¡Hey, Chica invisible! [ #1 ] (REESCRIBIENDO)

|23| Secretos de familia

KYRA

Demonios...

¿Qué era específicamente un demonio? ¿Porqué siempre lo asemejaban al mal?

Preguntas, y más preguntas.

Pasé la mayor parte de mi vida siendo considerada un estorbo, una chica rebelde sin remedio que solo se dedicaba a destrozar. Y por eso todos me decían que era un demonio.

"¿Como has estado pequeña demonio?"

"Eres muy traviesa, demonio"

Hasta que llegó él. El bendito ángel del cielo, el Lucifer de mi Infierno.

Octubre, 2014

—Los quiero a todos en posición ¡Ya!— la fila estaba en orden al mando de Tyler. —Bien, ya saben sus circuitos de práctica. Quien no tenga las pelotas para permanecer aquí, se puede largar.

—Señor...— la voz tímida de una chica rubia resuena en la guarida —Me quiero ir...

Los ojos amenazantes de Tyler la escanean con leve repugnancia. Para el rendirse te hacía perder tu mismísimo valor.

—Claro que si querida, pero no vuelves a pisar nunca más esté lugar. Quien no sea parte del equipo está totalmente considerando como un enemigo— la chica asiente antes de salir disparada en dirección a la entrada. —Bien, dejemos de lado las palabras y comencemos con la acción. Para los nuevos... los quiero a todos en forma, Nathan les ayudará con eso. Los que están practicando su agilidad, ya saben dónde está Camille.— asiento a medida que habla.

— Y bueno... para mis queridos ojos de Alcon les presento a su nuevo instructor. Ian, pasa adelante— y en ese mismo momento desde las sombras apareció el mismísimo ángel. Un chico alto, poseedor de toda la hermosura que alberga en el Olimpo, su cabello negro desordenado y empuntado avivada aquella mirada verde penetrante que congelaba tus huesos. —Espero nadie muera hoy— le doy una mirada a Tyler antes de seguir a Ian al salón de objetivos.

—Bien he de suponer que todos saben tomar un arco y una flecha— la sonrisa burlona nunca dejaba su rostro. —¿es así?— su mirada se pasea entre nosotros ante el silencio —¡No los escucho!

—¡Si, señor!— todos vociferamos con firmeza.

—Pero que bien entrenados están...

Sonrío bebiendo café mientras observo a Ian desplazarse por la cocina. Evitaba mi mirada a toda costa como si temiera de lo que podría pasar una vez que reviviera la conexión entre nosotros.

Unirme al clan hace algunos años me permitió conocer el lado oscuro de cada uno de los Brown, ver las técnicas de manipulación y los engaños a su esposo por parte de Camille, ver muertes gracias a la impulsividad de Ian y hasta conocer el lado más vengativo de Margaret.