—Li —llamó Harry entrando a la habitación del castaño— Necesito hablar contigo.
—Claro Hazz, pasa —dijo Liam sentándose en el borde de su cama— Dime.
—Antes que nada, quiero hacerte unas preguntas— manifestó— ¿De acuerdo?
—Uh... Si, supongo —aceptó con un poco de duda.
—La noche pasada ¿En serio viste a Javadd?
—Se lo dije a Niall y te lo repito a ti, Harry. No estoy loco —aseguró— Ahora te pido que te vayas.
—No, Li, no estoy diciendo que estás loco, es solo que me preocupas —explicó acercándose al castaño y poniéndose de cuclillas para quedar a su altura— Y ya te lo dije, eres mí amigo y solo quiero verte feliz —tomando su mano— Por eso hablé con Daniel y aceptó ayudarte.
—¿Hablaste con Dani? ¿Por qué hiciste eso? —cuestionó casi furioso, cruzándose de brazos.
—Ya te lo dije, solo quiero lo mejor para ti —repuso tocando la rodilla del castaño— Por favor, Liam, déjate ayudar.
—No —rechazó el castaño— Porque no me hace falta ir a un psicólogo.
—No estoy de acuerdo con eso, tú sabes que lo necesitas —insistió el ojiverde— Niall y yo estamos preocupados por ti.
—No lo sé, Harry —dijo con indecisión— Yo quiero pasar ésta etapa de mí vida solo.
—Por lo menos dale una oportunidad, solo una sesión —reiteró— Solo una, verás que te sentirás mejor. Hazlo por mí, por Niall y... Y por Javadd.
—Esta bien, pero si me incómodo o no me siento bien, no iré más sin importar que sea Daniel —repuso Liam.
—De acuerdo, pero estoy seguro que te hará bien —dijo Harry con una sonrisa.
—¿Puedes concertar la cita para ésta tarde? —preguntó el menor pasando sus manos por su rostro con frustración.
—Si —afirmó animado— Yo le llamo en éste momento y en la tarde yo te llevaré a su consultorio. Ahora descansa —pidió saliendo de la habitación.
(...)
—Entonces, Liam ¿Por qué no te sientas? —ofresió el psicólogo desde su sillón individual haciendo un ademán de invitación.
El castaño solo asintió y procedió a acomodarse en el sofá.
Él no quería estar en éste lugar, solo lo hacia por Harry, porque era la única manera de que su amigo lo dejara en paz. Liam no quería hablar de Jav, aún le dolía pensar que no tendría su final feliz.
—Ahora cuéntame, ¿De que quieres hablar? —preguntó mientras abría su cuadernillo.
—No lo sé —manifestó Liam soltando un suspiro— Escucha Daniel, somos amigos y tú sabes lo que pasó estos últimos meses, sabes que no me gusta hablar de estás cosas. Sí estoy aquí es solo porque Harry quería que viniera.
—Tranquilizate, Li. Lo entiendo, entiendo todo lo que me dices, pero, como tu mismo lo dijiste, somos amigos y solo quiero ayudarte, déjame ayudarte— habló con calma.
—Ese es el problema, Dan —dijo el castaño— no necesito ayuda. Estoy bien, dentro de lo que cabe. Quizá solo estoy un poco cansado.
—Si me lo permites, Liam, yo juzgaré eso —repuso Daniel de manera seria— Ahora dime ¿Extrañas a Javadd?
¿En serio había preguntado eso? Pensó Liam.
—No, ¿Por qué crees eso? Porque no es cómo que no lo amaba ni nos íbamos a casar —expresó con notable sarcasmo— Por supuesto que lo extraño. Lo extraño cada maldito día desde que se fue.
