↳orquesta ; norenmin

t r e s

A los ojos de la joven pareja, las audiciones pasaron como un rayo luego de la presentación de la nueva competencia. Los profesores afirmaban a otras orquestas que la magia que los distinguía era el compañerismo y la inexistente competencia entre estudiantes, pero en el círculo, todos sabían que a la hora de repartir partituras y solos, la competencia y envidia tomaba lugar entre los primeros lugares. Eran buenos amigos, claro, pero si se tenían que pisotear entre ellos siempre lo harían. A Jaemin y Jeno siempre les pareció algo injusto, ya que no permitían a otros demostrar lo que aprendían, porque todo lo tomaban como una declaración de guerra, esa fue una de las razones por las cuales los ingresos se reducían con el tiempo.

Éso y la exigencia de nivel, reducían los ingresos a la orquesta, así que Jaemin y Jeno cruzaban los dedos para que Renjun lograra entrar. Aunque, para ser sinceros, luego de su impecable pieza y las miradas de conformidad del jurado, era más que sabido el lugar que el desconocido había tomado.

Dentro de ambos chicos se generó una sensación de bienestar al ver al de pelos grisáceos, algo que no ocurría hace tiempo, y ambos pudieron notarlo en el contrario. Jeno había notado hace ya tiempo lo decaído que se notaba Jaemin e intentó lo imposible para ayudarlo, pero solo conseguía lágrimas que no parecían del todo sinceras. Eran lágrimas de culpa, al no contarle a su novio lo que le sucedía.

Así que para Jeno, ver esa sonrisa en el rostro del menor fue una brisa suave entre tantas tormentas y se cuestionó a sí mismo un poco, ya que le alegró más saber quién era el causante de aquella sonrisa, lo peor es que ni siquiera conocía a este último.

Entre suspiros y golpeteos de zapatos contra el suelo, los profesores se pararon y comenzaron a caminar frente a las butacas, mientras daban un discurso sobre no rendirse si es que no habían logrado pasar la prueba, que habían miles de oportunidades más en el futuro y en otras orquestas. Palabras que no daban ningún confort pero parecía hacerlo para los mayores.

Luego de algunas instrucciones todos los estudiantes se retiraron con la compañía de un guardia de seguridad hacia el lugar dónde tendrían un descanso hasta recibir sus críticas. Los largos pasillos blancos y la larga escalera de cristal que llevaba los conectaba con la planta baja se llenaron de voces. Saludos entre los nuevos y algunos lamentos sobre las posibles reseñas, pero Jaemin se había quedado más atrás junto a su pareja, para poder hablar.

¿Qué tal si hablamos con el? - soltó el pelirosa con la cabeza gacha - Parece tan interesante, nono. -

Jeno rodeó con su brazo la cintura del coreano, tratando con delicadeza de juntarlo a su cuerpo para sentir ese tan anhelado calor corporal.

Lo que tu quieras cariño, me genera cierta curiosidad también. Pero seamos, ya sabes, normales. -

Junto a la bella risa de Jaemin, llegaron a la tan esperada sala, y vieron una escena de los más tierna. El pequeño chino estaba sentado en un banco alto y miraba su celular mientras sus pies se balanceaban en el aire. Tomaron unas botellas de agua que se encontraban colocadas en línea sobre una mesa y se acercaron arrastrando dos sillas. Jeno se sentó dando vuelta la silla, quedando a la derecha de Renjun, mientras el pelirosa se sentaba de forma normal al otro lado.

Renjun levantó tímido su rostro, algo confundido por la repentina cercanía de esos bonitos chicos, pero no le disgustó en absoluto.

Na Jaemin, violonchelo -extendió su mano hacia renjun con una media sonrisa, que se ensanchó al notar el sonrojo en el contrario- Un gusto. -

Lee Jeno, viola - Junnie dio un pequeño salto al escuchar una voz del otro lado- mi voz es fea, pero no tanto, dijo con gracia Jeno-

¿Qué? No, sólo... fue algo repentino. Huang Renjun, violín - Paso un mechón de pelo tras su oreja y de igual manera, dio su mano a Jeno - ¿Hace cuánto están en la orquesta? Di-igo, los vi en las butacas cuando entré - Luego de decir eso, Huang se espanto y agitó sus manos extendidas en señal de negación - No es que los haya mirado, lo vi cuando entre, o sea que si los miré, pero no mucho, ¿entienden? -

Jaemin soltó una suave risa y continuó diciendo a Renjun que se parecía algo a Jeno, siempre hablaba de cosas al azar y de forma rápida cuando se ponía nervioso, y entre negaciones y charlas algo raras, continuaron un largo rato.