Capitulo 4

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Aprovechando que Yeisson le ignoró. Sacó de nuevo la foto para editarla y poder apreciar mejor aquel vergón. De repente le nació la valentía de tomarle otra foto. Y con mucho disimulo apuntó hacia su primo. Y se dio cuenta de que este, la tenía muy dura, nunca le había visto tan empalmado, esa cosa había crecido el doble.

No se lo pensó más, ese era el día. Las oportunidades se daban solo una vez en la vida. Saúl se levantó, sintió las miradas de los otros pero no le importó. Se dirigió hacia su primo sin que se diera cuenta y atacó por detrás.

Un águila en picada, directo sobre aquella pequeña y deliciosa presa peluda.

Se posicionó por detrás de Yeisson justo cuando este se ponía de pie, y le abrazó por detrás, manos directo hacia su verga y un apretón con ganas. Su primo gimió de placer:

—Aaah —pero Yeisson recordó que había gente mirando y disimuló un poco—. ¿Qué... no que estabas emputado? —le susurró, pero seguían en la misma posición y los leggins de Yeisson estaban a punto de reventar por tan tremenda erección. Estaba muy mojado, pero las manchas del sudor lo disimulaban un poco.

—Voy por agua, en el carro —. Saúl le siguió el juego de los susurros— Ahí deje mi botella.

—¿Es todo... de lo que tienes ganas? —. Yeisson le sacó la larga lengua que tenía, la retorcía como la lengua de un caballo— ¿Nada más? —le susurró muy cerca del oído.

—Si —. Le contestó Saúl con una amplia sonrisa— Nada más —pero cuando intentó apartarse, Yeisson le tomó del brazo y le acercó a él, tanto que, hasta pudo sentir el calor de su aliento.

—Pero primero... —le dijo mirándolo a los ojos— quiero que borres esa foto. Que tal si tu novia lo ve —Yeisson puso un dedo en los labios—. Y no queremos que esto se acabe ¿o sí?

Saúl podía escuchar el zumbar de su corazón. Yeisson se había dado cuenta, todo el tiempo. Que idiota era al pensar que su primo no sospechaba nada. Pero intentó mantenerse en la discusión:

—¿Que foto? — le preguntó muy nervioso— tas loco, yo no tengo nada.

—Saúl —Yeisson se puso serio— si lo llega a ver, va ser mucho pedo, lo sabes. No me hagas esto. Por favor...

Pero no pudo terminar. Un rápido movimiento, y Saúl se desprendió de su agarre. Le sonrió y se salió del gimnasio. Yeisson lo vio alejarse y se percató de que los demás hombres del lugar se quedaban hipnotizados por su culo. La rabia le subió la cabeza pero intentó concentrarse de nuevo en su rutina.

Las Consecuencias Del Gimnasio | NoNosCortes | YAOI YeisaúlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora