|22| Problemas

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En la vida no perdemos personas, solo descubrimos quien vale la pena

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En la vida no perdemos personas, solo descubrimos quien vale la pena...

—Pero que bien dotado estás, Brown... casi me dan antojos de follarte— la sutil carcajada de Kyra resuena tras la puerta.

¿Qué era esa habitación?

—Esa tarea dejémosela a tu imaginación, que los sueños húmedos hagan los suyo— Los pequeños sonidos de flechas ensartadas en blancos acompañan las risas y la conversación.

¿Desde cuando se llevaban tan bien?

—Pero porqué no... podemos hacerlo realidad...—la picardía y sensualidad resaltaba por doquier.

—Kyra...— Ian la reprende con suavidad —Quedamos en un acuerdo a penas pisaste esta casa. Respetemos las normas de convivencia si queremos una buena relación mutua, gracias.

El impacto de otra flecha me sobresalta.

—Uy pero que excitante es ver aquella puntería

—Tienes la misma no te enceles

—No me refería a las flechas, flechitas— el silencio se apodera de la habitación por un par de minutos.

—Flechitas...— susurró Ian descolocado, la sorpresa navegando en su voz. —Años que no me llamabas así...

—Ya ves, — no veía a Kyra pero sabía que estaba sonriendo —Hay cosas que nunca se olvidan. Cuando se trata de ti, todo se vuelve inolvidable...

La puerta entreabierta sobre la que estoy recargada cruje levemente mientras la abro con suavidad. Necesitaba una mejor visión tras ese abrupto silencio.

Me inclino despacio enfocando sus rostros apenas visibles tras la falta de luz, los arcos descansan en sus manos y millones de flechas ensartadas en círculos de madera inundan la habitación. Busco sus rostros desesperada. Kyra mantiene una sonrisa en su rostro mientras Ian permanece confuso posicionado frente a ella.

Y todo pasa en cámara lenta frente a mis ojos...

Kyra se inclina hacia Ian con lentitud en busca de sus labios, entonces, la puerta me traiciona y caigo de cara al piso.

—Mierda...— mascullo entre dientes.

—Pero si tenemos visitas...

—Kyra, déjanos solos— sentencia Ian acercándose a levantarme mientras siento los pasos de ella alejarse cada vez más.

Soy levantada del piso en menos de 10 segundos. Mi cuerpo se impacta contra el pecho de Ian cuando busco estabilidad, sostengo mi cabeza despacio antes de alzar mi rostro para mirarlo.

—No hace falta preguntar el porqué estás aquí...— su voz apagada me hace sentir culpable.

—Yo... Puedo explicarlo— niega lentamente soltando mis brazos.

¡Hey, Chica invisible! [ #1 ] (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora