenta mientras enciende la radio—Hoy en día todos te mienten, por más que traten de no hacerlo, no es bueno confiar en todos.

—Lose, quién menos te esperas, te apuñala por la espalda—aprieto el volante.

"Debes aplicarte eso Rafael, debes eplicártelo"

—Así es...—susurra—Espero que tú no hagas lo mismo.

~Lucían~

Las palabras de mi padre me tienen completamente loco, aún no soy capaz de aceptarlo.

"Verónica Carter se ha ido con Rafael"

No pude contenerme. Comence a tirar todo a mi alrededor, no puedo imaginarme semejante cosa. ¿Acaso Verónica está enamorada de él?

Miro la foto de ella que guardo en el teléfono por milésima vez. Bajo a comer algo que Martha me preparó y busco el bulto lleno de armas que guardo en mi despacho. Al encontrarme con mi padre me detiene y me da un abrazo. No pensé que fuera hacer eso, no cuando está molesto por todo lo que ha pasado.

Voy directo al garage y me montó en mi Ferrari rojo, me importa una mierda llamar la atención, ya mucho me he ocultado durante todo este tiempo.

Conduzco a la mansión de Rafael a toda velocidad, saltandome los semáforos, no puedo darme el lujo de pasear. Al doblar hacia la derecha veo una camioneta negra y no me cabe la menor duda de que sea él. Se detiene en su portón y me detengo antes de que me vean.

¡No seas cobarde Lucían! Vamos.

Conduzco hasta llegar al portón y los veo. Ella se baja del auto y está con una sonrisa resplandeciente en su rostro. Al Rafael bajarse de la camioneta camina hacia ella y la abraza, ella le responde el abrazo y en ese instante me ve. Sus ojos se conectan con los míos, puedo ver como se separa de Rafael y él al darse cuenta abre los ojos en sorpresa.

Me bajo del ferrari y camino hacia ellos, al estar a pocos pasos de ella siento mi corazón a punto de estallar, por qué no hice esto antes.

—Verónica...

—Lucían.

Verónica Carter 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora